La última película estrenada en cines de Jennifer Lawrence, Sin malos rollos, que acaba de llegar al catálogo de Netflix en España y está funcionando fenomenal, vio la luz en 2023 hace ahora casi dos años, pero la intérprete está a punto de estrenar nuevo proyecto. Die, My Love, un thriller de la cineasta escocesa Lynne Ramsay, que protagoniza junto a Robert Pattinson y que debutará en el Festival de Cine de Cannes el próximo mes de mayo.
Lawrence, que hace unos años se tomó un descanso y pasó unos años alejada de Hollywood, tiene otro buen puñado de interesante proyectos en marcha y/o sobre la mesa, no solo como actriz, sino también productora, una faceta de su profesión que ha explorado más en los últimos tiempos. Asimismo, la intérprete acaba de dar la bienvenida a su segundo hijo en común con su marido, Cooke Maroney.
En definitiva, ahora hace tiempo que mantiene un perfil más bajo, pero Jennifer Lawrence fue a principios de la pasada década una de las actrices más populares y prometedoras de su generación. La intérprete se dio a conocer con Winter’s Bone en 2010, por la que se convirtió en la segunda actriz más joven en ser nominada al Oscar, e inmediatamente después llegaron sus primeros blockbuster con su fichaje por X-Men y, por supuesto, como la estrella principal de la saga postapocalíptica Los Juegos del Hambre.
Ya consagrada como intérprete, Lawrence ganó el Oscar por El lado bueno de las cosas y, entre sus trabajos más notables también se encuentran otras películas como La gran estafa americana, Madre!, Joyo Gorrión rojo. En ellas Lawrence se ha enfrentado a todo tipo de retos, muchos de ellos de gran entrega física, pero, si hay un tipo de escenas que a la actriz le intimidan y cuesta especialmente abordar, esas son en las que tiene que cantar frente a la cámara.
La actriz ha tenido que cantar en muchos de sus trabajos, desde Los juegos del hambre o El lado bueno de las cosas, hasta Joy o La casa al final de la calle, lo que no deja de resultar curioso, puesto que nunca se ha sentido a gusto y con confianza con este tipo de escenas. De hecho, la actriz, que siempre se ha caracterizado por su sentido del humor y buen carácter, bromeaba con este hecho hace ya algunos años en declaraciones a ET Online.
Sabes, tengo la teoría de que los directores me odian. No sé por qué. Odio tener que seguir haciéndolo. Es de lo más extraño. Nunca he dicho que creo que puedo cantar o que incluso disfruto cantando
Según Lawrence, nunca ha mencionado cantar entre sus habilidades, pero siguen proponiéndole que lo haga en muchos de sus proyectos y los anteriores ejemplos no le son de mucha ayuda a la hora de evitarlo. «¡Ahora parece que tengo que repetirlo en cada maldita película!», añadió.
