Un ensayo para la Copa

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Una sorpresa en la alineación de la final. O varias. Romper el once tipo; separar a los 4 Fantásticos. Aún no hay decisiones en firme, pero el cuerpo técnico medita alternativas. Y lo hace muy, muy seriamente. Porque ocho meses y 20 días después (el tiempo transcurrido desde el primer amistoso de pretemporada, contra el Milan en Chicago), el equipo sigue sin ser “compacto”. Así de sencillo. Y es que todo se resume a eso, a esa palabra: este Real Madrid no es compacto. Lo que se traduce en debilidad. En grietas. Y en derrotas… principalmente contra los grandes. Así que Ancelotti, en plena semana de la final de Copa, sondea partirse la camisa: sorprender con la alineación.

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 El once contra el Athletic escondía experimentos para La Cartuja. El cuerpo técnico sondea romper la alineación tipo: peligra Rodrygo y hay dudas con el lateral izquierdo. Sólo hay ocho seguros  

Una sorpresa en la alineación de la final. O varias. Romper el once tipo; separar a los 4 Fantásticos. Aún no hay decisiones en firme, pero el cuerpo técnico medita alternativas. Y lo hace muy, muy seriamente. Porque ocho meses y 20 días después (el tiempo transcurrido desde el primer amistoso de pretemporada, contra el Milan en Chicago), el equipo sigue sin ser “compacto”. Así de sencillo. Y es que todo se resume a eso, a esa palabra: este Real Madrid no es compacto. Lo que se traduce en debilidad. En grietas. Y en derrotas… principalmente contra los grandes. Así que Ancelotti, en plena semana de la final de Copa, sondea partirse la camisa: sorprender con la alineación.

Como un jugador de póker, optó por no dar pistas. “No ha sido un ensayo, simplemente una alineación para tener más control”, respondió en rueda de prensa. Breve. Genérico. Pero la realidad es muy diferente: el once contra el Athletic sí escondía varios ensayos de cara al Clásico. Muchos, de hecho. Testar a Ceballos, quien llevaba 53 días sin ser titular. Los resultados dejaron muchas dudas: su 91% de acierto en pases fue de la mano de una sola ocasión creada. Mucha eficacia, pero también mucha horizontalidad. También vivió su examen Modric, al que se quería ver de inicio: segundo que más ocasiones creo (5), líder en pases (77), centros (8), recuperaciones (3) y hasta intervenciones totales (102). No salió confirmado, ni mucho menos; pero sí reforzado.

Rodrygo no está

Aunque esto era lo de menos: el principal ensayo estaba en el sistema. En la forma de jugar en su conjunto. Hasta esos niveles está llegando el debate del cuerpo técnico sobre cómo salir en La Cartuja. Y es que los 4 Fantásticos corren serio peligro o, dicho de otro modo, la titularidad de Rodrygo está muy en entredicho. No está bien. De hecho, está irreconocible. Probablemente en unos de sus momentos más insulsos como madridista: sólo ha marcado un gol en los últimos 20 partidos (22, si se cuentan los de Brasil). Pero el análisis va más allá de lo tangible. Porque si fuese un problema de puntería, se podría interpretar como un mero bache goleador. Lo alarmante es lo poco que aparece en el área rival. El poco peligro que transmite, de manera general. Rodrygo no está.

Y en estas circunstancias, coge fuerza un Plan B: volver al 4-4-2, con Vinicius-Mbappé en punta. Un sistema que devolvería a Bellingham a la banda izquierda –aunque ya saben que esto es algo muy flexible a la práctica– y reforzaría la sala de máquinas. Es uno de los ensayos que se realizaron ante el Athletic, sólo que él formó parte del examen que puede provocar su salida del equipo titular. Repetimos: aún no hay decisión en firme, son sólo pruebas. Pero es algo que está sobre la mesa. Ante esta, surgen múltiples opciones: que Modric sea titular, que Valverde ocupe la hipotética banda derecha o que lo haga Ceballos, con los franceses en el medio. Pero Rodrygo, peligra.

Rezando por Mendy

Todo esto condicionaría la segunda prueba: hay muchas dudas con el lateral izquierdo. Más que nunca. Mendy está haciendo todo lo posible por llegar, pero no es seguro. Justo hoy se cumplen 40 días de su lesión: rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda, el 12 de marzo. Sucedió en los últimos minutos del Euroderbi en el Metropolitano. Pero fue una rotura muy, muy considerable. El plan es que esta semana reaparezca en los entrenamientos con el grupo; pero de ahí, a estar en condiciones de ser titular en una final de Copa, hay un trecho. Y un debate lícito.

¿Solución?

Camavinga o Alaba. Esa es la cuestión. Todo se reduce a dos nombres. Porque el cuerpo técnico no confía en Fran García para las grandes noches: es algo que sobrepasa informaciones, directamente salta a la vista. Y el rendimiento de Alaba ante extremos rápidos deja dudas. Conviene recordar que en este asunto se está abordando el nombre de quien deberá frenar a Lamine Yamal. Ni más, ni menos. Y en una final. Así que Ancelotti ha decidido subirse al DeLorean de Doc y probar lo que antaño funcionó: Camavinga como lateral. “No le gusta, pero es muy bueno”, se repite en Valdebebas. Esta temporada está sufriendo más de lo habitual. Y de ahí, el darle continuidad.

Ocho fijos

En este mar de dudas hay ocho certezas: Courtois (por más que Carletto juegue a la ambigüedad, es el portero de las grandes citas), Asencio, Rüdiger, Tchouameni, Valverde, Bellingham, Vinicius y Mbappé. Esos será titulares con total y absoluta seguridad. Y a partir de ahí, surge el baile de nombres. La posición de Valverde abre una vacante en una u otra línea; la de Camavinga, por ende. Y la decisión en torno al sistema también marca lo que pueda suceder con Modric o Ceballos. La conclusión es muy sencilla: no den tan por hecho el once de La Cartuja. Ni mucho menos. El cuerpo técnico sondea posibilidades. Alternativas. Puede haber un as bajo la manga. Una… o varias novedades.

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