El Getafe pone los clavos y el Espanyol, la resurrección

Era Viernes Santo y en el RCDE Stadium no faltaron 25.003 fieles renunciando prácticamente a sus vacaciones. Y hubo dolores, que se lo digan a Jofre, que por poco pierde la tibia ante un Uche que fue acertadamente expulsado. Clavos como los de una cruz. Pero también se culminó una resurrección. La de un Espanyol que ante el Getafe consiguió su tercera victoria consecutiva, algo nunca visto desde los tiempos de Rubi -con los mismos puntos a estas alturas, 38, acabó en Europa– y que permite a los pericos, merced a un gol de Kumbulla y las exquisiteces de Edu Expósito, hacerse con una permanencia virtual que ya tenían amarrada los azulones.

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 Kumbulla y un virtuoso Expósito materializan el tercer triunfo consecutivo de un Espanyol que roza la permanencia ante un Getafe que acabó con diez por una roja clarísima a Uche.  

Era Viernes Santo y en el RCDE Stadium no faltaron 25.003 fieles renunciando prácticamente a sus vacaciones. Y hubo dolores, que se lo digan a Jofre, que por poco pierde la tibia ante un Uche que fue acertadamente expulsado. Clavos como los de una cruz. Pero también se culminó una resurrección. La de un Espanyol que ante el Getafe consiguió su tercera victoria consecutiva, algo nunca visto desde los tiempos de Rubi -con los mismos puntos a estas alturas, 38, acabó en Europa– y que permite a los pericos, merced a un gol de Kumbulla y las exquisiteces de Edu Expósito, hacerse con una permanencia virtual que ya tenían amarrada los azulones.

A los tres minutos ya tenía que irse Pol Lozano a la banda para ser atendido con sangre en la boca y en la camiseta. A los 14, ya llevaba Coba una amarilla. Y fueron cayendo por los suelos Kumbulla, Jofre, Carlos Romero, Omar o un Antoniu Roca que, arrollado por Alderete, reclamó sin éxito penalti. Entre las faltas señaladas por De Burgos Bengoetxea y las que se ahorró incomprensiblemente, la intensidad del Getafe superó incluso a la del recibimiento de la afición perica a sus jugadores o la de los decibelios que desprendían los aplaudidores repartidos por toda la grada. No por habitual deja de ser llamativo lo del equipo de Bordalás.

No lograba el Espanyol liberarse de la maraña azulona, salvo en un tiro cruzado en exceso por Jofre, al cuarto de hora, hasta el punto irónico de que la ocasión más clara del partido la protagonizaba Terrats, en un chut sin apenas ángulo que exigió a Joan García a desviar a saque de esquina. De modo que debieron pensar los de Manolo González aquello de “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. Y lo golpearon con su propia medicina.

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Un balón parado, córner a la derecha del ataque, botado por Edu Expósito, se convertía en el 1-0 a ocho minutos para el descanso. Quedaba el esférico muerto en el punto de penalti, después de pasar bajo las piernas de Domingos Duarte, y Kumbulla lo recogía como un delantero puro, en ausencia del sancionado Puado, quien desde un palco celebraba en pie el exquisito remate con la zurda del central, que se colaba por toda la escuadra derecha de David Soria. Era, pese al dominio y las ganas de construir por encima de destruir, el primer tiro a puerta del Espanyol, una escuadra que ha hecho de la necesidad virtud.

Entró Álvaro Rodríguez en la reanudación por el gladiador Bertug, titular tras haber jugado un minuto en las diez jornadas anteriores, pero el que hizo acto de presencia fue el de siempre. Sea cual sea el partido del Espanyol. Porque sacaba Joan García una mano providencial ante un cabezazo implacable del ‘pichichi’ azulón Arambarri. También en Viernes Santo, pero del año pasado, había iniciado su leyenda el portero perico, con un paradón antológico ante el Burgos.

Daba un paso adelante por obligación el Getafe y se desdibujaba el Espanyol dominador del primer tiempo, aunque a su rescate acudía Uche con una entrada criminal, clavándole los tacos en la tibia a Jofre. Le mostró De Burgos una amarilla pero desde el VAR le alertó Figueroa Vázquez de que se había tragado una roja de manual. Y aun con toda la peligrosidad que entrañaba la acción, enloqueció el delantero, al que tuvieron que aplacar entre varios compañeros para que no atacara al árbitro.

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Pudo sentenciar acto seguido Expósito con su guante en el pie con un disparo de falta que iba a la escuadra y que sacó sublime David Soria. Y con el mediapunta perico desatado, en otro balón parado, tuvo que anticiparse providencialmente Djené cuando Kumbulla iba con todo a rematar en el segundo palo. Se le empezaba a quedar corto al Espanyol el 1-0.

Para contrarrestarlo, hacía Bordalás una de las suyas y quitaba a un Álvaro que había entrado en la segunda mitad, y que lógicamente abandonó el terreno de juego anímicamente hundido, para proceder a un triple cambio con Mayoral, Carles Pérez e Iglesias a por el empate. Pero lo que más cerca estuvo de producirse, y de hecho se produjo en el minuto 95, fue el 2-0, obra de Cheddira, aunque anulado por un fuera de juego previo. No hizo falta más para que el Espanyol, en medio de los dolores, completara su resurrección.

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Clasificación

Clasificación	PT	PJ	PG	PE	PP
10 RAY	40	31	10	10	11
11 GET	39	32	10	9	13
12 ESP	38	31	10	8	13
13 OSA	38	31	8	14	9
14 VAL	37	31	9	10	12

Clasificación	PT	PJ	PG	PE	PP
9 RSO	41	31	12	5	14
10 RAY	40	31	10	10	11
11 GET	39	32	10	9	13
12 ESP	38	31	10	8	13
13 OSA	38	31	8	14	9