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Dos gigantes con los mismos gustos

Madrid y Barça. Un duelo chispeante, siempre. No se necesita aderezo. Pero lo hay. Un título en juego. La batalla por dejar KO al enemigo en Copa. Para teñir Sevilla de blanco o azulgrana. Dos colores que no mezclan. No importan contextos. Es el Clásico por antonomasia. Son dos gigantes frente a frente. Goliath contra Goliath. Una galaxia en La Cartuja. Muchas estrellas… que pudieron vestir la elástica contraria. Porque son dos clubes antónimos, pero con gustos similares. Una batalla perenne sobre el campo… y en los despachos. Vinicius, Rodrygo, Mbappé, Lewandowski, Pedri, Gavi… Intereses cruzados.
Jugadores que vistieron la camiseta del Barcelona y Real Madrid
Recopilación de futbolistas que han defendido la camiseta del Barcelona y el Real Madrid en algún momento de su carrera profesional.
Madrid-Barça. El Clásico por antonomasia. Sobre el campos… y en el mercado. Vinicius, Rodrygo, Mbappé, Lewandowski, Pedri, Araújo… Intereses cruzados.
Madrid y Barça. Un duelo chispeante, siempre. No se necesita aderezo. Pero lo hay. Un título en juego. La batalla por dejar KO al enemigo en Copa. Para teñir Sevilla de blanco o azulgrana. Dos colores que no mezclan. No importan contextos. Es el Clásico por antonomasia. Son dos gigantes frente a frente. Goliath contra Goliath. Una galaxia en La Cartuja. Muchas estrellas… que pudieron vestir la elástica contraria. Porque son dos clubes antónimos, pero con gustos similares. Una batalla perenne sobre el campo… y en los despachos. Vinicius, Rodrygo, Mbappé, Lewandowski, Pedri, Gavi… Intereses cruzados.
Recopilación de futbolistas que han defendido la camiseta del Barcelona y el Real Madrid en algún momento de su carrera profesional.
Real Madrid
Vinicius
Uno de los grandes ‘y sis’ del fútbol moderno. “Queríamos ficharle cuando estaba trabajando para el Barcelona. Estaba todo listo para firmar, pero al final la familia y los agentes cambiaron de idea de una manera no muy transparente“. Así explicaba André Cury, en AS, un volantazo que cambió la historia reciente de los Clásicos. En 2017, la por entonces joya de Flamengo tenía puentes tendidos con la Ciudad Condal, pero el proyecto blanco y el deseo del joven, 45 millones de euros mediante, dinamitaron la operación. Después llegaría en verano, en 2018, ya con la mayoría de edad. Y convirtió las mofas en loas. La falta de puntería en olfato. Las dudas en un Balón de Plata (de Oro para muchos) y un The Best. Un saldo de 105 goles y 14 títulos con 24 años. Y sumando. Porque su renovación, tras el runrún árabe, ya está moldeada.

Rodrygo
Fue otro terremoto. Un día de la marmota. De Vinicius a Rodrygo. Mismo final, 365 días después. Precio similar (40 millones de euros) y mismo amago. Lo reconoció el propio protagonista en GOAL: “Estaba todo acordado con el Barça”. Pero apareció el Madrid. “Mi padre me dio la noticia. Me puso dos camisetas delante, una de cada uno, y me dijo que eligiese. Fue muy fácil”. No se esperaba que el club blanco entrase en la puja, pero entró. Y ahí se terminó el debate. “Uno de los momentos más felices de vida”, resumió. Ya son 13 títulos y 69 goles como madridista. Comenzó con fuegos artificiales, hat trick perfecto en Champions (al Galatasaray) incluido. Después inscribiría su nombre en la historia con su doblete imposible al City y acabaría como un indiscutible, como un Fantástico más, aunque ahora alguno le discuta. Aunque no Ancelotti: “Si no ha marcado en todo este tiempo… suele hacerlo en estos partidos, los que son muy importantes. Confío plenamente en él”.

