Cine
Durante un tiempo se creyó que Akira Toriyama hizo ‘La batalla de los dioses’ para protestar contra ‘Dragonball Evolution’. Pero, ¿es verdad?

Año 2009. Después de un tiempo sin noticias de Dragon Ball, una nueva película aparece en cines protagonizada por un tal Justin Chatwin. Su nombre resonaría en la infamia: Dragonball Evolution. La adaptación se estuvo preparando durante siete años y el resultado fue tan absolutamente terribl…
Artículo original publicado en SensaCine
Cualquier protesta contra ‘Dragonball Evolution’ es poca
Año 2009. Después de un tiempo sin noticias de Dragon Ball, una nueva película aparece en cines protagonizada por un tal Justin Chatwin. Su nombre resonaría en la infamia: Dragonball Evolution. La adaptación se estuvo preparando durante siete años y el resultado fue tan absolutamente terrible que Akira Toriyama les dio ideas de cómo mejorarla y los productores decidieron desestimarlas. De hecho, él mismo dijo que no podía llamarlo Dragon Ball. Cuatro años después, se estrenó La batalla de los dioses, la nueva película de la saga. ¿Tuvo el cabreo de Toriyama algo que ver?
¡Chatwin Chat-lose!
El rumor de que Akira Toriyama movilizó a su equipo viene de un libro por el 30 aniversario de la franquicia, donde afirmó «Había dejado Dragon Ball atrás, pero viendo lo que me molestó aquella película de acción real…». La realidad es otra: Toriyama entró al proyecto cuando la película ya estaba avanzada en Toei, por dos motivos. El primero, porque su editor original, Kazuhiko Torishima, se lo pidió encarecidamente. El segundo, eso sí, por Dragonball Evolution.
Toriyama acabaría reescribiendo el guion, creando diseños de personajes y adecuando la historia a lo que él creía que debía ser Dragon Ball Z. Y es posible que estés pensando que no se puede crear nada de Dragon Ball sin el permiso expreso de su autor, pero estarías cayendo en una equivocación: el autor dejaba hacer y se llevaba un pellizco en derechos de autor. De hecho, el mangaka recuerda que la primera vez que escuchó hablar de La batalla de los dioses fue en 2011, cuando fue a Tokyo para comprobar que todo estaba bien pero acabó metiéndose de lleno en ella.
Por ejemplo, algunos de estos cambios fue convertir a Beerus en una especie de gato egipcio (originalmente era un lagarto que plantó la semilla del mal en los saiyans), cambiar el Super Saiyan God a un pelo rojo (en lugar de, como era en los primeros diseños, un héroe musculoso con una capa) o pasar de la boda de Krilin y C-18 al cumpleaños de Bulma. Quién sabe si en el fondo de su cabeza estaba sonando continuamente una voz que le decía «Se van a enterar esos de Hollywood. ¡Vaya que si se van a enterar!».