Ahora es una de las sagas de acción más longevas y taquilleras de todos los tiempos, pero cuando Brian de Palma estrenó la primera Misión: Imposible basada en la famosa serie de televisión homónima en 1996, todavía no imaginaba que estaba iniciando una prolífica franquicia que seguiría viva 30 años después. De hecho, la octava entrega, Misión imposible: Sentencia final, se estrena el próximo mes de mayo en las salas de cine de todo el mundo.
La película se rodó durante seis meses en 1995 en tiempo y en presupuesto, pero, cuando se hicieron las primeras proyecciones de prueba y Brian de Palma comenzó a enseñar la película a gente de su confianza, se decidió que había que regrabar una de las partes más importantes de cualquier película: su secuencia inicial.
En concreto, fue George Lucas, amigo del cineasta, quien advirtió a De Palma que a la película le faltaba algo muy importante, tal y como contaría el propio director en su visita al podcast Light the Fuse en 2021. De Palma invitó a Lucas a la proyección de una versión preliminar de la película y su amigo le dio un consejo, tal y como recoge CinemaBlend.
Cuando George vio Misión: Imposible, dijo: ‘Aquí no hay organización. ¡Tienes que organizarlo todo! Vas a hacer esto, vas a hacer aquello, tienes que tener esa escena donde todos están sentados alrededor de la mesa y cada uno recibe instrucciones sobre lo que va a pasar’
El problema, para Lucas, era la escena inicial del montaje original, que presentaba un triángulo amoroso entre Jim Phelps, su esposa Claire y Ethan Hunt. «Al principio teníamos una escena muy extraña -me cuesta recordarla ahora- con Jon Voight y, de alguna manera, el tema de los celos con la esposa y Tom, y luego llegamos a la primera misión. Y cuando George vio la película, lo primero que dijo fue: ‘¿Qué están haciendo estas personas? ¡Esto es Misión: Imposible, es un grupo de chicos que van a hacer algo! Así que tienes que reunirlos a todos alrededor de una mesa y decirle al público lo que se supone que deben hacer». Y eso fue lo que hicimos. Volvimos a rodarla. Así que ese es un ejemplo de cómo nos ayudamos mutuamente».
Emilio Estevez también hablaba sobre esto en su reciente visita al podcast de Josh Horowitz: «Sí, volvimos a rodar. Yo me había dejado crecer el pelo para una película independiente que iba a rodar y me dijeron: ‘Necesitamos que vuelvas’. Y yo dije: ‘Pero me estoy dejando crecer el pelo».