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Lamine Yamal se agiganta en los días grandes
A la espera que pueda lucir el número 10 en la espalda, Lamine Yamal lo tiene todo para convertirse en el heredero de Leo Messi en el Barcelona. Las comparaciones son odiosas pero viendo lo que está logrando el genio de Rocafonda a sus 17 años nos obliga a ellas, aunque pueda parecer una temeridad. A día de hoy, parece imposible pensar que igualará los registros del argentino, pero en algunos aspectos las semejanzas ya son evidentes.
El delantero del Barcelona volvió a ser decisivo en un partido transcendental para su equipo, con dos asistencias de gol y trabajando defensivamente
A la espera que pueda lucir el número 10 en la espalda, Lamine Yamal lo tiene todo para convertirse en el heredero de Leo Messi en el Barcelona. Las comparaciones son odiosas pero viendo lo que está logrando el genio de Rocafonda a sus 17 años nos obliga a ellas, aunque pueda parecer una temeridad. A día de hoy, parece imposible pensar que igualará los registros del argentino, pero en algunos aspectos las semejanzas ya son evidentes.
Y una de ellas es clarísima. Lamine Yamal, como Messi, se agiganta en los grandes partidos. Nunca se esconde cuándo el equipo más lo necesita. Pese a su juventud, el delantero azulgrana sabe perfectamente cuál es su responsabilidad en el equipo y el peso que tiene en el juego. Los partidos decisivos le ponen. Y lo volvió a demostrar en la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Se quedó sin marcar (Courtois le sacó el gol) pero regaló las dos asistencias a Pedri y Ferran Torres.
Pero es que además del trabajo ofensivo, Lamine Yamal acabó la final de la Copa con once posesiones ganadas, el que más del equipo junto a Iñigo Martínez, un dato que demuestra que además de ser clave en ataque tuvo un gran compromiso defensivo.
En el anterior Clásico, en la final de la Supercopa de España en Yeda, dejó su selló marcando el gol del empate (el Madrid se adelantó gracias a Mbappé) con una jugada en la que recordó mucho a Messi y asistió a Balde para poner el 1-5 en el marcador. Pero Lamine también se salió en el duelo de Liga ante el Madrid en el Santiago Bernabéu (0-4) firmando el tercer gol. En ese estadio, precisamente, el árbitro Soto Grado y Sánchez Martínez desde el VAR le birlaron un gol que había entrado. Ese día el Barcelona perdió 3-2.
El Barcelona logró levantar la Copa del Rey en Sevilla ante el Madrid gracias a que en las semifinales ante el Atlético, Lamine Yamal no se escondió. En el 4 a 4 de la ida en Montjuïc y en la vuelta le regaló el gol a Ferran Torres para certificar el pase a la final. Precisamente, también fue decisivo en el duelo de Liga ante los de Simeone logrando un gol que supuso el 2-3 en el marcador. Ese triunfo prácticamente descartaba a los colchoneros en la lucha por el título de Liga.
En Europa, Lamine Yamal también se ha lucido en las grandes citas. En la fase Liga cuajó un partidazo ante el Bayern de Múnich en el Lluís Companys firmando una asistencia a Raphinha, en la eliminatoria ante el Benfica sumó otra asistencia y marcó un golazo. En cuartos ante el Borussia Dortmund puso el 4 a 0 para ir más tranquilos a Alemania.
El de Rocafonda no sólo se luce con el Barcelona porque hace lo mismo con la Selección Española. En las semifinales de la Eurocopa contra Francia marcó un golazo y en la final dio una asistencia a Nico Williams para tumbar a Inglaterra.
