Tenis
Tsitsipas, testigo de una bronca viral y de un homenaje al mismo protagonista

En ausencia de Björn Borg, a quien no se pudo homenajear el martes por su anticipada marcha de Barcelona, el principal tributo del Godó en esta 72ª edición se lo ha llevado otro protagonista. Más cercano. Más desconocido. Pero también relevante en el devenir, en su caso, del tenis moderno. Hasta que la intromisión de los avances tecnológicos le animaron a dejarlo, el pasado noviembre. Se trata de Jaume Campistol, el único juez de silla español junto a Enric Molina que ha arbitrado finales de Grand Slam.
Jaume Campistol, recientemente retirado tras dirigir 2.318 partidos, se reencuentra en el Godó con el griego, presente en su icónico enfrentamiento con Medvedev en el Open de Australia.
En ausencia de Björn Borg, a quien no se pudo homenajear el martes por su anticipada marcha de Barcelona, el principal tributo del Godó en esta 72ª edición se lo ha llevado otro protagonista. Más cercano. Más desconocido. Pero también relevante en el devenir, en su caso, del tenis moderno. Hasta que la intromisión de los avances tecnológicos le animaron a dejarlo, el pasado noviembre. Se trata de Jaume Campistol, el único juez de silla español junto a Enric Molina que ha arbitrado finales de Grand Slam.
A las puertas del encuentro de octavos de final entre Stefanos Tsitsipas (spoiler: quizá no sea casualidad que él fuera el elegido) y Sebastian Korda, en la pista Rafa Nadal y en el horario estrella de este jueves, se rendía tributo a un Campistol que comenzó a jugar a tenis en esas mismas instalaciones, las del Real Club de Tenis Barcelona, con solo ocho años. Que empezó arbitrando internacionalmente en 2015, en una eliminatoria de Copa Davis, y que se retiró en las finales de la Billie Jean King Cup, el pasado otoño, en Málaga. Y que por el camino ha pasado por cuatro Juegos Olímpicos (de Londres 2012 a París 2024), Roland Garros, Wimbledon y dos finales femeninas de Grand Slam.

“Estoy mucho más nervioso que cuando arbitraba finales”, confesaba en el centro de la pista central, en pleno homenaje. Y añadió lacónicamente, cuando le preguntaban por alguna anécdota vivida como juez de silla del Godó: “Recuerdo que algún socio del club me gritaba cuando estaba en esa silla, intentando sin éxito desconcentrarme”.
Sus dos finales de Grand Slam: US Open y Australia
La primera fue la del US Open de 2020, en que la japonesa Naomi Osaka derrotó a la bielorrusa Victoria Azarenka (1-6, 6-3 y 6-3). Y la última, en enero del año pasado, la del Open de Australia, entre la también bielorrusa Aryna Sabalenka y la china Qinwen Zheng (6-3 y 6-2). Desde 2017 se encontraba distinguido con la Chapa de Oro como juez de silla. Sin embargo, y a pesar de su nutrida trayectoria, con 2.318 partidos, a Campistol siempre se le recordará por un mediático enfrentamiento en pleno partido.

Fue en las semifinales de Australia en 2022, cuando en pleno encuentro entre Tsitsipas (de ahí venía el spoiler) y Daniil Medvedev, el árbitro dio un ‘warning’ al ruso, que enloqueció: “Bro, ¿estás loco o qué? ¿Su padre puede hablar en cada punto? ¿Eres estúpido? ¿Su padre puede hablar en cada punto?”, se arrancó Medvedev, en alusión al padre y entrenador del griego. Y, con un volumen cada vez más elevado, le espetó: “¡Responde a mi pregunta! ¿Responderás a mi pregunta? ¡Dios mío! ¿Cómo puedes ser tan malo en una semifinal de Grand Slam! ¡Mírame! ¡Estoy hablando contigo!”.
Lo que no se vio del pique con Medvedev
Como Campistol le ignoró, Medvedev aguardó a que terminara ese set para acercarse al juez de silla y proferirle directamente: “Si no le das un ‘warning’ (a Tsitsipas) eres… cómo decirlo… un ‘small cat’”. Un insulto grueso que podría traducirse educadamente como cobarde.
El catalán, que volvió a hacer caso omiso, revelaba recientemente, en un encuentro en el mismo club que este jueves le homenajeaba, que “no se vio que antes había hecho un corte de mangas con la raqueta, y tuve que darle un primer aviso. Quizá tendría que haberle dado otro ‘warning’, pero opté por hacer ver que todo estaba correcto”, reflexionó. Por suerte, todo acabó bien entre ellos y el propio Medvedev le deseó suerte cuando supo de su retirada como juez de silla.
Campistol, que también arbitró la final del Godó, considera paradójicamente que se trata “del peor torneo del año”. ¿La razón? “Era muy cansado psicológicamente”. Pero matizó: “También era muy bonito poder arbitrar en casa”. Como lo ha sido ahora recibir un homenaje.
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