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“Lo bonito es que Brahim eligió Marruecos cuando ya podía ir con España”
Walid Regragui (1975, Corbeil-Essonnes, Francia) ha devuelto a Marruecos a la primera escena internacional. El seleccionador condujo al combinado africano al cuarto puesto en el último Mundial, llevándose a España por delante. Reclutó a Brahim y a Ilias, lo intentó con Lamine y su misión es ganar la Copa de África.
El seleccionador marroquí atiende a AS. Con él, su selección ha vuelto a mirar a la cara de los grandes. Brahim, Lamine, Pitarch, sus planes de futuro y una obsesión: ganar la Copa de África.
Walid Regragui (1975, Corbeil-Essonnes, Francia) ha devuelto a Marruecos a la primera escena internacional. El seleccionador condujo al combinado africano al cuarto puesto en el último Mundial, llevándose a España por delante. Reclutó a Brahim y a Ilias, lo intentó con Lamine y su misión es ganar la Copa de África.
Ha estado de gira por España para ver a sus futbolistas. La mirada está en la próxima Copa de África a final de año.
Sí, estuve en el Bernabéu, en el choque de la Champions. Esperaba más minutos de Brahim, por su puesto, pero fue un gran partido. Estamos atentos a nuestros jugadores. No sólo vemos lo que hacen, también hablamos con ellos, les damos cariño. Es el trabajo en la sombra del seleccionador para después tomar decisiones. Marruecos es un país con una gran pasión por el fútbol. Cuando juega el equipo nacional todos están alrededor. No es normal que sólo hayamos ganado una Copa de África. Nuestro trabajo es cambiar eso. Es mi desafío. Cambiar la actitud de los jugadores y nuestra historia en este torneo. En 2022 lo hicimos bien en la Copa del Mundo, pero al final lo que cuentan son los títulos.
El Mundial cambió el chip de Marruecos.
Esa era mi idea. Soy un exjugador del equipo nacional y fui segundo entrenador en 2013. Entiendo muy bien a este equipo. Soy también binacional, nací en Francia, pero elegí Marruecos. Entiendo a mis jugadores. Viví lo mismo de joven. Sabía de dónde venía el mal de nuestro equipo. Siempre hemos tenido talento, pero había que cambiar la mentalidad. Hemos tenido jugadores en equipos muy importantes, pero era hora de mirar a los ojos a los grandes, sin miedo. Esa es la chispa que prendimos.
Con Lamine lo intentamos todo, le presentamos un gran proyecto, hacer historia, le agradezco el respeto. ¡Cómo iba a decirle yo a Lamine que iba a ir con la Sub-23! Si con 16 años ya jugaba en el Barcelona…”
Regragui
Y España fue víctima de ello. ¿Se les infravaloró en aquellos octavos del Mundial de 2022?
No. Luis Enrique es uno de los entrenadores más grandes del fútbol. Nos respetó, pero hay veces que hay un equipo delante que lo da todo. Les planteamos problemas y no encontraron soluciones. Y al final, los penaltis son penaltis. En 2023 perdimos con Sudáfrica en octavos de la Copa de África por un penalti que falló Achraf y en el Mundial marcó contra España. Creo que España lo hizo bien, con su estilo, tuvo el balón el 70% del tiempo. Quizá le faltó algo de calidad individual para marcar la diferencia. Han jugado con el estilo español. Luis Enrique murió con las armas que siempre tiene España, con su idea. Nosotros hicimos el plan que teníamos que hacer, con un rendimiento del más del 100% y tuvimos suerte.
¿No le sorprendió Rodrigo como central?