Mbappé
Entre Fantásticos anda el juego. Ahora, Mbappé. Hubo algún coqueteo posterior, más ilusión que realidad, pero en 2017 sí hubo certeza. Lo verbalizó Javier Bordás, directivo del Barça entre 2010 y 2020, en Mundo Deportivo: “Cuando estábamos para hacer el fichaje de Dembélé me llamó Minguella para decirnos que Mbappé estaba a tiro. Yo hablé con Bartomeu y me dijo que lo mirase. Llamé a su padre y me dijo que no iba a ir al Madrid porque estaban Cristiano, Benzema y Bale y en cambio al Barça podía ir porque no estaba Neymar. El presidente del Mónaco prefería que fuese al Barça para no reforzar al PSG, rival directo. Y por 100 millones se podría haber hecho. Pero Robert prefirió a Dembélé y le apoyó Pep Segura. La explicación fue que Mbappé juega para él y Dembélé juega para el equipo. Y como se fue un extremo como Ney, Robert prefería más un extremo que a un finalizador». Después llegarían los culebrones, eternos. Un fichaje interminable que el Madrid logró cristalizar en verano. Kylian cumplía su sueño de niño y ya lleva 33 zarpazos de blanco. Aunque la historia pudo ser diferente…

Endrick
“No fue una elección, fue un sueño”. Así atajó Endrick, en entrevista con AS, su decisión de vestir de blanco y no de azulgrana. Porque el Barça le quiso. Y el de Taguatinga lo tenía claro. Antes de firmar por el Madrid visitó el Bernabéu, pero también el Camp Nou. Un tour por Europa donde también pisó Disneyland. No obstante, era, y es, un niño. Dejó guiños en redes a ambos gigantes, pero su mente solo pensaba en uno. El de Chamartín. Llegado el momento no hubo dudas. Y el apretón de manos le llevó a Concha Espina. A cambio de 35 millones de euros (y 25 en variables). Llegaba, ya con la mayoría de edad, con una mochila de hitos. De récords. Por precoz y por killer. Y sigue. Porque el gol es su forma de vida. Poco a poco lo va comprobando la hinchada blanca. En apenas 700 minutos ya lleva siete. Y cinco en Copa, donde es el rey.

Brahim
Y tras tres de los 4 Fantásticos, el Quinto. Brahim. El ‘factor X’ de Ancelotti… que enamoró a Guardiola. En el City, pero antes en Barcelona. Pep quiso convertir en 2012 al talentoso malagueño en la joya de La Masia. Sus exhibiciones con su Málaga agitaban las libretas de los ojeadores y conquistaron el por entonces técnico azulgrana. Pero Al Thani, jeque y mandamás boquerón, apagaron esa llama. No así la prendida desde Mánchester. Los skyblue aparecieron con 300.000 euros y un proyecto rimbombante. Y allí, curiosamente, coincidiría con Guardiola. No fue en el Camp Nou, pero en el Etihad cumplió su objetivo. Dirigir a Brahim. Lo hizo, hasta que el Madrid entró en escena. Pep no le quería dejar salir, pero no puso trabas: “Haremos todo para que siga, pero él decide”. Y Brahim decidió. Apostó por el blanco. Y el blanco por él. Pues desembolsaron 15 millones de euros (más cinco en variables) a pesar de poder inscribirle gratis seis meses después. No querían riesgos. Y en enero de 2019, Brahim aterrizó.

Güler
El Madrid lo tenía claro. Arda Güler era un fichaje a hacer. Un talento turco, heredero del 10 de Fenerbahçe. El que llevó Alex Souza y Mesut Özil, sus ídolos. Joven y preparado para el salto. Pero desde Chamartín no tenían prisa… hasta que apareció el Barça. Deco, más concretamente. El director deportivo azulgrana se personó en Estambul para tratar de acelerar y convencer. Para prometer presente y no futuro. Sin embargo, ante el riesgo a perderle, desde el club blanco se metió sexta. Y, con las ofertas sobre la mesa (de varios equipos de Europa, amén de los azulgrana) que cubrían su cláusula de rescisión (17,5 millones de euros), pudo el deseo de Arda. Brillar en el Bernabéu. Y lo está haciendo. Fue la supernova del final del curso pasado. Como ejecutor. Y ante el Getafe regaló su primer gran partido como constructor, aunque con un zapatazo que hizo temblar Turquía, enloquecida con su joya. Para Ancelotti, “tiene un don”.

