Deportes
Eric-Gavi-Fermín: la medular de guardia
Hay cierto consenso en que el tridente De Jong-Pedri-Olmo estos días es el centro del campo titular del Barça. En el fútbol de ahora, sin embargo, los cambios juegan un rol decisivo. Y, en cierto modo, a los azulgrana les salvó la final. El Madrid había crecido físicamente y se había montado encima del Barça, cuyo ritmo había caído. A Flick no le tembló el pulso y, pese a estar hablando de vacas sagradas, fue retirando del terreno de juego a Olmo, De Jong y Pedri para dar entrada a Eric Garcia, Gavi y Fermín. Sin ser decisivos en los goles, dieron presencia, oxigenaron a los azulgrana y equilibraron un partido que parecía caerse.
Su aparición resultó básica para que el Barça recuperase estabilidad en la final. Pueden tener un rol clave en la semifinal contra el Inter de Milán.
Hay cierto consenso en que el tridente De Jong-Pedri-Olmo estos días es el centro del campo titular del Barça. En el fútbol de ahora, sin embargo, los cambios juegan un rol decisivo. Y, en cierto modo, a los azulgrana les salvó la final. El Madrid había crecido físicamente y se había montado encima del Barça, cuyo ritmo había caído. A Flick no le tembló el pulso y, pese a estar hablando de vacas sagradas, fue retirando del terreno de juego a Olmo, De Jong y Pedri para dar entrada a Eric Garcia, Gavi y Fermín. Sin ser decisivos en los goles, dieron presencia, oxigenaron a los azulgrana y equilibraron un partido que parecía caerse.
Fermín fue un dolor de cabeza para el Madrid. Se movió bien por toda la zona de creación, encaró a rivales, incomodó a Fran García y Rüdiger. Fue un elemento desestabilizador en el partido. Fue intenso (cometió tres faltas y ganó cuatro posesiones) e incisivo (intentó tres regates de los que salió exitoso en dos). Jugó con inteligencia y sin la precipitación de algunos otros días, en los que ha buscado demasiado rápido el disparo. A Fermín, que estuvo rodeado de sus más cercanos (hasta sus abuelos acudieron a Sevilla desde El Campillo), le guardaron las espaldas Gavi y Eric. El primero, que jugó cerca de casa, fue un pulmón, que intervino 22 veces en el poco rato que estuvo en el campo. Ganó duelos aéreos, posesiones, y empujó al equipo hacia arriba con conducciones, sabedor de que estaba sufriendo y necesitaba alejarse de la portería de Szczesny.
Eric puso la inteligencia. Cada vez más cómodo en la posición de mediocentro, paró el partido cuando convenía y sacó una falta clave a Mbappé en los estertores del partido que sacó de quicio al banquillo del Madrid, que terminó de finiquitar el partido con sus protestas desde la zona, expulsiones incluidas. Eric Garcia no limpia las jugadas como De Jong. Sin embargo, y pese a su juventud, conoce el oficio y hace cosas positivas para el equipo. La buena noche de los tres tranquiliza a Hansi Flick, que es consciente de que va a tener que tirar de ellos mucho de aquí a final de temporada. El alemán ha conseguido que, hayan tenido más o menos protagonismo, todo el grupo haya llegado enchufado a final de temporada, listo para jugar porque es obvio que el maratón de partidos de la temporada da oportunidades a todos.
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