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Bienestar

Qué hacer con el caldo de legumbres, el suero del yogur y el aceite del atún

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Cada vez somos más conscientes de cómo influye una alimentación saludable en nuestra salud y planteárnosla como un acto consciente. Ahí se ve implicada la cesta desde una compra inteligente y el máximo aprovechamiento de los alimentos, con la menor generación de residuos y desperdicios, y esto le da un plus a un ciclo en el que no solo cuidamos de nosotros mismos, sino también de nuestro planeta.Y al intentar sacar el máximo partido a los alimentos que consumimos pueden surgir dudas de lo que sí y no podemos aprovechar y sin duda los líquidos de gobiernos de algunos alimentos, como las legumbres, conservas de pescado o incluso los sueros que aparecen en la superficie del yogur o kéfir son una gran duda, no solo por el tema de sacarles el máximo partido, sino si son o no seguros para nuestro organismo, si aportan un extra de beneficios a nivel nutricional.Por ejemplo, el líquido de las legumbres, conocido también como « aquafaba » se genera cuando cocemos garbanzos, alubias o lentejas . Notarás que este agua de cocción se vuelve más densa, ligeramente gelatinosa y esto es debido por que tras la cocción se obtiene un agua rica en almidones, proteínas vegetales y micronutrientes solubles. Estos nutrientes hacen de ella un líquido capaz de emulsionar y que se pueda montar con facilidad, como se se tratara de la clara de huevo, es decir, que es un ingrediente perfecto en la cocina vegetariana.Dependiendo de la legumbre que se haya cocinado y si la compramos o no envasada va a depender si tiene más o menos sal o si incluso lleva aditivos. Pero en general es un líquido que si no lleva sal en exceso puede consumirse con total seguridad utilizando por ejemplo para hacer merengues veganos o mayonesas.El caso del suero de yogur o de kéfir , te puedo decir que es verdadero oro líquido para nuestra microbiota : No, no es un defecto del yogur, ni se ha puesto malo, se trata de un suero láctico, rico en proteínas de alto valor biológico, con probióticos, calcio y fósforo..Además, en el caso del kéfir este maravilloso suero es además rico en bacterias ácido-lácticas que contribuye a aumentar la biodiversidad de nuestra microbiota.No lo tires nunca, sencillamente puedes remover tu yogur o kéfir e integrarlo todo. Y recuerda que siempre es mejor escoger versiones al natural sin azúcares añadidos.Este suero es super útil en personas que tienen digestiones pesadas o disbiosis ya que nos ayuda a que nuestro tracto intestinal trabaje mejor y se aumente la diversidad de nuestra microbiota.El aceite de las conservas es quizás es el más controvertido. Podemos encontrar varias versiones, porque por una parte tenemos las conservas en aceites vegetales, que puede ser aceite de oliva de más o menos calidad u otros aceites como el de girasol. También tenemos las versiones al natural y en escabeche, que es una mezcla de aceites vegetales, vinagre, especias y sal. ¿Se pueden aprovechar? Sí, pero con matices, siempre dependiendo de la cantidad de sal que contenga, a veces es excesiva y del tipo de aceite que contengan. Si se trata de un aceite de oliva o un AOVE, podemos aprovecharlo para aliñar ensaladas o incluso ligar salsas y nos aportará Omega 3, minerales y trazas de proteínas, pero si es un aceite de girasol, no pasa nada por descartarlo, pero no lo hagas nunca por el fregadero, siempre hay un punto limpio cercano.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’.

​Cada vez somos más conscientes de cómo influye una alimentación saludable en nuestra salud y planteárnosla como un acto consciente. Ahí se ve implicada la cesta desde una compra inteligente y el máximo aprovechamiento de los alimentos, con la menor generación de residuos y desperdicios, y esto le da un plus a un ciclo en el que no solo cuidamos de nosotros mismos, sino también de nuestro planeta.Y al intentar sacar el máximo partido a los alimentos que consumimos pueden surgir dudas de lo que sí y no podemos aprovechar y sin duda los líquidos de gobiernos de algunos alimentos, como las legumbres, conservas de pescado o incluso los sueros que aparecen en la superficie del yogur o kéfir son una gran duda, no solo por el tema de sacarles el máximo partido, sino si son o no seguros para nuestro organismo, si aportan un extra de beneficios a nivel nutricional.Por ejemplo, el líquido de las legumbres, conocido también como « aquafaba » se genera cuando cocemos garbanzos, alubias o lentejas . Notarás que este agua de cocción se vuelve más densa, ligeramente gelatinosa y esto es debido por que tras la cocción se obtiene un agua rica en almidones, proteínas vegetales y micronutrientes solubles. Estos nutrientes hacen de ella un líquido capaz de emulsionar y que se pueda montar con facilidad, como se se tratara de la clara de huevo, es decir, que es un ingrediente perfecto en la cocina vegetariana.Dependiendo de la legumbre que se haya cocinado y si la compramos o no envasada va a depender si tiene más o menos sal o si incluso lleva aditivos. Pero en general es un líquido que si no lleva sal en exceso puede consumirse con total seguridad utilizando por ejemplo para hacer merengues veganos o mayonesas.El caso del suero de yogur o de kéfir , te puedo decir que es verdadero oro líquido para nuestra microbiota : No, no es un defecto del yogur, ni se ha puesto malo, se trata de un suero láctico, rico en proteínas de alto valor biológico, con probióticos, calcio y fósforo..Además, en el caso del kéfir este maravilloso suero es además rico en bacterias ácido-lácticas que contribuye a aumentar la biodiversidad de nuestra microbiota.No lo tires nunca, sencillamente puedes remover tu yogur o kéfir e integrarlo todo. Y recuerda que siempre es mejor escoger versiones al natural sin azúcares añadidos.Este suero es super útil en personas que tienen digestiones pesadas o disbiosis ya que nos ayuda a que nuestro tracto intestinal trabaje mejor y se aumente la diversidad de nuestra microbiota.El aceite de las conservas es quizás es el más controvertido. Podemos encontrar varias versiones, porque por una parte tenemos las conservas en aceites vegetales, que puede ser aceite de oliva de más o menos calidad u otros aceites como el de girasol. También tenemos las versiones al natural y en escabeche, que es una mezcla de aceites vegetales, vinagre, especias y sal. ¿Se pueden aprovechar? Sí, pero con matices, siempre dependiendo de la cantidad de sal que contenga, a veces es excesiva y del tipo de aceite que contengan. Si se trata de un aceite de oliva o un AOVE, podemos aprovecharlo para aliñar ensaladas o incluso ligar salsas y nos aportará Omega 3, minerales y trazas de proteínas, pero si es un aceite de girasol, no pasa nada por descartarlo, pero no lo hagas nunca por el fregadero, siempre hay un punto limpio cercano.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’.   

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