Modric
Luka Modric es un Gran Reserva. De talento eterno y fútbol perenne. Sin querer mirar el carné de identidad. El Balón de Oro que rompió en 2018 el duopolio Messi-Cristiano. Para muchos, el mejor centrocampista de la historia del Madrid. Líder en títulos (28) y en profesionalidad. El gran legado de Mourinho… que pudo ser leyenda en Can Barça. Pero la progresión de Iniesta cortó esa posibilidad. El potencial aterrizaje, antes de fichar por el Tottenham. Bojan Krkic padre, otrora secretario técnico azulgrana, lo explicó en El Bar de la SER. Zvonimir Boban le mandó vídeos de un menudo mediapunta que brillaba en el Dinamo de Zagreb. Explicó que el mago de Zadar llegó a pisar la Ciudad Condal. “Se lo transmití a Txiki Begiristain (director deportivo), pero en aquellos momentos subía Iniesta. Esa posición estaba cubierta. No quería cortar el camino a ningún jugador, sobre todo si tenía un gran talento”, expuso Krkic. Y la opción Luka al Barça se esfumó. Firmaría posteriormente por el Tottenham y, de ahí, al Madrid por 35 millones. Desde entonces, su varita no ha parado de echar chispas.

Ceballos
“Ceballos, muy cerca”. “Ceballos prefiere al Barça”. Fueron dos portadas de Sport y Mundo Deportivo en 2017. Cuando el Clásico del mercado tenía al utrerano en el centro del escenario. Dani había enamorado en el Betis y con la Rojita, en un Europeo Sub-21 que le puso en órbita. Y ahí fue cuando se aceleró desde la Ciudad Condal. Pero la seducción comenzó mucho antes desde la capital. Primero el Atleti y después el Madrid, que llevó siempre la delantera en cuanto tocó la puerta del centrocampista. Y Ceballos terminó abriendo la del Santiago Bernabéu, previo ingreso en las arcas verdiblancas de 16,5 millones de euros. Tras muchos vaivenes, una cesión exitosa en el Arsenal y varias lesiones que le cortaron el ritmo, Ceballos sigue en el Madrid. Quizá en su mejor momento y Ancelotti celebra su recuperación. Porque su idea es dar la batuta de la sala de máquinas en La Cartuja.

Tchouameni
De nuevo Bojan Krkic padre. De nuevo en El Bar. De nuevo un madridista que estuvo en el radar barcelonista. Turno de Aurélien Tchouameni. Ancla blanca y vertebra indiscutible para Ancelotti. Un Ave Fénix al que los pitos del Bernabéu sacaron del cascarón. Ahora los ha convertido en loas. Con rendimiento y confianza. Pero si el informe hubiera sido distinto, quizá el presente del francés también lo sería. “Fui a verlo dos o tres veces, contra el PSG y el Marsella”, arrancó Krkic. “Siempre puse lo mismo: potencia, fuerza, pase, agresividad en el marcaje, incluso desmesurada. Pero creatividad muy poca para un grande. Para jugar en Burdeos vale”, zanjó. Y así se apagó el interés del Barça por el entonces pivote del Mónaco. Algo que también avivó Cesc Fábregas: “Querían empezar a preparar la sucesión de Sergio Busquets y para mí era el jugador perfecto, pero andaban escasos de dinero”. No así el Madrid y, tras un desembolso de 80 millones (más 20 en variables), se impuso posteriormente al PSG. De posible sucesor de Busquets a sucesor de Casemiro.

