Baloncesto
Olympiacos-Real Madrid, un duelo con cuentas pendientes

El Olympiacos lleva más de una década sin levantar la Euroliga. La última fue en 2013, en la Final Four de Londres, cuando le remontó 17 puntos al Real Madrid para tumbar al por entonces equipo de Pablo Laso por 100-88 y revalidar el título que había logrado un año antes con aquel tiro de Printezis ante el CSKA Moscú. Desde entonces, cinco Final Four más y un muro contra el que han chocado una y otra vez. Y ese no es otro que el Real Madrid, su rival, a partir del miércoles, en el playoff de cuartos.
Vezenkov y Fournier aterrizaron este curso en un Olympiacos que no olvida aquella canasta de Llull en la Final Four de Kaunas en 2023.
El Olympiacos lleva más de una década sin levantar la Euroliga. La última fue en 2013, en la Final Four de Londres, cuando le remontó 17 puntos al Real Madrid para tumbar al por entonces equipo de Pablo Laso por 100-88 y revalidar el título que había logrado un año antes con aquel tiro de Printezis ante el CSKA Moscú. Desde entonces, cinco Final Four más y un muro contra el que han chocado una y otra vez. Y ese no es otro que el Real Madrid, su rival, a partir del miércoles, en el playoff de cuartos.
En dos de las últimas tres Euroligas que han levantado los blancos, el Olympiacos fue su rival en la final. Empezando por la cita madrileña de 2015, en la que los madridistas acabaron con una sequía que duraba ya dos décadas. Con Andrés Nocioni como MVP, el Real Madrid no dio opción al Olympiacos (78-59) vengando la derrota de dos años antes. Pero si una victoria blanca ha dolido en el equipo de El Pireo esa es la de 2023, en Kaunas, con aquel canastón desde cinco metros de Sergio Llull, con el gigante Moustapha Fall (2,18) encima, que valió la Undécima (78-79) y dejó ganas de venganza en el equipo rojiblanco.
El Olympiacos, que también cayó ante el Real Madrid, aunque en semifinales, en la Final Four del curso pasado en Berlín, ha tirado la casa por la ventana para intentar volver a reinar en Europa. El curso le ha ido bien: ha sido el mejor de la temporada, aunque el premio en los cruces sea un Real Madrid, que ante el Bayern este viernes jugó uno de sus partidos más completos del año.
Los de Bartzokas, en cambio, no han llegado tan finos a esta recta final de temporada (tres derrotas en los últimos cinco encuentros), pero recuperan a Thomas Walkup para los cuartos, un jugador que vertebra el juego de su equipo y que le da también un plus más en defensa.
En verano hicieron los deberes para recuperar el trono europeo. Primero, con la vuelta de su MVP, un Sasha Vezenkov que le perdonó a los Raptors más de seis millones de dólares para regresar a Grecia y que es el jugador más valorado de toda la Euroliga (24,5). El ala-pívot búlgaro promedia 20,2 puntos y 6,6 rebotes, se ha colado en el quinteto ideal del curso y vuelve a ser firme candidato a MVP, con permiso de Kendrick Nunn y el fenómeno TJ Shorts.
Pero del baloncesto americano no sólo llegó Vezenkov sino también Evan Fournier. El alero francés, deseado por muchos, puso punto final a doce años en la mejor liga del mundo y aunque sus números no son tan espectaculares como los de su compañero, es un auténtico killer (15,8 tantos), uno de los tiradores más fiables de la competición y un jugador que suele crecerse en los momentos importantes.
Con otros fichajes en el tintero (Luca Vildoza, Tyler Dorsey, el lesionado Keenan Evans… y Saben Lee antes del cierre del mercado), también pudo conservar la base de otros años. Empezando por el anti-Tavares Moustapha Fall, Nikola Milutinov, Alec Peters, Kosta Papanikolaou… y un ex de los blancos, Nigel Williams-Goss, campeón con el Real Madrid aquella noche de 2023 en la que Llull silenció Kaunas.
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