EEUU advierte a sus empresas de tecnología: los aranceles sobre los chips importados entrarán en vigor pronto

La Administración estadounidense responsable del despliegue de los aranceles no descansa. El viernes pasado y ya cerca de la medianoche, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU publicó un comunicado en el que oficializaba que algunos dispositivos electrónicos y componentes estratégicos quedaban exentos temporalmente de los aranceles. De todos ellos. Del 10% global aplicado a la mayor parte de los países del planeta, y también del altísimo arancel que penaliza a las importaciones que proceden de China.

Este volantazo del Gobierno de Donald Trump es inesperado en el contexto de confrontación que EEUU sostiene no solo con el país liderado por Xi Jinping, sino esencialmente con todas las naciones con las que mantiene relaciones comerciales. Sin embargo, tiene sentido. Una de las categorías de componentes estratégicos que por el momento quedan exentas de estos impuestos son los semiconductores. El negocio de muchas compañías de tecnología estadounidenses depende de los circuitos integrados que importan de Taiwán, China o Corea del Sur, y los aranceles tienen la capacidad de comprometerlo.

Los aranceles llegarán pronto a los circuitos integrados importados

Con toda seguridad Apple, NVIDIA, AMD, Qualcomm, Broadcom y muchas otras compañías estadounidenses cuya actividad depende en gran medida de los semiconductores fabricados en Asia han respirado aliviadas después de conocer la exención de la que se benefician los chips. Sin embargo, la alegría ha debido de durarles poco. Y es que hace apenas unas horas el presidente Donald Trump ha confirmado que durante la semana que acabamos de iniciar anunciará la tasa arancelaria con la que finalmente gravará los circuitos integrados importados.

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El Gobierno liderado por Donald Trump persigue reorganizar la industria global de los semiconductores

También ha anticipado que algunas empresas de la industria de los semiconductores tendrán cierta flexibilidad, aunque no ha especificado ni cuáles serán esas empresas ni en qué medida podrán seguir importando circuitos integrados eludiendo los aranceles. Tendremos que esperar un poco más para tener esta información. Sea como sea es evidente que la estrategia del Gobierno liderado por Donald Trump persigue reorganizar la industria global de los chips para conseguir que EEUU no necesite importar ningún circuito integrado de valor crítico, como, por ejemplo, los que utilizan sus empresas para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA) o desarrollar armamento avanzado.

El desafío que tiene la Administración estadounidense por delante es que la reubicación de una parte importante de la infraestructura de producción de chips y la reorganización de las cadenas de suministro no pueden llevarse a cabo en poco tiempo. Este es el auténtico motivo por el que el Gobierno se ha visto obligado a liberar los componentes críticos que necesitan sus empresas de los aranceles. Todo esto no responde a ninguna elucubración. Trump lo ha expresado con total claridad hace unas horas.

«Queríamos simplificarlo para muchas otras empresas porque queremos fabricar nuestros chips y otras cosas en nuestro país […] No obstante, tienes que mostrar cierta flexibilidad. Nadie debería ser tan rígido […] Estamos analizando los semiconductores y toda la cadena de suministro de la electrónica en las próximas investigaciones arancelarias por el bien de la seguridad nacional», ha sentenciado Donald Trump. Así pinta el panorama. En un plazo no superior a dos meses EEUU anunciará definitivamente a qué aranceles estarán sometidos tanto los semiconductores como otros productos tecnológicos críticos procedentes de China. Nos mantendremos a la expectativa hasta entonces.

Más información | Reuters

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Juan Carlos López

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La Administración estadounidense responsable del despliegue de los aranceles no descansa. El viernes pasado y ya cerca de la medianoche, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU publicó un comunicado en el que oficializaba que algunos dispositivos electrónicos y componentes estratégicos quedaban exentos temporalmente de los aranceles. De todos ellos. Del 10% global aplicado a la mayor parte de los países del planeta, y también del altísimo arancel que penaliza a las importaciones que proceden de China. Este volantazo del Gobierno de Donald Trump es inesperado en el contexto de confrontación que EEUU sostiene no solo con el país liderado por Xi Jinping, sino esencialmente con todas las naciones con las que mantiene relaciones comerciales. Sin embargo, tiene sentido. Una de las categorías de componentes estratégicos que por el momento quedan exentas de estos impuestos son los semiconductores. El negocio de muchas compañías de tecnología estadounidenses depende de los circuitos integrados que importan de Taiwán, China o Corea del Sur, y los aranceles tienen la capacidad de comprometerlo. Los aranceles llegarán pronto a los circuitos integrados importados Con toda seguridad Apple, NVIDIA, AMD, Qualcomm, Broadcom y muchas otras compañías estadounidenses cuya actividad depende en gran medida de los semiconductores fabricados en Asia han respirado aliviadas después de conocer la exención de la que se benefician los chips. Sin embargo, la alegría ha debido de durarles poco. Y es que hace apenas unas horas el presidente Donald Trump ha confirmado que durante la semana que acabamos de iniciar anunciará la tasa arancelaria con la que finalmente gravará los circuitos integrados importados. En Xataka Este reactor nuclear es diferente a todos los demás. Ha sido diseñado expresamente para los centros de datos El Gobierno liderado por Donald Trump persigue reorganizar la industria global de los semiconductores También ha anticipado que algunas empresas de la industria de los semiconductores tendrán cierta flexibilidad, aunque no ha especificado ni cuáles serán esas empresas ni en qué medida podrán seguir importando circuitos integrados eludiendo los aranceles. Tendremos que esperar un poco más para tener esta información. Sea como sea es evidente que la estrategia del Gobierno liderado por Donald Trump persigue reorganizar la industria global de los chips para conseguir que EEUU no necesite importar ningún circuito integrado de valor crítico, como, por ejemplo, los que utilizan sus empresas para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA) o desarrollar armamento avanzado. El desafío que tiene la Administración estadounidense por delante es que la reubicación de una parte importante de la infraestructura de producción de chips y la reorganización de las cadenas de suministro no pueden llevarse a cabo en poco tiempo. Este es el auténtico motivo por el que el Gobierno se ha visto obligado a liberar los componentes críticos que necesitan sus empresas de los aranceles. Todo esto no responde a ninguna elucubración. Trump lo ha expresado con total claridad hace unas horas. "Queríamos simplificarlo para muchas otras empresas porque queremos fabricar nuestros chips y otras cosas en nuestro país […] No obstante, tienes que mostrar cierta flexibilidad. Nadie debería ser tan rígido […] Estamos analizando los semiconductores y toda la cadena de suministro de la electrónica en las próximas investigaciones arancelarias por el bien de la seguridad nacional", ha sentenciado Donald Trump. Así pinta el panorama. En un plazo no superior a dos meses EEUU anunciará definitivamente a qué aranceles estarán sometidos tanto los semiconductores como otros productos tecnológicos críticos procedentes de China. Nos mantendremos a la expectativa hasta entonces. Más información | Reuters En Xataka | NVIDIA va a poder seguir vendiendo en China sus GPU H20 para IA. Le ha costado una cena de 1 millón de dólares por comensal