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Doué: ha nacido una nueva estrella
El fútbol se desplaza a la velocidad de la luz y los jugadores pasan de ser promesas a estrellas en cuestión de días. Un claro ejemplo es Désiré Doué, que hace tres años brillaba en el Europeo sub 17 con Francia, escudero de otros talentos más emergentes como Mathys Tel, del Bayern, o Zaïre-Emery, y ahora se ha convertido en una de las armas de destrucción masiva que dispone Luis Enrique para infundir miedo en Europa. Su golazo contra el Aston Villa el miércoles, cuando el PSG perdía 0-1, le ha catapultado a una nueva dimensión, a tal punto de que en Francia le comparan con Neymar.
Désiré Doué, de 19 años, tiene como inspiración al brasileño y le copia gestos. Su temporada con el PSG está siendo extraordinaria. Ya es internacional.
El fútbol se desplaza a la velocidad de la luz y los jugadores pasan de ser promesas a estrellas en cuestión de días. Un claro ejemplo es Désiré Doué, que hace tres años brillaba en el Europeo sub 17 con Francia, escudero de otros talentos más emergentes como Mathys Tel, del Bayern, o Zaïre-Emery, y ahora se ha convertido en una de las armas de destrucción masiva que dispone Luis Enrique para infundir miedo en Europa. Su golazo contra el Aston Villa el miércoles, cuando el PSG perdía 0-1, le ha catapultado a una nueva dimensión, a tal punto de que en Francia le comparan con Neymar.
El paralelismo, más que osado, viene de lejos. En reiteradas ocasiones, Doué, canterano del Rennes, fichado por el PSG en verano por 60 millones, imponiéndose al Bayern en la carrera de fondo por su incorporación, afirmó que Ney fue una inspiración para desarrollar su estilo de juego y que, ojalá, pudiera acercarse al nivel del brasileño, vendido en 2023 por 90 millones al fútbol saudí. “Ya he podido hablar con Neymar, estoy muy contento”, dijo el miércoles, tras ganar al Aston Villa, en la zona mixta.
La ascensión de Doué en Francia no tiene parangón en los últimos años. Antaño, el PSG era una trituradora de jóvenes, a los que no daba oportunidades para priorizar fichar a los mejores jugadores del mundo. Ahora, con la llegada de Luis Enrique, el conjunto parisino, el más joven de la Champions en los cuartos de final, se ha convertido en una fábrica de futbolistas imberbes, impensable hace un lustro, máxime cuando reunió en una misma plantilla a Neymar, Messi y Kylian Mbappé.
Su temporada, de menos a más, está rozando la excelencia. No siente la presión, es impertérrito en cualquier escenario, como en la tanda de penaltis en Anfield, cuando cambió el partido saliendo desde el banquillo y acercó al PSG a la clasificación a los cuartos de final de la Copa de Europa, y atesora una calidad en la conducción, en el regate y en la finalización que le han erigido como uno de los mejores jóvenes del fútbol Europeo. 24 participaciones de gol, 12 goles y 12 asistencias, en 43 encuentros, han provocado un furor desmesurado en Francia, a tal punto de ir convocado en el último parón de marzo y debutar, contra Croacia en el Stade France, con la elástica tricolor.
“Es diferente, mentalmente es muy fuerte. Físicamente es un atleta, tiene potencia y resistencia. De momento me está impresionando. Este chico es especial. Lo mostró la semana pasada.“, dijo Lizarazu, asombrado por su potencial, este domingo en Telefoot. Precisamente, esa fuerza física, alejado de los vicios, han sido una de las claves para que este fenómeno mundial se haya convertido en una estrella en París. ”Ya era un coche de carreras, un 4×4, con unos isquiotibiales enormes, pero después se puso todas las opciones (risas). Tiene una espalda, unos pectorales, unos cuádriceps y unos brazos fuertes. Lo que también me llama la atención es su capacidad para absorber el contacto en el momento adecuado. Tiene el timing adecuado para envainar, como si supiera leer el duelo. Eso es de alto nivel», destaca uno de sus formadores en el diario L’Équipe.
Toda esa espontaneidad a la hora de regatear, esa osadía para no tenerle miedo a ningún rival, han sido fruto de la confianza de Luis Enrique, que le permite ser diferencial en cualquier zona del campo. Como extremo, delantero, mediocentro o incluso interior, impulsado por la libertad que dispensa el técnico asturiano en el campo, Doué es una de las sensaciones de un PSG que aspira a ganar, por fin, tras tantos años de sufrimiento y de debacles, la primera Champions de su historia. Sus pisadas de balón, sus sombreros, sus caños, todo eso reunido en un solo jugador, hacen recordar a Neymar, uno de sus ídolos y en el que quiere inspirarse para ser uno de los mejores jugadores del mundo.
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