Si también tienes a Busquets, tienes que elegir. En ese momento nadie imaginaba que Rodrigo sería Balón de Oro. Los entrenadores quieren poner a sus mejores jugadores y Luis pensó que con Rodrigo de central y Busquets por delante iba tener el control absoluto del balón y no permitiría contragolpes. Ellos querían el balón, jugaron mucho por dentro y nosotros lo teníamos claro. Cerrar los espacios por dentro, sacarles hacia fuera. Quizá a España le faltó uno contra uno para desequilibrar. Jugaron con un falso nueve, con Asensio. Quizás en ese partido con Morata desde el inicio podían haber creado más problemas, pero al final es elegir y nosotros fuimos cogiendo confianza a cada minuto. Tácticamente mi equipo fue muy bueno, sin hundirse y con un bloque medio paciente. Siempre hay uno o dos jugadores que pueden bajar los brazos o que dejan de correr en un partido así y, entonces, España te mata. Nosotros no lo hicimos en 120 minutos, eso demuestra nuestra calidad mental.
Después del Mundial llegó la Copa de África y la decepción contra Sudáfrica. ¿Se puede decir que fue el punto de inflexión para el Plan Brahim?
Sí, el Mundial significó un antes y un después. Teníamos un modelo para el Mundial, para jugar contra los mejores, era normal no tener el balón, pero después de una Copa del Mundo los equipos suelen cambiar el plan de juego. Si vienes de un modelo de ser fuerte, bien colocado atrás, necesitas tiempo para implantar una evolución. El juego de posición necesita tiempo y jugadores de calidad. Futbolistas que puedan desequilibrar un bloque bajo y teníamos falta de eso. Necesitas más calidad. Había que mejorar en calidad y en el banquillo. Tras el Mundial, ya empecé a trabajar en ese tema. Por eso viajo tanto. Hablo con los futbolistas con futuro para ver quién puede venir: Ilias Akhomach, Ben Seghir, Talbi, Sahraoui… En el Mundial nos dimos cuenta de que necesitábamos más talento para poder ganar. Es la lección para un equipo que quiere ser grande. Con una plantilla media se pueden hacer cosas, pero para ganar necesitamos más. En ocho meses no pudimos cambiar la idea, es poco tiempo, pero después nuestro plan fue más posesión y más talento. Estamos en el buen camino: 11 victorias, un empate y una buena media de goles (3). Siempre es más fácil defender en bloque bajo que atacar a un bloque bajo. Eso necesita tiempo y lo sabemos.
Luis Enrique no nos infravaloró, murió con sus ideas; quizá con Morata de inicio hubieran creado más problemás, pero delante había un equipo ”
Regragui
¿Cuántos viajes y cuánto trabajo le costó convencer a Brahim?
Muchos, muchos… Fui a Milán a verlo la primera vez. Fue una buena primera cita, no se cerró ninguna puerta y entendí que era una decisión muy difícil. Le gustó que entendiéramos que él necesitaba tiempo para pensar en el proyecto. También apreció el cariño que le dimos. No es que sólo iba a tener un lugar importante, sino que también le íbamos a dar tiempo para adaptarse a un nuevo equipo, a una nueva cultura para un jugador que nació en España y que no había venido mucho a Marruecos. Vino a ver nuestras instalaciones un par de días. A ver Rabat, Marrakech, Tánger… Para sentir al país, para poder elegir lo mejor para su carrera, pero también lo mejor para su corazón. Viajé dos veces a Madrid, una de ellas con el presidente de la Federación. La segunda vez, también con él y una tercera, yo solo. Lo bonito es que eligió Marruecos en el momento en que podía jugar con España. La gente dijo que eligió Marruecos porque no podía ir con España, pero la verdad es que lo hizo en un momento en el que con el Madrid estaba bien, marcando diferencias, y estaba en las prelistas de De la Fuente. Reconozco que tuve miedo. Es la decisión más difícil para un jugador. El pueblo marroquí le estará siempre agradecido.
Y Brahim les ha dado mucho, dentro y fuera del campo.
Claro, me ayudó mucho. Cuando tengo que hablar con otros jugadores binacionales europeos, es más fácil. Ven que ha venido un futbolista que ha ganado la Champions con el Madrid y juega en la absoluta marroquí. Que elige Marruecos en el momento que podía jugar con España… Ahí está Achraf también. Joven y con nosotros. Ven que tenemos futbolistas del PSG, del Real Madrid, del Mónaco, de la Premier League… Todo cambia, ahora podemos mirar a los equipos grandes a la cara. Tenemos un equipo entre los 12 primeros del mundo, así que ahora es más fácil convencerles. Tenemos que darle las gracias a jugadores como Brahim o Achraf, o también Ziyech o Mazraoui que han ayudado a Marruecos a crecer.
