Deportes
Rodrygo corre peligro
Si la cara es el espejo del alma, la de Rodrygo dice que algo está pasando con él en el Real Madrid. El Clásico de la final de Copa fue la gota que colmó el vaso de la deriva en la que ha entrado, en la que solo ha podido marcar un gol en los últimos 21 partidos que ha jugado. En La Cartuja, Ancelotti lo sustituyó en el descanso (por un Mbappé renqueante que al principio sí que cambió el partido) después de haberle dado la titularidad. Más aún, el italiano ha sido el más firme defensor de su fútbol en las últimas temporadas, apostando firmemente por él a costa del equilibrio del equipo. Pero ese cambio en La Cartuja señala al brasileño definitivamente.
El brasileño da señales de no estar contento, su rendimiento decae definitivamente y el club puede venderlo para hacer caja.
Si la cara es el espejo del alma, la de Rodrygo dice que algo está pasando con él en el Real Madrid. El Clásico de la final de Copa fue la gota que colmó el vaso de la deriva en la que ha entrado, en la que solo ha podido marcar un gol en los últimos 21 partidos que ha jugado. En La Cartuja, Ancelotti lo sustituyó en el descanso (por un Mbappé renqueante que al principio sí que cambió el partido) después de haberle dado la titularidad. Más aún, el italiano ha sido el más firme defensor de su fútbol en las últimas temporadas, apostando firmemente por él a costa del equilibrio del equipo. Pero ese cambio en La Cartuja señala al brasileño definitivamente.
La gestualidad de Rodrygo, su aparente tristeza, delata que puede haber algo más detrás de su bajo estado de forma. Un bajón que coincide, además, con la noticia desvelada por la Cadena SER y confirmada por AS de que Vinicius ya ha pactado su renovación con el Real Madrid hasta 2030. A más, Mbappé y Bellingham están recién fichados y mostrando un rendimiento estratosférico dentro y fuera del campo (fuera, por el tirón de marketing y publicidad que ambos tienen). Y Rodrygo se ha quedado definitivamente como el eslabón más débil de los 4 Fantásticos.
Si algo ha quedado demostrado esta temporada es que el equipo no se sostiene con los cuatro de arriba (Bellingham, Mbappé, Vinicius y el propio Rodrygo). La aparente llegada de un nuevo entrenador le deja en una posición de inferioridad respecto a sus competidores por un puesto en el once. La renovación de Vinicius ha sido una alegría en lo personal, pues es obvio que ambos son amigos, pero un mazazo en lo profesional. Vini y Mbappé copan definitivamente el ataque, y el hecho de que el Real Madrid se haya apresurado en cerrar la renovación de Vini, incluso antes de que termine la temporada, habla a las claras de la apuesta firme que hace por él. El Madrid ha elegido.
Ahora se abre un nuevo horizonte para Rodrygo. Tiene contrato hasta 2028 y, aparentemente, es una de las piezas más factibles con las que el Madrid puede hacer caja para afrontar algún fichaje importante que tiene que hacer para el centro del campo o la defensa, más allá de la llegada a coste cero de Alexander-Arnold. Para que eso suceda, Rodrygo tiene que estar dispuesto a irse. Y esa es la incógnita que queda por descubrirse (ahora que el club ha movido ficha renovando a Vini).
“Sí, bueno… Todo puede pasar. Tengo contrato aquí pero… los años que ya he estado fueron un placer para mí”, dijo Rodrygo antes de la llegada de Mbappé, dejando entrever su salida, aunque luego rectificó. El fichaje del francés fue un jarro de agua fría para él. La renovación de Vini tampoco le hace bien. No parece contento por su gestualidad. La situación del brasileño en el Madrid está más en el aire que nunca.
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