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Nuevo método de «eficacia prometedora» aumenta la supervivencia en pacientes con cáncer terminal

Durante los ensayos clínicos, el tratamiento con un virus modificado mejoró la inmunidad antitumoral sistémica e hizo que los tumores resistentes a tratamientos convencionales se sensibilizaran otra vez.


Científicos chinos han desarrollado una terapia experimental con un virus modificado que refuerza la inmunidad y aumenta la eficacia de los tratamientos antitumorales en los pacientes que sufren de cáncer de hígado en etapa terminal y ya no pueden ser tratados de manera convencional.
Los resultados de los ensayos clínicos avanzados —llevados a cabo por los investigadores del Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Zhejiang— fueron recientemente publicados en la revista Nature.
Mejorando el pronóstico
El carcinoma hepatocelular sigue siendo uno de los cánceres más mortales a nivel mundial, con un pronóstico desfavorable y una tasa de supervivencia de 5 años de aproximadamente el 18 %, destaca el estudio. No obstante, ya en la etapa de los ensayos iniciales de esta nueva terapia experimental la expectativa de vida de 40 pacientes con cáncer de hígado casi se duplicó, recuerda South China Morning Post.
Luego de obtener estos resultados prometedores, el año pasado, fue aprobada la terapia de un virus de herpes simple modificado para la siguiente etapa de investigación.
Los científicos se centraron en los virus oncolíticos, ya que «ofrecen un mecanismo novedoso al dirigirse a las células cancerosas para su replicación y lisis selectivas, estimulando así la inmunidad anticancerígena». La ventaja de estos virus consiste en que «no solo destruyen las células cancerosas, sino que también liberan neoantígenos asociados al cáncer, lo que mejora la inmunidad antitumoral sistémica«, destaca el estudio.
Un virus para curar el cáncer
Sobre esta base, los investigadores desarrollaron el VG161: un virus de herpes simple oncolítico modificado. Durante los ensayos clínicos en los pacientes con cáncer de hígado avanzado, «el VG161 fue bien tolerado, sin observarse toxicidades limitantes de la dosis, y demostró una eficacia prometedora al remodelar el microambiente inmunitario tumoral y volver a sensibilizar tumores que previamente eran resistentes a tratamientos sistémicos».
Además, el equipo desarrolló un modelo de predicción de eficacia que «identificó con éxito a los pacientes con probabilidad de beneficiarse con el VG161 y predijo una supervivencia general prolongada«.
De acuerdo con la investigación, estos hallazgos posicionan al VG161 como «una prometedora opción terapéutica de tercera línea para el carcinoma hepatocelular refractario», lo que «abre una nueva vía de tratamiento y supone un avance en el campo de las inmunoterapias oncolíticas basadas en virus».