Thiago Pitarch tiene que elegir y queremos a los mejores. Si elige Marruecos no quiere decir que no quiera a España y viceversa. Marruecos no corre detrás de los jugadores, solo quien es binacional lo entiende; España tiene a Nico y a Laporte…”
Regragui
Ahora se habla de otro futbolista del Real Madrid al que rápidamente ha llamado España en categoría Sub-18. ¿Charlará con Thiago Pitarch?
Sí, pero no piensen que Marruecos corre detrás de cada jugador de origen marroquí. El fútbol ha cambiado, el mundo ha cambiado. Hay mucha gente que tiene doble nacionalidad. Es un mundo multicultural. Lo vemos también en España, que tiene a Nico Williams, que tiene a Lamine, a Laporte y a Le Normand… Que tuvo a Senna… Lo que queremos nosotros es que los mejores jueguen con nosotros. Hacemos nuestro trabajo, hablamos con los jugadores, hablamos del proyecto, de la afición, del cariño que podemos darles. Pero lo más importante es que ahora tenemos instalaciones de nivel mundial, que también vamos a organizar un Mundial en casa con estadios de futuro. Marruecos cambia con la actitud y, después, los jugadores eligen. Con el espíritu que yo quiero darle a la absoluta, es mejor elegir joven que esperar, porque cuando esperas, demuestras que no sabes lo que quieres. Hablamos con ellos cuanto más jóvenes mejor para saber la actitud que tienen. Y después, cuando se elige, se elige. Y si es Marruecos, estamos felices y, si no, no lloramos por ello. Si eligen Francia, España, Bélgica… les deseamos suerte, porque al final lo que queremos es que elijan con el corazón.
El Khannous sirve de ejemplo.
Sí y también con Yusi Lekhedim, que juega también en la cantera del Madrid. Un lateral izquierdo al que llamé para una convocatoria, le demostré que estoy cerca, que le queremos y eligió Marruecos también siendo joven, es un ejemplo bueno. Pitarch tiene que elegir, si elige Marruecos, bien, porque queremos a los mejores. Si elige España, también tenemos que reconocer que tiene su formación en España, nació allí. Después, elegir es un tema familiar. Y si elige España no es que no quiera a Marruecos. Y si elige a Marruecos, no es que no quiera a España. Eso no es verdad. Yo nací en Francia y sé que es un tema muy complicado porque tenemos doble cultura. Sólo la gente con doble cultura puede entender eso. Y yo sé que es complicado, hay que respetar.
Así lo hizo con Lamine.
Es fácil explicarlo. Hay mucha gente que ha dicho que quizás el proyecto que le presentamos no fue bueno, que el seleccionador le dijo que iba a jugar con los Sub-23. ¡Cómo le voy yo a decir a Lamine Yamal que va a jugar con los Sub-23! ¡Si con 16 años jugaba en el primer equipo del Barcelona! Pero si llamé a El Khannous con 18 años, a Ben Seghir con 18 años… Lo de Lamine fue muy claro. Es un jugador que jugó con las inferiores de España. España también le propuso un buen proyecto. Fueron claros con él, como yo, seguro que le dijeron que iba a jugar la Eurocopa y que iba a ser fijo en la absoluta. Y no lo cambiaron. Algunos lo hacen, les dicen una cosa y luego no la cumplen. Les hacen jugar diez minutos y luego no le vuelven a llamar, pero con él no es así. Fue su elección. Él fue claro conmigo. Me reuní con él después de una de sus primeras titularidades con el Barcelona. Teníamos sólo una hora porque hay toque de queda en La Masia, tienen que entrar antes de las 12, al ser menor. Me reuní con él y con su abuelo. Hablamos del proyecto, que iba a tener una plaza fija en el equipo, que tenemos la Copa de África, un Mundial en 2026 y el de 2030 en casa. ‘Puedes hacer historia con Marruecos…‘. Le di todo el cariño que pude. (Risas). La Federación lo intentó todo. Pero eligió con su familia. Me llamó. ‘Míster, voy a jugar con España’, me dijo. ‘Nací aquí y he jugado en las inferiores’, me argumentó y entendí que para él era lo más normal. Le agradecí el respeto. ‘Si lo consultas con la almohada y cambias en un par de días, tienes mi teléfono, llámame’, le lancé… (Risas). Le deseo suerte.
