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Se aleja el sueño de Míchel
Cuatro puntos que pudieron ser cinco. Es la distancia que separa al spanish Al Qadsiah del acceso vía liguero a la próxima edición de la Champions asiática. Un objetivo poco realista para un recién ascendido, pero convertido en opositor real por méritos propios. Hoy sin dos piezas claves como el exmadridista Nacho Fernández en la retaguardia, el defensa menos regateado de la Saudi Pro League (0,1 por partido y cinco balones recuperados por choque), y la energía de Nahitan Nández en la zona ancha, los de Míchel y Adrián González, su segundo en el banquillo, perdieron una oportunidad dorada al empatar ante Al Khalee para mantenerse a rueda de un Al Nassr al que venían de tumbar y que marca la frontera de la zona de acceso a la competición continental. Su tercer tropiezo en los últimos cinco partidos.
Un cabezazo de Quiñones en el 88′ salva un punto insuficiente para Al Qadsiah, al que se le escapa el acceso a la próxima edición de la Champions asiática. Faltó Nacho.
Cuatro puntos que pudieron ser cinco. Es la distancia que separa al spanish Al Qadsiah del acceso vía liguero a la próxima edición de la Champions asiática. Un objetivo poco realista para un recién ascendido, pero convertido en opositor real por méritos propios. Hoy sin dos piezas claves como el exmadridista Nacho Fernández en la retaguardia, el defensa menos regateado de la Saudi Pro League (0,1 por partido y cinco balones recuperados por choque), y la energía de Nahitan Nández en la zona ancha, los de Míchel y Adrián González, su segundo en el banquillo, perdieron una oportunidad dorada al empatar ante Al Khalee para mantenerse a rueda de un Al Nassr al que venían de tumbar y que marca la frontera de la zona de acceso a la competición continental. Su tercer tropiezo en los últimos cinco partidos.
Llegaban avisado Al Qadsiah ante un equipo situado en décima posición en la tabla clasificatoria y prácticamente con la temporada acabada pero que ya goleó (3-0) al actual campeón, Al Hilal. Pero su puesta en escena fue tibia, y su reacción, tardía y poco efectiva. Tras una primera parte de contemplación en la que únicamente un disparo mordido de Fábio Martins en colaboración involuntaria de Hazazi acabara en la meta de Casteels, llegó el bombardeo de Al Qadsiah. 23 disparos con un catálogo de ocasiones de todos los tipos. Disparos periféricos, cabezazos tras centro lateral, a balón parado, manos a mano…ni Aubameyang, la gran figura de la que es ya la gran revelación del campeonato, fue capaz de batir a Raed Ozaybi. Incluso los palos se aliaron con él. El portero del equipo afincado en Saihat detuvo todos los balones dirigidos a portería, menos uno. El del gol.
Tuvo que ser a dos minutos de final del tiempo reglamentario, con un centro lateral del exquisito mediapunta belga con raíces españolas, Cameron Puertas, cuando apareció el máximo anotador de Al Qadsiah (22 goles) al rescate. Julián Quiñones ganó el espacio aéreo sobre el punto del penalti y encontró las redes con un giro de cuello modélico para reiniciar el marcador y establecer el 1-1 final. Hoy, el tiempo ya había dictado sentencia. Aunque las matemáticas otorgan licencia para soñar a los Míchel en las seis jornadas restantes, que cuentan con la teórica ventaja, a diferencia de Al Ahli o Al Nassr, tercero y cuarto clasificado respectivamente y que juegan los cuartos de final de la Champions asiática, de centrarse únicamente en el esprint final liguero.
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