Baloncesto
Los Lakers tienen ‘quinteto de la muerte’

Ha dicho Rui Hachimura que JJ Redick dijo a sus jugadores, antes del inicio de su primera temporada como entrenador de los Lakers, que su objetivo era llegar a 50 victorias y alcanzar el tercer puesto del Oeste. Dicho y hecho. El equipo angelino ha comprobado que acertó de pleno con su arriesgada elección, el exjugador no tenía ninguna experiencia en los banquillos y ascendía como figura mediática y compañero de podcast de un LeBron James al que pasó a entrenar, y ha llegado a final de curso con muy buenas sensaciones y un cambio con el que no se podía ni soñar solo unos meses antes: Luka Doncic llegó el 2 de febrero en una operación histórica que envió a Dallas a Anthony Davis, el compañero de LeBron durante los últimos cinco años y un escudero premium en el título de 2020, también la última vez en la que el equipo había llegado a 50 triunfos.
JJ Redick ha encontrado un quinteto con el que los Lakers maximizan sus virtudes, esconden sus defectos y llevan al límite a rivales de estilo más tradicional.
Ha dicho Rui Hachimura que JJ Redick dijo a sus jugadores, antes del inicio de su primera temporada como entrenador de los Lakers, que su objetivo era llegar a 50 victorias y alcanzar el tercer puesto del Oeste. Dicho y hecho. El equipo angelino ha comprobado que acertó de pleno con su arriesgada elección, el exjugador no tenía ninguna experiencia en los banquillos y ascendía como figura mediática y compañero de podcast de un LeBron James al que pasó a entrenar, y ha llegado a final de curso con muy buenas sensaciones y un cambio con el que no se podía ni soñar solo unos meses antes: Luka Doncic llegó el 2 de febrero en una operación histórica que envió a Dallas a Anthony Davis, el compañero de LeBron durante los últimos cinco años y un escudero premium en el título de 2020, también la última vez en la que el equipo había llegado a 50 triunfos.
Esta será (aquellos playoffs de 2020 se jugaron en la burbuja de Florida) la primera vez desde 2012 en la que los Lakers jugarán el primer partido de una serie de playoffs en su pabellón, en L.A. Y, por extraño que parezca en un primer vistazo, también es solo la segunda que Luka Doncic, que ganó el Oeste el año pasado con los Mavericks, tiene ventaja de campo en una eliminatoria por el título. Él dijo después de ganar en la penúltima jornada, y certificar el tercer puesto, a los Rockets que era la primera vez. Pero la falló la memoria: en la primera ronda de 2022, que él comenzó lesionado, los Mavs tenían factor cancha contra Utah Jazz.
Los Lakers son un equipo imperfecto, con un suelo bajo. Si los secundarios fallan los tiros liberados, su ataque pasa por fases mundanas. Y en defensa necesitan esfuerzos permanentes y sin una sola fisura para compensar la falta de especialistas puros en algunas posiciones y la salida de Anthony Davis, uno de los mejores defensores de la última década sin el que, sin embargo, los Lakers se han manejado bien. Con algunas métricas defensiva, incluso, por encima de los datos previos al traspaso de Doncic.
Según los expertos de ESPN, en un panel de análisis de cara a los playoffs, por ahí puede llegar la perdición para los angelinos: “Al final, Luka tiene que defender a alguien, y puedes intentar que se canse, desgastarlo. Cuando LeBron está en el lado débil, cambia el emparejamiento para no moverse demasiado. En los playoffs, los equipos van a intentar que LeBron y Luka se impliquen y se desgasten, que tengan que estar activos en la defensa del pick and roll. LeBron intenta no cargarse de faltas, así que puedes anotar atacándole con el jugador adecuado. Un equipo con determinados jugadores puede castigar a LeBron en playoffs. Eso es un problema”.
Los mismos expertos, sin embargo, ven claro también que los Lakers son capaces de convertir sus teóricos defectos, sobre todo la falta de interiores de primer nivel, en virtudes: “Tienen un esquema basado en el juego desde el perímetro para potenciar sus virtudes. Eso es lo que ha preparado Redick durante dos meses: equilibrar el protagonismo en ataque de tres generadores de juego (Doncic, LeBron y Austin Reaves) y mitiga la falta de tamaño en las zonas. Doncic saca lo mejor de los pívots que juegan con él. Y puede hacer lo mismo con Rui Hachimura y Dorian Finney-Smith, dos jugadores que están usando como pívots los Lakers. Todo va a depender de si son capaces de meter tiros. No tienen un gran pívot puro, pero tienen mucho tamaño en pista. Su jugador más pequeño suele ser Reaves, que mide 1,96. Gabe Vincent y Jordan Goodwin son más pequeños pero su estilo es muy físico. LeBron, Doncic y Reaves están multiplicando su valor y no reduciéndolo al jugar juntos. Reaves está en el mejor nivel de su carrera, para nada venido a menos por compartir pista con los otros dos. Por ejemplo, ha mejorado su tiro de tres, por volumen y porcentajes, desde el debut de Doncic. Tienen más creadores de juego que nadie, y eso es un problema cuando toca enfrentarse a ellos. Redick ha creado un sistema que funciona perfectamente en la fase regular. Ahora habrá que ver si resiste la dureza de dos meses de playoffs contra unos rivales que intentará desgastar al máximo a Doncic, LeBron y Reaves”.