“Brahim sabe que compite en el mejor club del mundo, nunca bajará los brazos”
Regragui
Benatia nos dijo que usted había traído estabilidad a Marruecos y subrayaba su papel manejando hombres, el lado humano. ¿Ese liderazgo se aprende o se nace con él?
En el fútbol te ayuda la experiencia. Fui un jugador humilde. Me gustaba pertenecer a un vestuario con buena energía. Se lo digo a mis jugadores. En los doce años que pasamos en un vestuario, si seis o siete son en un vestuario feo, que hay mala energía… Pasas más tiempo en el vestuario que con tu familia. Si hay mala energía o el cuerpo técnico no te da cariño, es como pasar un mes en la cárcel o un año. Intento siempre estar cerca. Puedo ser un padre, un amigo, pero también les digo la verdad cuando hay que decírsela. Quiero al jugador, pero por encima al equipo. Nunca vi a un equipo ganar títulos sin un buen grupo. Es imposible. El año pasado en el Real Madrid se veía un equipo, a una familia en esos partidos, este año no ves ese equipo, a esa familia y el resultado te demuestra que el fútbol es así. El PSG ha tenido a Messi, Neymar y Mbappé en el mismo equipo y este año, sin ninguno de los tres, es quizás el mejor equipo de la historia. Se habla del PSG este año porque muestra energía. Se ve en el campo. Todos quieren correr por el equipo. Y cuando un entrenador consigue eso, es lo más importante. Hoy nuestro trabajo ha cambiado y los entrenadores que no entiendan eso, no van bien. Es verdad, tácticamente tienes que ser bueno. Todos tenemos un diploma y entendemos de fútbol, es lo fácil. Es más que saber manejar jugadores. Hoy manejas millonarios. Siempre digo que no hablas a gente normal, hablas a millonarios y no hablas a millonarios como a gente normal. Eso tienes que saber hacerlo. Es la realidad de nuestro trabajo hoy. Los entrenadores que no entiendan eso no van a durar mucho.
¿Habla mucho con Brahim de su situación en el Madrid?
Sí, hablamos siempre, pero hablamos del hombre. Tiene una buena educación futbolística, el que trabaja tiene éxito y él lo hace. Está esperando su oportunidad. En el mejor club del mundo tienes la competencia de grandes jugadores y él lo sabe. Tiene la confianza para pelear por el puesto y nunca va a bajar las manos. Eso es lo que me importa. Le veo psicológicamente fuerte, porque no es fácil. Es joven. Esta etapa con el Madrid le va a ayudar para el futuro y seguro que va a ganarse el puesto. Será uno de los mejores del mundo, si sigue con esta mentalidad. Nunca baja los brazos. Los pequeños lo hacen, pero los grandes trabajan.
“El año pasado el Real Madrid era un equipo, una familia, este año no se ve eso y ahí está el resultado. El PSG tuvo a Messi, Neymar y Mbappé y sin ellos es el mejor de su historia. Todos quieren correr”
Regragui
Amrabat tuvo la opción de ir al Atlético. ¿Le hubiera gustado verle ahí?
