Baloncesto
El Movistar Estudiantes no se encuentra

Cuatro salidas, cuatro derrotas. Es el balance que presenta ahora mismo el Movistar Estudiantes de Natxo Lezkano. La última, este domingo, en el pabellón Pedro Ferrándiz ante el HLA Alicante (88-77), que se vio desbordado los primeros 17 minutos y, luego, se permitió cerrar el partido con comodidad por la decisión de los colegiales de despedirse poco a poco, minuto a minuto, de competir. Los ramireños dimitieron antes del bocinazo final.
Dura derrota en Alicante de un equipo que se deshizo con el paso de los minutos envuelto en el nerviosismo. Mal en defensa y perdidos en ataque.
Cuatro salidas, cuatro derrotas. Es el balance que presenta ahora mismo el Movistar Estudiantes de Natxo Lezkano. La última, este domingo, en el pabellón Pedro Ferrándiz ante el HLA Alicante (88-77), que se vio desbordado los primeros 17 minutos y, luego, se permitió cerrar el partido con comodidad por la decisión de los colegiales de despedirse poco a poco, minuto a minuto, de competir. Los ramireños dimitieron antes del bocinazo final.
RESUMEN
77 – Movistar Estudiantes (24+18+19+16): Granger (7), Schmidt (9), Rubio (5), Alderete (7), Kravic (7) -cinco inicial-, Andric (3), Sola (8), Alonso (11), Díaz (0), Rodríguez (10) y Barro (10).
Árbitros: Lucas de Lucas, González Cuervo y Acevedo Perera.
Incidencias: Pabellón Pedro Ferrándiz; 4.000 espectadores.
Los de Rubén Perelló certifican con este triunfo una permanencia que ya se daba por hecha y ahora miran al playoff. Allí podrían verse las caras de nuevo con los colegiales, que navegan entre la segunda y la cuarta plaza. El Obradoiro, en la quinta, está al acecho. Y, lo peor de todo, una pinta mala.
Los problemas defensivos que tenía el grupo con Pedro Rivero siguen ahí. Inmutables. Incansables en el desaliento. Si que cierto que hay tensión cuando el ataque fluye. Mientras hay puntos y el equipo está por encima del marcador. Pero si llegan las curvas, se pierde estabilidad atrás. Se olvidan las ayudas, el orden y el concierto. En ataque todo acaba en individualidades. Vamos, lo mismo de hace un mes con el segoviano en el banquillo, pero con cuatro derrotas más.
El Alicante esperaba a los colegiales en una cancha fortificada, en un pabellón que, con el triunfo de este domingo, suma diez victorias en los últimos once partidos. Antes del Estudiantes ya había caído el Sïlbo San Pablo Burgos. Solo el Súper Agropal Palencia ha conseguido salir con vida de un feudo que vivió un verdadero torbellino de salida por parte de los visitantes.
Del 11-9 tras el dominio de Larsen en la zona al 16-24 con el que se cerró el primer cuarto pasaron 3:30 y tres triples colegiales. El Estu mantenía bien cerrada su zona. Controlaba el rebote y se permitía correr libre por la cancha. El Alicante tardón los primeros tres minutos del segundo periodo en atar a su rival. De frenarlo cuando peor se veían. Con 23-36, los locales empezaron a enlazar buenas acciones en ataque: un poquito de Mwena, otro de Álex López. Rosa y Moute a Bidias pusieron algo de su parte también en ataque. Y en defensa, igual, con los suplentes en pista, los madrileños se secaron. Chocaron con el muro alicantino y solo anotaron 6 tantos en los 8 minutos finales antes del descanso. Parcial de 17-6 para cerrar el segundo cuarto.
Mala pinta. Muy mala pinta con un equipo hacia arriba y otro hacia abajo. Los madrileños se sujetaron. Respondían a los golpes alicantinos hasta que colapsaron definitivamente en ataque. Otra vez secos en una guerra por su cuenta que los locales aprovecharon… al igual que aprovecharon que cada acercamiento al aro rival era una canasta. Larsen enlazó 6 puntos seguidos y Kancinas descerrajó un triple que puso el 62-57. A pesar de dos empujes de Schmidt, los colegiales se deshacían y el Alicante entró 6 arriba al último periodo (67-61).
Y en dos minutos, el jaque mate. Triple Kancinas y otro de Aris. Bressán aprovechaba el guirigay que es la zona estudiantil cuando se pone nerviosa y desconecta, y los locales, +14 (75-61). Poco más. Arreones visitantes. Paciencia local. Mala pinta estudiantil que mientras sus rivales directos crecen, ellos descienden. O Lezkano tiene algo escondido para la parte final o esto pinta a otro año más en Primera FEB. El quinto. Es duro.
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