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Mbappé sufre un esguince
Y Mbappé, lesionado. Llueve sobre mojado en el Real Madrid. A falta de 18′, sufrió una dura torcedura en el tobillo derecho. Fue algo totalmente fortuito: Rice se lanzó con todo al suelo para ganarle una disputa y Kylian saltó para esquivarlo, pero en la caída… crac. Se le torció el tobillo. Un gesto muy feo. Mbappé cayó al suelo y pidió rápidamente la entrada de los médicos. Pareció una torcedura de las que permiten seguir, aunque con dolor. Pero no. No pudo. Abandonó el campo por su propio pie… y bajo los pitos del Bernabéu. Una imagen para la historia.
Un mal apoyo a falta de 18′ le hizo abandonar el campo… entre pitos. Las primeras exploraciones apuntan a un esguince leve en el tobillo derecho. No peligra La Cartuja
Y Mbappé, lesionado. Llueve sobre mojado en el Real Madrid. Diluvia. A falta de 18′, sufrió una dura torcedura en el tobillo derecho. Fue algo totalmente fortuito: Rice se lanzó con todo al suelo para ganarle una disputa y Kylian saltó para esquivarlo, pero en la caída… crac. Se le torció el tobillo. Un gesto muy feo. Mbappé cayó al suelo y pidió rápidamente la entrada de los médicos. Pareció una torcedura de las que permiten seguir, aunque con dolor. Pero no. No pudo. Abandonó el campo por su propio pie… y bajo los pitos del Bernabéu. Una imagen para la historia.
Las primeras exploraciones, a falta de pruebas más exhaustivas, apuntan a un simple esguince leve. No reviste demasiada gravedad. Conviene recordar que Mbappé no iba a jugar de ninguna de las maneras este fin de semana, ante el Athletic, pues ahí cumplirá su partido de sanción por la entrada a Antonio Blanco. Sí estaba habilitado para participar ante el Getafe (el miércoles previo a la final) y, sobre todo, en el Clásico de La Cartuja. A esta hora, no debería haber problemas con su presencia en la final de Copa.
Despedido con pitos
Hoy se cumplen nueve meses de su presentación oficial. Nueve meses exactos. Si aquel 16 de julio le hubiesen dicho que esta noche se marcharía bajo un manto de pitos, costaría creerlo. Pero ha sido la realidad. Tal vez porque algunos no entendieron que no hiciera un esfuerzo mayor, más épico, que siguiera aunque con dolor; tal vez por su sequía goleadora (van cinco partidos seguidos sin marcar, su peor racha con el Real Madrid). Pero la realidad es la que fue: despedido con pitos en el Bernabéu. Así terminó su primera Champions con el club de su corazón. Entre silbidos. Y lesionado.
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