Domingo de Gloria para Dinamarca

El Domingo de Resurrección resultó ser un sorprendente Domingo de Gloria para el deporte danés, que triunfó en dos escenarios internacionales contra pronóstico y, en ambos casos, ante figuras mundiales de sus respectivas disciplinas: el ciclismo y el tenis. Mattias Skjelmose se entrometió en el duelo entre Tadej Pogacar y Remco Evenepoel para conquistar la Amstel Gold Race, una célebre clásica que abre el conocido Tríptico de las Ardenas, que se completa con la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, el cuarto Monumento. Casi en paralelo, lo que obligaba al zapping televisivo, su compatriota Holger Rune doblegaba a Carlos Alcaraz en la final del Barcelona Open-Conde de Godó, un prestigioso torneo sobre tierra, ATP 500, donde el español buscaba inscribir su nombre por tercera vez y, a la par, culminar el doblete Montecarlo-Barcelona, que Rafa Nadal logró en diez ocasiones. Su derrota, además, tuvo otras consecuencias, porque el español perderá este lunes el número dos en beneficio de Alexander Zverev, que venció en Múnich a Ben Shelton.

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​El deporte danés ganó en dos escenarios contra pronóstico, ante figuras mundiales: Rune, en el Godó, frente a Alcaraz; y Skjelmose, en la Amstel Gold Race, ante Pogacar y Evenepoel.  

El Domingo de Resurrección resultó ser un sorprendente Domingo de Gloria para el deporte danés, que triunfó en dos escenarios internacionales contra pronóstico y, en ambos casos, ante figuras mundiales de sus respectivas disciplinas: el ciclismo y el tenis. Mattias Skjelmose se entrometió en el duelo entre Tadej Pogacar y Remco Evenepoel para conquistar la Amstel Gold Race, una célebre clásica que abre el conocido Tríptico de las Ardenas, que se completa con la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, el cuarto Monumento. Casi en paralelo, lo que obligaba al zapping televisivo, su compatriota Holger Rune doblegaba a Carlos Alcaraz en la final del Barcelona Open-Conde de Godó, un prestigioso torneo sobre tierra, ATP 500, donde el español buscaba inscribir su nombre por tercera vez y, a la par, culminar el doblete Montecarlo-Barcelona, que Rafa Nadal logró en diez ocasiones. Su derrota, además, tuvo otras consecuencias, porque el español perderá este lunes el número dos en beneficio de Alexander Zverev, que venció en Múnich a Ben Shelton.

Voy a parar un poco más en el tenis, porque entramos en la primera de las dos semanas del Madrid Open, donde Alcaraz, que ganó en 2022 (por cierto, ante Zverev) y en 2023, aspira también a su tercera corona. La final del Godó deja algún interrogante físico, porque Carlitos tuvo que pedir tiempo médico, aunque espera estar recuperado para la cita madrileña. Sus males pueden estar relacionados con la exigencia del calendario sobre tierra batida, que enlaza casi sin descanso Montecarlo, Barcelona o Múnich, Madrid y Roma, tres de ellos de categoría Masters 1.000. Si aspiras a ganarlo todo, como es el caso de Alcaraz, puedes pagarlo. También ha habido una mejora en su juego respecto a Mónaco, todo hay que decirlo. No hay excusas. Enfrente tuvo un rival que le conoce bien desde niño, Rune,y que este domingo fue mejor. Para gloria de Dinamarca.

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