Los puentes de Madisones uno de los mayores hitos en el género de películas románticas y una de las mejores creaciones de Clint Eastwood. Esta historia de amor imposible entre una ama de casa desesperada y un fotógrafo arisco es un clásico imprescindible que nunca se recomienda lo suficiente. Si sigue emocionando 30 años después de su estreno es porque el guion es sólido, pero también porque los dos actores ofrecen grandes interpretaciones -como suelen hacer siempre, por otra parte-.
Sin embargo, no fue una buena experiencia para Streep -o, al menos, no siempre-. La actriz confesó al medioLos Angeles Times durante la promoción de la cinta que su compañero de reparto apenas le dirigió la palabra en todo lo que duró el rodaje.
No me habló mucho durante la primera mitad de la película, y estaba preocupada. Finalmente, un día me dijo —y aquí Streep baja la voz para imitar el famoso susurro de Eastwood—: ¿Sabes? No digo mucho a menos que no me guste
Años más tarde, en un encuentro con la prensa durante el Festival de Cine de Berlín de 2016 en el que era presidenta del jurado, la actriz volvió a confesar algunos secretos detrás de las cámaras. Por ejemplo, que tienes que adivinar cuándo está comenzando la escena.
«Nunca dice acción. Como directora, tenía que adivinar cuándo empezaba a actuar. Salía de detrás de la cámara y entraba en la cocina y decía: ‘Vale’. Al principio no sabía qué significaba ‘Vale’, pero luego descubrí que significaba: ‘Vale, empieza a actuar», desvela Streep, «Era impecable. No interpreta una gran variedad de personajes —se parece a Clint Eastwood, habla como Clint Eastwood—, pero estaba completamente comprometido como actor. Y luego se autodenigra tanto con su propia capacidad actoral».
Aunque es introvertido y reservado, Eastwood sabe cómo sacar el potencial de sus actores. En una escena crucial de Los puentes de Madison el director y actor preparó el ambiente para que su protagonista pudiera dar lo mejor de sí misma. Vació el set, dejando solo al personal indispensable, y le dijo a Streep que hiciera lo que le surgiera en ese momento. Llevó a cabo una actuación que dejó atónito al personal.
En Los puentes de Madison, Eastwood interpreta al fotógrafo Robert Kincaid, quien recibe el encargo de documentar los puentes cubiertos de Iowa para la revista National Geographic. En su viaje conoce a Francesca Johnson (Streep), ama de casa que lleva una vida tranquila y rutinaria en una granja remota con su marido y sus dos hijos. Cuando su familia se va por unos días, Robert y Francesca se conocen mejor y finalmente se enamoran perdidamente de él.
Es uno de los mejores trabajos como director de Clint Eastwood y también uno de los más exitosos de su carrera: el drama romántico recaudó unos impresionantes 182 millones de dólares en taquilla, frente a un presupuesto máximo estimado de 24 millones de dólares. Del mismo modo, es una oportunidad única para ver a dos leyendas de Hollywood trabajar juntos frente a la cámara.