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Koundé, el héroe que no desfallece

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En París se vistió de héroe inesperado Juliano Belletti. Su gol ante el Arsenal sirvió para que el Barcelona se llevase su segunda Champions y para que el actual entrenador del Juvenil A entrara en la historia del club azulgrana. Ayer, muchos años después, fue otro lateral derecho el que le dio un título al Barcelona. No se puede comparar el valor ni la importancia del gol pero es de justícia reconocer el valor de los jugadores secundarios en un equipo. Y en la final de Sevilla, Jules Koundé, los reivindicó a todos. El francés siempre será recordado por ese derechazo en el minuto 116’ de la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid en el estadio de La Cartuja. Es el hombre de la final.

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 Koundé sentenció la final con un gran derechazo en el minuto 116 de la prórroga.  

En París se vistió de héroe inesperado Juliano Belletti. Su gol ante el Arsenal sirvió para que el Barcelona se llevase su segunda Champions y para que el actual entrenador del Juvenil A entrara en la historia del club azulgrana. Ayer, muchos años después, fue otro lateral derecho el que le dio un título al Barcelona. No se puede comparar el valor ni la importancia del gol pero es de justícia reconocer el valor de los jugadores secundarios en un equipo. Y en la final de Sevilla, Jules Koundé, los reivindicó a todos. El francés siempre será recordado por ese derechazo en el minuto 116’ de la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid en el estadio de La Cartuja. Es el hombre de la final.

El partido parecía estar predestinado a los penaltis. Los dos equipos habían llegado a los últimos minutos de la final agonizando, con las fuerzas al límite. En el Barcelona, los delanteros ya no podían más. Pero Koundé, el incombustible Koundé, sacó fuerzas de su interior para interceptar un mal pase de Luka Modric, otro incombustible, en la frontal del área para sacarse un derechazo ajustado imparable para Courtois, uno de los mejores porteros del mundo.

Jugador clave. Jules Koundé es un hombre de Hansi Flick. Obsesivo con la puntualidad y las faltas de respeto, el técnico alemán lo ha castigado en más de una ocasión con el banquillo por llegar tarde a las charlas previas a un partido. Si no fuera por esos pequeños detalles, para Flick seria el jugador perfecto. De gran rendimiento y profesional como pocos. Y que siempre está disponible. “El problema con Koundé es que si un día hacemos 30 minutos menos de entreno se va a correr a Sitges. Prefiero que corra en el campo”, bromeó el entrenador del Barcelona hace unos días cuando le preguntaron por qué no le daba descanso.

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Además del gol, Koundé fue decisivo en otras jugadas de la final. Para empezar, estuvo a punto de marcar con un testarazo. Después estuvo my certero bloqueando un remate de Fran García y cortando un centro raso de Vinicius. Sale en la foto del gol de Tchouameni, como ‘Tek’, pero lo arregló con un golazo que vale una Copa del Rey.

 

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