Piastri sí gana a Verstappen

De entre las ‘papaya rules’ y la mano blanda de McLaren ha surgido un piloto frío y sin escrúpulos capaz de plantar cara a Verstappen y darle de su propia medicina. Piastri venció el GP de Arabia Saudí con una salida soberbia que le debió garantizar ya entonces la primera posición. No fue así porque Max se saltó la curva. Pero tras la esperable penalización y un primer stint calculado, el australiano adelantó por la calle de boxes al campeón y aseguró la primera posición con una pasada a Hamilton al filo de lo imposible. La necesitaba para hacer buena la estrategia y la ejecutó sin miedo a terminar como Lando el día anterior. A partir de ahí impuso un ritmo ganador que solo Verstappen pudo emular (y más tarde Leclerc). Oscar logró su quinta victoria en la F1, la tercera de 2025, y ya es el nuevo líder del Mundial.

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El australiano, nuevo líder, bate a Max tras una gran salida que acabó en penalización para el campeón. Leclerc completa el podio. Gran octavo de Sainz y 11º de Alonso.  

De entre las ‘papaya rules’ y la mano blanda de McLaren ha surgido un piloto frío, agresivo y sin escrúpulos capaz de plantar cara a Verstappen y darle de su propia medicina. Piastri venció el GP de Arabia Saudí con una salida soberbia que le debió garantizar ya entonces la primera posición. No fue así porque Max se hizo el remolón y se saltó la curva. Pero tras la esperable penalización y un primer ‘stint’ calculado, el australiano adelantó por la calle de boxes al campeón y aseguró la primera posición con una pasada al filo de lo imposible, de los muros, sobre Hamilton. La necesitaba para hacer buena la estrategia. La ejecutó sin dudar. A partir de ahí impuso un ritmo de líder que solo Verstappen (y más tarde Leclerc) pudo emular, pero ya era demasiado tarde. Oscar logró su quinta victoria en la F1, la tercera de 2025, y ya es el nuevo líder del Mundial.

Max partía desde la pole y sabía que media carrera estaría en la arrancada, porque Jeddah Corniche no ofrece tantos puntos de adelantamiento para coches parejos con desgastes de neumáticos similares. Sin embargo, por una vez, el holandés fue frágil bajo los semáforos. Piastri desembragó mejor, en pocos metros se puso en paralelo con el Red Bull. Y llegó por delante a la curva uno, que trazó un poco forzado pero por dentro del asfalto. Verstappen se la saltó y regresó a la pista primero. La FIA le sancionó con cinco segundos que cumpliría en su ‘pit-stop’, aunque nadie del equipo le recomendó al piloto que devolviera la posición. Nadie le discute.

Tsunoda se llevó por delante a Gasly en la quinta curva de la primera vuelta y salió el coche de seguridad cuando casi no había dado tiempo a que se asentaran las posiciones. Tras la resalida, Norris hacía camino hacia los puestos delanteros mientras el resto abría huecos. Verstappen llegó a contar con dos segundos y medio sobre Piastri y el ritmo del Red Bull, todo hay que decirlo, era bastante potable para ser un monoplaza tan difícil de reglar. Cuarto coche no parece. Para entonces, Sainz ya había perdido la posición con Norris y Hamilton y se consolidaba como octavo con el Williams, y Alonso veía desde el 12º cómo se le marchaban los Racing Bulls, aunque los había tenido por detrás tras la primera vuelta.

Piastri paró en la vuelta 20 forzando el ‘undercut’ cuando más rápido era Verstappen. Aun con la sanción de Max, no tenía tanto margen así que apretó sin dudar. Por el camino solo tenía que salvar al Ferrari de Hamilton, al que adelantó en la primera zona de DRS arrimándose a los muros como si fueran de goma. Saltaron chispas, metafóricas y reales, pero apuró ante la frenada y prosiguió hacia el liderato. Para cuando Verstappen pasó por el garaje (vuelta 22) ya habría cedido casi cuatro segundos con el McLaren. Se escapaban el triunfo y el liderato en una ocasión clara para ‘Mad Max’. Estas cosas antes no pasaban. Contra Lando, fundamentalmente.

Leclerc y Norris se quedaron en la pista más tiempo. Charles hizo bueno el plan de parar muy tarde (30) y regresar con un gran ritmo, suficiente para apartar a Russell de la última posición del podio. Mercedes aquí estuvo por detrás de Ferrari y Red Bull. Aunque terminaran delante de Hamilton, cuyo proceso de adaptación al digno SF-25 empieza a chirriar a propios y extraños. Porque mientras el monegasco deslumbra en cuanto a ritmo de carrera (terminó siendo el más rápido en la pista, se le hizo corto el domingo), el inglés (7º) compitió sin pena ni gloria. Lando, por su parte, esperó y esperó a un segundo safety car que no llegó y, tras el último cambio de ruedas, debió conformarse con la cuarta posición en una remontada válida que nunca debió tener que cumplir. Si no hubiera errado en la clasificación, el podio era sencillo y el triunfo… también. El retumbar de la pirotecnia en Yeda fue en honor a Piastri, nuevo y joven líder (24 años) por delante del campeón y Leclerc. McLaren ya tiene a su aspirante a derrocar a Verstappen. No es quien todos esperaban.

Sainz, mientras tanto, hizo bien todo lo que tenía que hacer bien e incluso más de lo que le correspondía. Fue inteligente, no se agotó contra coches grandes y conservó neumáticos para amarrar la octava posición con el Williams por detrás de todos los ‘top’. Fue el primero del resto con una carrera sin grandes ‘highlights’, aunque debió remontar posiciones con gomas frescas tras la parada. Como no era suficiente, el equipo le pidió que levantara al final y diera DRS a Albon (9º) para que se defendiera de las acometidas de Hadjar (19º), con mucho más ritmo por una parada más tardía. Al final el plan de Vowles surtió efecto. En el plano individual, es el mejor resultado de Carlos esta temporada y los cuatro puntos saben a mucho más que eso.

Al otro lado de la misma calle, Alonso debió conformarse con un undécimo muy trabajado que no ofrece ninguna recompensa. Peleó con espadas de madera contra coches que están más cerca de la zona noble que del furgón de cola. Al final ganó un puesto a Lawson por penalización del neozelandés. Sacó todo lo que tenía el coche con otro fin de semana sin una pega. Pero ni así hay puntos en el horizonte del paupérrimo Aston Martin AMR25.