Si hay un sitio donde le veo en España es en el Atlético. Por su estilo, por su carácter. Jugar con el Cholo… Habría aprendido mucho, pero también está ahora con Mourinho. En España hay muchos jugadores marroquíes. Está Aguerd en la Real, que es un jugador increíble. Puede jugar en cualquier grande de España, pero ir a la Real le ha hecho crecer, le ha dado mucha confianza por el cariño y el estilo del entrenador. Imanol es un gran entrenador, le ha dado al equipo una identidad que me gusta mucho. Tenemos también en España a Omar El Hilali, a Abde…
Y ha explotado el seleccionable Sannadi en el Athletic. Casi nadie le tenía en el radar.
Tenemos a una persona trabajando para la Federación marroquí en España cuyo nombre no voy a desvelar porque si lo hago me mata, haciendo un gran trabajo. Maroan estaba cedido en REF y lo hizo muy bien. Marcó más de diez goles y lo compró el Athletic. Es un paso grande para él. Está creciendo. Yo tengo que proteger a ese estilo de jugador. Tiene que meter goles y crecer. Somos un equipo grande ahora, en tres meses o seis meses no puedes llegar tan rápido a la absoluta marroquí. Tenemos también a grandes delanteros como En Nesyri o El Kaabi, y a Igamane en el Rangers. Le he dicho a Sannadi que trabaje igual y tendrá su oportunidad, porque tiene un perfil diferente, una mentalidad que me gusta y todo vendrá con el tiempo.
“Nuestro trabajo ha cambiado, hay que saber de táctica, pero es más que manejar jugadores, manejas a millonarios, quien no lo entienda no durará”
Regragui
Vio la Champions en el Bernabéu. Usted la ganó en África con el Wydad Casablanca. ¿Se ve en Europa?
Es un sueño que siempre he tenido. Tengo mis sueños, mis objetivos, pero mi obsesión ahora es ganar la Copa de África. Hacer historia con mi país. Tengo hambre. Después del fracaso en la anterior edición, quería irme. Le había prometido al presidente de la Federación que me iría si no nos iba bien. ‘Eres un competidor y Marruecos quiere ganar, no la ha ganado en 50 años, demuestra a la gente que puedes ganarla’, me dijo el presidente. Me convenció y estamos en buena racha, tenemos que trabajar para hacer historia en esa competición.
Usted jugó en el Racing. ¿Qué le dejó la escuela española?
Mucho. Vengo de la escuela francesa, que la verdad que es una también una de las mejores del mundo, pero España también. Es muy diferente: juego de posesión, entrenamiento con balón, siempre una cultura de fútbol muy grande. A la gente no la puedes engañar en España, conocen el fútbol. En Francia, un fútbol más directo, pero muy bueno tácticamente, muy potente, con jugadores físicamente muy buenos. Con velocidad. Cuando llegué en 2004 a España fue eso, un choque futbolístico, pero al final entendí rápidamente que tenía que coger lo bueno de los dos. La posesión es muy buena, pero a veces tienes que tener otra cosa. Y ser férreo tácticamente y velocidad es muy bueno, pero también tienes que saber tener el balón. Yo quiero una mezcla de las dos cosas. Mi experiencia en los dos me ayudó mucho, pero lo que me gusta en mi trabajo es coger lo bueno de cada cosa. Por ejemplo, yo tengo tengo el título Pro UEFA que me saqué en Francia, pero me gusta coger el pulso de cada continente, cada país, cada cultura. Es por eso que, aunque tenía el título, también me saqué el de África. Después estuve en Qatar y también me saqué el Pro de Asia. Quería entender a sus entrenadores, hablar con ellos y compartir su cultura asiática. Tengo esos tres títulos y no voy a parar. Tengo un sueño. Cuando me llegue la opción de tener un año sin entrenar, me iré a Sudamérica, quiza a Argentina o Brasil, para sacarme allí el título de entrenador que me queda y así tener el Pro de los cuatro continentes.
Su Racing está ahí peleando por volver a Primera.
Tengo que ir a ver un partido allí pronto. Se lo he dicho a mi mujer. Tengo que hacer una gira por el norte para ver a Sannadi, a Aqbar y a Aguerd. Iré a Santander antes del fin del año. Me dolió el corazón cuando bajaron a Segunda B. Es un club de primera con una afición increíble.
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