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Como un fármaco humano hace al salmón más valiente

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El clobazam, un fármaco ansiolítico, está contaminando nuestras vías fluviales. Un estudio sueco halló que altera la forma en que migran los salmones salvajes del Atlántico.

​El clobazam, un fármaco ansiolítico, está contaminando nuestras vías fluviales. Un estudio sueco halló que altera la forma en que migran los salmones salvajes del Atlántico.  

Un fármaco ansiolíticocomún, que se ha detectado como contaminante en ríos de todo el mundo, parece estar influyendo en el comportamiento migratorio del salmónatlántico salvaje, según un estudio realizado en Suecia.

El estudio, publicado en la revista Science, descubrió que los salmones salvajes se volvían menos reacios al riesgo al estar expuestos al clobazam, un fármaco psicoactivo. Esto, a su vez, modificaba su patrón migratorio.

«[Los salmones expuestos al clobazam] tenían más probabilidades de completar su migración hacia el mar y atravesaban barreras artificiales como represas hidroeléctricas más rápido que los peces que no estuvieron expuestos”, explica Jack Brand, autor principal del estudio y miembro de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas en Uppsala.

«Aunque un mayor éxito migratorio podría parecer un efecto positivo a primera vista, cualquier alteración de los comportamientos naturales puede tener consecuencias negativas que se expanden por los ecosistemas”, advierte Brand a DW.

Diversos estudios han detectado contaminación farmacéutica en ríos de todos los continentes, incluida la Antártida. Se han identificado casi mil principios activos de medicamentos en entornos naturales alrededor del mundo, afectando la biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y la salud pública.

Cómo la contaminación farmacéutica altera la migración del salmón

Los investigadores llevaron a cabo extensos estudios de campo y experimentos controlados en laboratorio para analizar los efectos del clobazam sobre el comportamiento del salmón, dado que el fármaco se ha detectado ampliamente en cuerpos de agua en todo el mundo. En los experimentos, implantaron a 279 salmones salvajes un dispositivo de telemetría para rastreo, junto con un implante que liberaba pequeñas dosis de clobazam de forma progresiva.

Los científicos rastrearon a los salmones durante su descenso por el río Dal, en Suecia, mientras atravesaban dos represas hidroeléctricas hasta llegar al mar Báltico. Descubrieron que el grupo de control -salmones no expuestos al clobazam- atravesaba las represas hidroeléctricas más lentamente que los peces expuestos al medicamento.

Dos científicos en el río Dal, Suecia.
Los investigadores siguieron a salmones en libertad para ver cómo el fármaco clobazam afectaba a los comportamientos migratorios de los peces.Imagen: Michael Bertram

«Sospechamos que estos cambios observados en la migración podrían deberse a alteraciones inducidas por el fármaco en la dinámica social y a un aumento del comportamiento arriesgado, efectos que podrían explicarse por la naturaleza ansiolítica del clobazam”, afirma Brand.

Cómo el clobazam modifica el comportamiento del salmón

Los experimentos en laboratorio también revelaron que el clobazam alteraba el modo en que los salmones nadaban en cardúmenes. Los grupos eran menos compactos, especialmente en presencia de depredadores, lo que podría aumentar los riesgos que enfrentan en la naturaleza.

«Una alteración en el momento de la migración podría hacer que los peces lleguen al mar en condiciones poco óptimas o incrementar su exposición a depredadores y otros peligros. Con el tiempo, estos cambios sutiles pueden modificar la dinámica poblacional e incluso alterar el equilibrio de los ecosistemas”, advierte Brand.

El estudio no reveló efectos a largo plazo de la contaminación farmacéutica sobre las poblaciones de salmón.

«Los investigadores siguieron a los peces durante el periodo que les llevó migrar, que fue de aproximadamente 10 días”, explica a DW Josefin Sundin, ecóloga del Instituto de Investigación de Aguas Dulces en Drottningholm, Suecia, quien no participó en el estudio.

«No sabemos cómo se vieron afectados los smolt [salmones jóvenes] durante su vida posterior en el mar Báltico, ni si habrá efectos cuando regresen al río como adultos para reproducirse”, dice Sundin a DW.

Cómo contaminan los fármacos otras vías fluviales del mundo

Este estudio es el más reciente en destacar el problema ecológico que supone la contaminación farmacéutica.

Hasta ahora, los científicos han investigado los efectos de más de 400 compuestos farmacológicos en casi 200 especies de animales acuáticos.

Los medicamentos llegan al medio ambiente a través de aguas residuales tratadas o sin tratar, así como del vertido de desechos de la ganadería o de clínicas veterinarias. Las sustancias se acumulan en los cuerpos y cerebros de animales salvajes.

Experimentos realizados en Canadá en 2006 revelaron que las poblaciones de peces estaban siendo expuestas a estrógenos sintéticos presentes en píldoras anticonceptivas. La acumulación de esta hormona en peces salvajes provocó la feminización de los machos y el colapso casi total de ciertas poblaciones.

«Muchos -aunque no todos- los estudios encontraron que el fármaco analizado tenía un efecto en el comportamiento animal”, señala Sundin.

Dada la presencia generalizada de sustancias farmacológicas en los ecosistemas acuáticos, Brand sospecha que muchas especies diferentes podrían ser vulnerables a sus efectos. Estudios recientes muestran que los fármacos pueden recorrer toda la cadena alimentaria.

«Esto puede afectar no solo a la vida acuática, sino también a animales terrestres que se alimentan de insectos o peces provenientes de aguas contaminadas, lo que demuestra el gran alcance que pueden tener estos efectos”, concluye Brand.

(gg/ms)

 

​Deutsche Welle: DW.COM – Ciencia y Tecnologia

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