Rüdiger
“Había interés del Barcelona, me llamaron, pero le dije a mi hermano (su representante) que yo lo que quería era venir al Real Madrid”. Nadie mejor que el propio protagonista, en su presentación, para dejar claro otro Clásico en el mercado. Rüdiger fue feliz en el Chelsea, pero decidió no renovar. Y, como agente libre, media Europa se fajó por sus servicios. Entre tanta oferta, pesó su anhelo. Su deseo era el Madrid y pudo soplar esa vela. Para convertirse en uno de los ídolos de la afición. Por su fútbol, por su entrega y personalidad desenfadada. Y por dejarse la piel, de manera literal en ocasiones, por el club. Entre la epidemia de lesiones, Rüdiger es la aguja en el desierto. Ni sus problemas de rodilla que no le dejan rendir al 100% le han apartado de los onces de Ancelotti. Como tampoco lo harán de la final copera. Sin Rambo no hay paraíso.

Barcelona
Lewandowski
Ahora golea en el Barça, pero hasta tres veces acarició hacerlo en el Madrid. En 2013, 2014 y 2017. Estuvo cerca, mucho. La primera tentativa llegó al enamorar a Florentino Pérez tras ser verdugo blanco. Con su famoso póker con el Dortmund. No cuajó, pero quedó plantada la semilla. Y el verano siguiente, Cezary Kucharski, su agente, planteó la opción de que la entidad blanca pagara la cláusula de penalización de 20 millones que el Bayern le había obligado a firmar a Lewandowski. Ya tenía un precontrato para ir al Allianz Arena desde meses atrás y anular ese movimiento tenía ese precio. Florentino no quiso comenzar una guerra con el gigante bávaro, aunque el contrato que se llegó a redactar fue incluso publicado. Años después también hubo mucho runrún, pero nunca llegó a haber apretón de manos. Así, después de dimes y diretes, fue al Barça. Y su veteranía no le ha encasquillado su puntería. En 143 partidos, 99 goles. Nada mal.

Ferran Torres
Si Lewy pudo ser blanco en tres ocasiones, para Ferran fueron cuatro. La primera, con 10 años. En edad alevín. Y ahí fue el joven talento el que dijo ‘no’. Porque desde La Fábrica le veían como lateral derecho y a Ferran no le gustó. Siete años después, tras despuntar en el Mundial Sub-17, el Madrid, de nuevo interesado, no estuvo rápido. El entonces extremo tenía una cláusula de ocho millones, pero al no apretar el gatillo desde Chamartín, el Valencia pudo remozarle el contrato para elevar el coste a 25 ‘kilos’. Y ahí el equipo blanoc volvió a esperar, sin dar el paso al año siguiente a pesar de valorarlo. Como tampoco lo hizo en 2020. Ferran tenía un año de contrato y quería salir. Pero el Madrid prefería que esperase un año para así hacerse con él gratis. Pero ante tanta inacción, apareció el City con 33 millones de euros en la mochila. Ferran voló a Mánchester. Y del Etihad al Camp Nou, ya reconvertido en un delantero móvil que será amenaza el sábado de un Madrid que le tuvo muy cerca.

