Deporte Motor
Bagnaia no sale del bucle

Hace tan solo un año, los 93 puntos que suma en la actualidad Pecco Bagnaia en su casillero después de cuatro grandes premios habrían sido una bendición. Entonces, a estas alturas de curso, Jorge Martín lideraba el Mundial con 92 unidades frente a las 75 del italiano. Y aunque este inicio de temporada supone el mejor del piloto de Ducati en la era MotoGP, hay un hombre que está poniendo el listón muy alto sobre el asfalto. Marc Márquez ha llevado a otro nivel la lucha por el título de la categoría reina. Tanto su compañero de equipo como las altas esferas de Borgo Panigale están convencidos de que tienen el potencial para plantarle cara. Sin embargo, en este comienzo los resultados no les dan la razón.
“Cada vez es la misma historia”, lamenta el italiano tras un gran premio de Qatar donde no pudo acortar distancias con Marc. Pese a ello, firma su mejor arranque en MotoGP.
Hace tan solo un año, los 93 puntos que suma en la actualidad Pecco Bagnaia en su casillero después de cuatro grandes premios habrían sido una bendición. Entonces, a estas alturas de curso, Jorge Martín lideraba el Mundial con 92 unidades frente a las 75 del italiano. Y aunque este inicio de temporada supone el mejor del piloto de Ducati en la era MotoGP, hay un hombre que está poniendo el listón muy alto sobre el asfalto. Marc Márquez ha llevado a otro nivel la lucha por el título de la categoría reina. Tanto su compañero de equipo como las altas esferas de Borgo Panigale están convencidos de que tienen el potencial para plantarle cara. Sin embargo, en este comienzo los resultados no les dan la razón.
En un escenario como Qatar, donde el pasado le otorgaba ventaja a Pecco, el octocampeón se defendió de la mejor manera posible: dominando todo lo que estaba en juego. Mientras el italiano acababa por el suelo en clasificación, Márquez empezaba a ejecutar su dominio. Y ahí estuvo la clave del fin de semana para Bagnaia. “La cagué. Era muy rápido, me salía todo fácil, pero después de salir undécimo no puedes esperar mucho más. Tengo que mejorar en eso y no cometer otro error”, asumía el italiano tras una remontada impecable, que le llevó hasta la segunda posición (tras la sanción por presiones a Maverick). El bicampeón de MotoGP logró salvar los muebles, dentro de lo que cabe, frente a Marc. Porque la realidad es que en Losail “yo tenía más posibilidades que él(Marc) y quedé atrás, así que tengo que mejorar”.
Todo el mundo esperaba que la carrera en Qatar fuese el primer golpe de autoridad de Bagnaia frente a Márquez. De hecho, para ganar autoestima, durante las primeras rondas del Mundial el italiano decía convencido: “Si el campeonato hubiera empezado en Qatar o Portimao, la situación sería diferente”. Pero nada ha cambiado. Ni siquiera la frustración de un piloto, que no logra salir del bucle. En todas las carreras que Marc ha visto la bandera a cuadros, el octocampeón ha mejorado a su compañero de equipo. Y tras la oportunidad perdida en Losail, la decepción de Pecco ha ido a mayores, como admitió para MotoGP: “Lo que me hace estar enfadado es que lo que hago el domingo debería poder hacerlo también el sábado. Siempre sufro para ser así de competitivo y estamos trabajando en ello, pero todavía falta. Cada vez es la misma historia. Tengo que dar un paso adelante en ese sentido”.
Bagnaia sigue sin encontrar la explosividad en los primeros momentos decisivos de un gran premio. Y sabe que ahora es más necesaria que nunca, ante la presencia de un rival que no falla. La superioridad de Márquez le está exigiendo más al resto, y especialmente a Pecco, si no quiere descolgarse de la lucha por el título. Porque a pesar de que está recuperando sensaciones en las frenadas y el viernes de Qatar fue su mejor jornada en lo que va de curso, ese paso adelante sigue sin ser suficiente. El italiano habla de trabajo por hacer, pero al menos ya tiene una lección aprendida: “Intenté ser más rápido (a final de carrera, tras adelantar a Morbidelli) pero fue imposible. Y a veces, como aprendí el año pasado, es mejor acabar donde estás”. La regularidad también da campeonatos, pero el tricampeón sigue teniendo deberes: “No repetir los mismos errores”.