El desastre colosal de Kyle Kuzma

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Parece que Damian Lillard volverá durante la eliminatoria contra Indiana Pacers, podría ser ya en el segundo o tal vez en el tercer partido. Es la esperanza que agita Milwaukee Bucks, un equipo arrollado en un primer partido (117-98) que dejó claro que los de Indianápolis han llegado de maravilla a playoffs y que los de Wisconsin van cortísimos de efectivos de talento, todavía sin Lillard y con Giannis Antetokounmpo luchando básicamente solo contra un equipo mejor. Si las cosas no cambian rápido, será el cuarto año seguido de chasco desde que los Bucks fueron campeones en 2021.

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​El ala-pívot de los Bucks estuvo a un nivel pésimo contra los Pacers. Una aportación nula, literalmente, que tiene que cambiar en los próximos partidos.  

Parece que Damian Lillard volverá durante la eliminatoria contra Indiana Pacers, podría ser ya en el segundo o tal vez en el tercer partido. Es la esperanza que agita Milwaukee Bucks, un equipo arrollado en un primer partido (117-98) que dejó claro que los de Indianápolis han llegado de maravilla a playoffs y que los de Wisconsin van cortísimos de efectivos de talento, todavía sin Lillard y con Giannis Antetokounmpo luchando básicamente solo contra un equipo mejor. Si las cosas no cambian rápido, será el cuarto año seguido de chasco desde que los Bucks fueron campeones en 2021.

Uno de los más señalados en los Bucks tras el naufragio del sábado fue Kyle Kuzma, que estuvo a un nivel históricamente malo. Transparente: jugó 21 minutos y 35 segundos y no produjo nada que no fueran dos personales y siete tiros fallados, cinco en juego (0/5) y dos desde la línea de personal (0/2). Lo demás: cero puntos, cero rebotes, cero asistencias, cero robos y cero tapones. Nada.

Es el sexto jugador en la historia de la NBA, desde que se empezaron a contar robos y tapones en la temporada 1973-74, que juega más de 20 minutos sin sumar nada en las cinco grandes casillas estadísticas: puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones. Los otros fueron Brent Barry (2005, jugó 21 minutos), Mike Dunleavy (21 en 2015), Maurice Lucas (21 en 1986), Bruce Bowen (20 en 2008) y Michael Cage (20 en 1993).

Arreciaron tanto las críticas que su entrenador, Doc Rivers, tuvo que salir en su defensa con alguna mentirijilla: “Es difícil anotar si no tocas la bola. Solo tuvo dos tiros en la primera parte, los dos en los dos últimos segundos de la posesión. Tenemos que implicarle en el juego, asegurarnos de que está involucrado”. El entrenador no acertó del todo: Kuzma tiró tres veces en la primera parte y solo uno de sus cinco tiros totales fue en los últimos cinco segundos de posesión.

El 21:34 de Kuzma queda como el segundo jugador con el tiempo más largo en pista (Barry jugó 22:12, Dunleavy 21:01 y Lucas 21 exactos) sin producir nada, lo que se llama coloquialmente cardio game, una sesión relajada de cardio por la cancha. Eso no puede seguir así porque los Bucks necesitan producción colectiva y necesitan que sus forwards puedan jugar muchos minutos y formar quintetos pequeñosporque los Pacers son un emparejamiento horrible para el veterano Brook Lopez, cuyas virtudes defensivas están en el drop y la protección del aro y que sufre mucho en los cambios defensivos a los que obliga el juego de bloqueos de Tyrese Haliburton con, un arma letal en el primer partido, un interior que puede abrirse para tirar como Myles Turner.

Por ahora, las respuestas son negativas

Kuzma llevaba sin jugar en playoffs desde 2021, cuando los Lakers fueron eliminados (y dejaron vacante eltrono que ocuparon, semanas después, precisamente los Bucks de Giannis Antetokounmpo) y Kuzma jugó una pésima eliminatoria: casi 22 minutos de media para 6,3 puntos, 3,8 rebotes por debajo del 30% en tiros totales y del 18% en triples. Antes de esa temporada 2020-21, como la anterior trastocada por la pandemia, había firmado una extensión de contrato (39 millones por tres años) con unos Lakers en los que había sido un jugador importante de rotación en el título de 2020. No como el forward anotador que sorprendió como rookie por su capacidad anotadora (fue 27 del draft, un pick bajo, en 2017) sino como un secundario que hacía un poco de todo y había aprendido a defender, pasar…

Pero los Lakers encajaron mal aquella derrota y aceleraron hacia una de los peores movimientos de su historia reciente, la operación Russell Westbrook. Kuzma fue parte del lote enviado a Washington Wizards, la franquicia con la que dos años después, en 2023, firmó una extensión de 90 millones por cuatro temporadas. Las dos próximas tiene garantizados más de 40 millones, ahora a cuenta de unos Bucks que se hicieron con él en febrero, en un movimiento con olor a desesperación. Aburrido y desmotivado en un equipo metido en una reconstrucción que ya se está alargando, era difícil saber en qué punto estaba un Kuzma que este verano cumplirá 30 años. En eses casos muchas veces no está claro si languidecía como víctima de las calamidades de los Wizards o si era uno de los responsables de ellas. Y la verdad es que visto lo visto desde que llevó a Wisconsin…

Los Bucks se desprendieron de Delon Wright, AJ Johnson, el derecho sobre su primera ronda de 2028, sujeta a intercambio, y un histórico de la franquicia como Khris Middleton. Dada la situación, apretada, en cuanto a assets de un teórico aspirante al título, un precio importante. El intento de insuflar energía al proyecto Giannis Antetokounmpo-Damian Lillard, que está cerca de completar dos temporadas de fiasco. Las lesiones habían sacado a Middleton de cualquier opción de ser importante, y estable, en una rotación de la que hacía no tanto había sido una parte fundamental. La cuestión, trascendental, era si Kuzma podía ayudar a dar ese impulso que no parece llegar de ninguna manera… y que por ahora tampoco está aportando, prácticamente ni en lo más mínimo, el ala-pívot.

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