Baloncesto
Cuando Caitlin Clark metió 22 puntos en dos minutos… contra hombres
El pasado martes, Caitlin Clark, la gran estrella del baloncesto femenino y uno de los nombres más mediáticos, ahora mismo, de todo el deporte estadounidense, pasó por el programa de David Letterman en Netflix, “My Next Guest Needs No Introduction”. Seguramente, el mejor momento, el que se viralizó casi al momento en las redes sociales, fue cuando habló de un partidillo en un entrenamiento que ya tiene hasta su propio nombre, The Scrimmage (el entrenamiento).
La súper estrella de Indiana Fever habló en el programa de David Letterman de un partidillo de entrenamiento que ya ha alcanzado estatus de legendario.
El pasado martes, Caitlin Clark, la gran estrella del baloncesto femenino y uno de los nombres más mediáticos, ahora mismo, de todo el deporte estadounidense, pasó por el programa de David Letterman en Netflix, “My Next Guest Needs No Introduction”. Seguramente, el mejor momento, el que se viralizó casi al momento en las redes sociales, fue cuando habló de un partidillo en un entrenamiento que ya tiene hasta su propio nombre, The Scrimmage (el entrenamiento).
La súper estrella de Indiana Fever, que se prepara para su segunda temporada en la WNBA, habló de este partidillo, de 2021, en el que su equipo universitario, las Hawkeyes de Iowa, se enfrentaron a un equipo masculino como parte de su preparación para la temporada. Iowa perdía por 15 cuando Clark se tomó la remontada como algo personal: “Metimos un par de triples y nos pusimos a diez o algo así, no recuerdo bien”. Entonces Letterman le preguntó si cuando habla en plural se refiere, en realidad, solo a sí misma. Clark fue más específica, entre risas: “Era yo, pero los puntos sumaban a las Hawkeyes. Creo que metí 22 puntos en dos minutos, esa es la moraleja”.
En principio, nadie vio aquella exhibición de Clark, aunque eso no es del todo exacto porque sí había en las gradas algunas jugadoras de un equipo de instituto: “Había un poco de público, sí. Estamos en la pista de entrenamiento y las chicas empezaron a saltar en los asientos, a volverse locas. Yo… normalmente nunca reacciono de forma exagerada cuando meto un tiro importante. Pero ese día, después del quinto triple seguido en un minuto o algo así, fue como ’oh, Dios mío‘. No me lo podía creer ni yo. Acabamos ganando, a los chicos del otro equipo no les gustó nada. Todavía no les gusta pero a mí me encanta recordárselo”.
Aquella pachanga se jugó entre la primera y la segunda temporada de Clark en Iowa. En su estreno había llevado a la universidad de su estado natal (que ha retirado ya su número 22) a participar en el campeonato nacional con más de 26 puntos y 7 asistencias de media (y 3,9 triples anotados en cada partido). Tres años después, en 2024, fue un cantadísimo número 1 del draft de la WNBA y acabó su primer curso profesional como Rookie del Año (19,2 puntos, 8,3 asistencias y 3,1 triples por partido) y con billete de su equipo para los playoffs.
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