El citado crecimiento de Reaves como tirador exterior es clave porque Doncic y LeBron generan enormes ventajas para sus compañeros. Desde que juega con ellos dos, Reaves es el jugador de la NBA que más triples tira sin ningún rival cerca, totalmente liberado (5,9 por partido). También es el que más anota (2,8) porque está en un excelente 46,8%. El quinto con más oportunidades liberadas en el exterior es Finney-Smith, que acierta en el 40,5%. El alero es importantísimo, y transforma a los Lakers cuando está fino por fuera. Porque en defensa es uno de los secundarios más valiosos de la NBA, uno de los jugadores que de verdad puede defender básicamente en las cinco posiciones, del uno al cinco. Del base al pívot.
Un quinteto que arrasa a los rivales
Desde luego, el plan funciona: desde el cierre de mercado, los Lakers han jugado catorce partidos contra equipos en el top 10 por diferencia de puntos y han ganado doce. En ellos, han firmado números que los pondrían como el quinto mejor ataque y la tercera mejor defensa de la NBA. Y han superado a equipos que han intentado contrarrestar su estilo con pívots grandes, como los Mavericks o unos Rockets cuyo entrenador, Ime Udoka, explicó así el reto que supone jugar contra estos Lakers: “Quitan a Jaxson Hayes y juegan con una unidad que tira muchos triples y abre la pista mucho, es totalmente diferente. Cambian todo el tiempo en defensa y sacan ventajas. Acaba siendo una guerra de voluntades, sus quintetos pequeños contra los grandes de los demás”.
Esa es la clave: los Lakers comienzan los partidos con un pívot puro como Hayes pero antes del ecuador del primer cuarto este deja su puesto a Finney-Smith. Esa unidad pequeña (Doncic, Reaves, LeBron, Finney-Smith, Hachimura) es el particular quinteto de la muerte de los Lakers. Un recuerdo a la dinastía de los Warriors porque Redick, como hacía Kerr, no lo usa de inicio pero sí de forma muy notable en los últimos cuartos. Cuando hay que ganar los partidos. Ese quinteto ha tenido en los últimos 15 partidos de la fase regular un +18,6 de rating ofensivo con una eficiencia ofensiva disparada: 124,9. En los últimos cuartos, el dato es todavía mejor: +22,5 de rating ofensivo.
Cinco jugadores que en realidad no son tan pequeños, que defienden de forma muy agresiva, con cambios constantes y mucha energía para proteger las debilidades individuales y, sobre todo, que tienen tramos en los que parecen imparables en ataque. De los cinco, solo Doncic está tirando por debajo del 40% en triples en catch and shoot, nada más recibir un pase. Y no es, claro, una estrategia óptima dejar liberado al esloveno. Así que hay que estar pendiente de todos en el perímetro, lo que crea unos espacios enormes. Redick crea dudas en los rivales y consigue que sus estrellas juegue en uno contra uno o, todavía mejor, que alguna reciba dobles marcajes o ayudas muy pronunciadas. En ese caso, los Lakers generan un cuatro contra tres en el que dos de esos cuatro son dos del trío Doncic-LeBron-Reaves. Un infierno para cualquier defensa que convierte en un equipo muy peligroso de cara a los playoffs a estos Lakers que alcanzaron el tercer puesto del Oeste. Que importa: 76 de los 78 campeones que ha habido en la NBA han terminado entre los tres primeros de su Conferencia.
Y, si falla todo, los Lakers tienen ahora mismo a los dos jugadores con las mejores medias de puntos en playoffs si se aíslan los partidos de eliminación, los que sus equipos juegan sabiendo que estarán en la calle si pierden: LeBron (33,5 con un 58,5% en true shooting percentage) y Luka Doncic (33,4 con un 56,2). Después de ellos, en toda la histoira de la liga, Michael Jordan (31,3 con un 53,7 de TS%).
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