Thiago y Jordi Alba entran en el L’Hospitalet: tiene potencial de Villarreal o Getafe

Cuenta L’Hospitalet de Llobregat con muchísimos más habitantes (282.299) que municipios como Vila-Real (52.523), Girona (106.476) o Getafe (191.560), y se acerca a los de capitales de provincia como Valladolid o Bilbao, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística. Y, sin embargo, mientras el resto juegan en Primera -el Athletic, de hecho, jamás ha bajado-, su club como mucho ha militado tres cursos en Segunda A, apenas ocupa las 6.740 butacas de su estadio municipal en grandes ocasiones y deambula desde hace un tiempo en Tercera RFEF, la quinta categoría del fútbol español.

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 Son las caras conocidas del proyecto que, presidido por Antoni García, pretende llevar al fútbol profesional al club de una ciudad más populosa que las de varios equipos de Primera.  

Cuenta L’Hospitalet de Llobregat con muchísimos más habitantes (282.299) que municipios como Vila-Real (52.523), Girona (106.476) o Getafe (191.560), y se acerca a los de capitales de provincia como Valladolid o Bilbao, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística. Y, sin embargo, mientras el resto juegan en Primera -el Athletic, de hecho, jamás ha bajado-, su club como mucho ha militado tres cursos en Segunda A, apenas ocupa las 6.740 butacas de su estadio municipal en grandes ocasiones y deambula desde hace un tiempo en Tercera RFEF, la quinta categoría del fútbol español.

Con ese panorama, y a pesar de las circunstanciales cuatro victorias consecutivas que sitúan al borde de la promoción de ascenso al equipo de la segunda ciudad más habitada de Catalunya, tan solo superada por una Barcelona que además obstruye históricamente su crecimiento deportivo, la llegada de aire fresco ha aportado una ilusión aletargada. La que los ribereños no sentían desde los playoffs de este inicio de siglo, frente a rivales como Getafe, Tenerife, Cádiz, Eibar o Leganés, este último en 2014, que sí acabaron ascendiendo no solo a Segunda, sino que todos -salvo los canarios- acabaron en Primera.

Una transición tranquila

Esa novedad la personifican, de entrada, dos nombres propios muy populares. Uno, aún en activo aunque al otro lado del charco, en el Inter de Miami, es un Jordi Alba que nació y creció en la ciudad, mientras futbolísticamente se criaba en La Masia. El otro, ya retirado tras pasar por Barcelona, Bayern de Múnich y Liverpool, es Thiago Alcántara. Ambos forman parte del proyecto que comandará el Centre d’Esports L’Hospitalet en cuanto el club dé carta de oficialidad a la proclamación de su nuevo presidente. Y su objetivo no es otro que alcanzar, a medio plazo, el fútbol profesional.

Presidirá el ‘Hospi’ un viejo conocido del municipio, como concejal, excandidato a la alcaldía por Esquerra Republicana de Catalunya, diputado en la Diputació de Barcelona y miembro de la junta directiva de la entidad, Antoni García, en la que sucederá a un Santiago Ballesté que ha colaborado con esta transición desde hace un año largo, y que incluso acudió a la presentación del proyecto, el pasado 31 de marzo en el barrio de Bellvitge, un día antes de dimitir en bloque en una asamblea general para que se iniciara un proceso electoral que ahora concluye.

El fundador de Glovo y 1,1 millones de deuda

Porque la de García es la única candidatura presentada una vez terminado el plazo, este martes. Junto a él, además de los dos conocidos futbolistas, entrarán en el CE L’Hospitalet otros dos empresarios llamados a llevar las riendas de la gestión económica. Por un lado, Óscar Pierre, fundador de la aplicación de comida a domicilio Glovo, y Gonzalo Álvarez, ocupado ahora en Rocket-Up, que según su enunciado ayuda a compañías a aumentar sus ventas. Ambos estuvieron también en la puesta de largo de la candidatura.

Tendrán trabajo ambos, ya que arrastra el club una deuda de 1,1 millones de euros, que ha ido enjugando Ballesté desde 2016 cuando, tan solo unos días después de su designación como presidente, recibió por parte de la Agencia Tributaria un aviso de embargo del ‘Hospi’ y tuvo que replantearse las prioridades de una entidad con 115 empleados que en esta década ha apostado por la cantera, al pasar de 300 a más de un millar de jugadores y jugadoras, de 29 a 72 equipos, y la aparición de dos inclusivos. A todo ello ha contribuido también el hasta ahora director general, el exjugador de Espanyol y Barça Xavi Escaich.

La SAD en el horizonte

Con todo, siendo el primer equipo finalmente lo que mueve a la gran masa social de cualquier club de fútbol, se presume que la única solución -si bien arriesgada, como siempre sucede en estos casos- pasará por una conversión a Sociedad Ánonima Deportiva, algo que lleva evitando desde los años 90 del siglo pasado.

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Obviamente, un ascenso esta primavera a Segunda RFEF daría un primer impulso a la gestión de Antoni García, que tiene mucho camino por delante. Y que no podrá contar a efectos formales para la parcela deportiva con sus ‘mediáticos’, Jordi Alba y Thiago Alcántara, hasta febrero de 2026, cuando ambos cumplan un año como socios de la entidad, tal como mandan los estatutos. Solo el tiempo dirá si el ‘Hospi’ inicia el camino hacia un sueño o si es una de esas utopías frustradas que de vez en cuando sacuden tristemente al fútbol modesto.

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