Fermín
Un Clásico le disparó. En Dallas, en 2023, con un doblete cuando poco antes había despuntado en su cesión en Linares. La gran sorpresa de la pretemporada de Xavi que terminó en confirmación con los mayores. Asentado, Fermín López es una pieza fundamental para Flick. Por su fútbol vertical, su colmillo y carácter reactivo. Características que llamaron, y mucho, la atención de la captación del Madrid hace unos años. Fue en el citado préstamo en el equipo minero. La intención, ponerle sobre la mesa el cambio de academia. De La Masia a La Fábrica. Pero no se llegó a poner la mesa la tentativa final. Aunque su nombre ya aparecía en los informes de Valdebebas. “De pequeño me llamó el Madrid, pero siempre he sido del Barça”, confesó en COPE. Por suerte para Flick.
Pedri
Mucho frío y mal timing. Esa fue la combinación que aplacó la posibilidad de que Pedri hubiera fichado por el Real Madrid. Era febrero de 2018 y tenía 15 años. Jugaba en el Juventud Laguna de Tenerife y desde la agencia que le asesoraba, Leaderbrock, llegó el chivatazo a Valdebebas. «Hay un chaval que es impresionante. Tenéis que verlo. Es jugador de equipo grande”. Y lo vieron. Durante tres días. Gélidos, por la nieve que asoló la capital. Tanto que el fútbol del talentoso centrocampista quedó congelado. Sin poder demostrar su nivel en tres días, la prueba salió cruz. Y volvió a la isla para, apenas un año después, estar debutando en Segunda con Pepe Mel con Las Palmas. Ante el interés del Barça, el Madrid volvió a interesarse por su fichaje, pero los ocho millones de la etiqueta parecieron excesivos y Pedri terminó poniendo rumbo a la Ciudad Condal. El resto es historia.

Pablo Torre
De Pedri al ‘nuevo Pedri’. El caso del canario hizo sonar el radar en Santander. Allí despuntaba Pablo Torre. Con apenas 19 años, maravillaba en el Racing y con 10 goles y siete asistencias mostraba que su fútbol organizativo tenía también garras. Condiciones que desataron la guerra. El pulso entre los dos grandes del fútbol español. Y el club blanco fue fuerte a por el joven, pero no fue suficiente. “Hablé con el Madrid pero mi sueño era jugar y ojalá triunfar en el Barça. El Madrid ofrecía más dinero, pero para mí lo importante era jugar en el Camp Nou y el proyecto deportivo. Lo tenía claro desde que llamó la primera vez”. Así, sincero, lo explicó Torre a Adri Contreras, famoso creador de contenido. Fue Xavi, a través de una videollamada, el que le expuso las bonanzas de Can Barça. Cómo sus condiciones encajarían con un guante en la idiosincrasia azulgrana. Y, por seis millones, plasmó su firma.
Koundé
Uno de los laterales derechos de la Liga, Jules Koundé fue, durante el verano de 2021, uno de los favoritos en el Madrid para reforzar el centro de la zaga. El francés entendía que su etapa en el Sevilla estaba completa. Que estaba listo para pisar el trampolín y llegar a un grande. Y, por momentos, el más cercano parecía ser el equipo blanco. No obstante, las potentes pretensiones llegadas desde la ciudad hispalense amortiguaron el interés. Hasta el punto de dilatar el traspaso una temporada. Tiempo que aprovechó el Barça para ir tendiendo puentes. Y en 2022 los cruzó. Por 50 millones de euros se hizo con el parisino. La adaptación no fue sencilla, pero ahora es una de las piezas más estables y diferenciales de Flick.

Araújo
En 2018, Ronald Araújo era un zaguero prometedor en su país. En Boston River. Su último club antes de dar el salto a La Masia. Allí le entrenaba Sergio Cabrera, padre de Leandro (central del Espanyol). Y el encargado de explicar por qué terminó en la Ciudad Condal y no en la capital: “Podría haber ido al Real Madrid. Después de muchos años, hemos hecho muy buena amistad con Ramón Martínez. En 2018, el primer partido de Liga que juega Getafe contra Real Madrid, tengo una llamada telefónica de Ramón. Pensé que me estaba llamando porque estaba con Leandro, pero me dijo: ‘Quiero que me digas si Ronald Araújo ya está para el primer mundo’. Era mucha responsabilidad para mí también y le dije: ‘Creo que tiene que dar un paso previo. Usted me está hablando del Real Madrid. Quizás el filial…‘. A los 8 o 9 días el ficha el Barça. El destino estaba marcado para ir al mejor fútbol de mundo, y un grande. Le tocó el Barça». Y, aunque las lesiones han atenuado su fulgor, no ha parado de crecer. Fichado por 4,7 millones de euros, está tasado en 50 y llegó a alcanzar un techo de 70. Uno de los mejores marcadores del ‘primer mundo’.

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