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Baloncesto

Rafa arroja Luz sobre la permanencia

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Rafa Luz no es un base anotador. Este año ha cerrado cinco partidos sin estrenarse, a veces se ha ido con uno, dos o tres puntos. Llevaba 2,4 de media. Sus virtudes son otras, llevar la batuta, dirigir, dar sentido al juego… ese viejo oficio cada vez más en desuso. Y se ha desmelenado ante el Bilbao, uno de sus exequipos. Nada menos que 16 puntazos, unas cifras que no firmaba en ACB desde hace más de tres años, para iluminar el camino del Andorra hacia la permanencia. Y 27 de valoración. Le ayudaron un excelso Doumbouya y Harding, que jugó con molestias, pero ahí estaba para poner la puntilla en una jugada ante una defensa horrible de los vascos. Todo quedó encaminado por momentos de inspiración de jugadores claves en ambos bandos. El MoraBanc, con la ausencia de Chougkaz, se demostró a sí mismo que defendiendo sí puede ganar partidos. Dio caza en la tabla al Bilbao Basket, que se tomó en serio el choque, aunque habría sido comprensible que su mente estuviera en el miércoles, que tuviera un ojo en la primera entrega de la final de la Europe Cup. Realmente sí pensaba que el mejor ensayo para esa cita ante el PAOK era este duelo. De hecho, repitió lo que viene haciendo todo el año, fallar ante uno de los de abajo y seguir con la sequía fuera. Se ha impuesto en la pista de los dos últimos y ya. En esta ocasión, sólo cedió un cuarto y fue sólido durante muchos minutos. Pero otra vez gestionó mal el final.

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​Doumbouya y Harding acompañan al base brasileño ante el Bilbao Basket en un triunfo capital para el Andorra.  

Rafa Luz no es un base anotador. Este año ha cerrado cinco partidos sin estrenarse, a veces se ha ido con uno, dos o tres puntos. Llevaba 2,4 de media. Sus virtudes son otras, llevar la batuta, dirigir, dar sentido al juego… ese viejo oficio cada vez más en desuso. Y se ha desmelenado ante el Bilbao, uno de sus exequipos. Nada menos que 16 puntazos, unas cifras que no firmaba en ACB desde hace más de tres años, para iluminar el camino del Andorra hacia la permanencia. Y 27 de valoración. Le ayudaron un excelso Doumbouya y Harding, que jugó con molestias, pero ahí estaba para poner la puntilla. Todo quedó encaminado por momentos de inspiración de jugadores claves en ambos bandos. El MoraBanc, con la ausencia de Chougkaz, se demostró a sí mismo que defendiendo sí puede ganar partidos. Dio caza en la tabla al Bilbao Basket, que se tomó en serio el choque, aunque habría sido comprensible que su mente estuviera en el miércoles, que tuviera un ojo en la primera entrega de la final de la Europe Cup. Realmente sí pensaba que el mejor ensayo para esa cita ante el PAOK era este duelo. De hecho, repitió lo que viene haciendo todo el año, fallar ante uno de los de abajo y seguir con la sequía fuera. Se ha impuesto en la pista de los dos últimos y ya. En esta ocasión, sólo cedió un cuarto y fue sólido durante muchos minutos. Pero otra vez gestionó mal el final.

Tal y como se esperaba, el Andorra mostró quién estaba más necesitado en la puesta en escena. Con una defensa al límite y acierto en sus jugadas de ataque, el equipo de Plaza se situó con 11-4 nada más empezar, con 6 puntos de Doumbouya, tras un triple y un 2+1. Los ‘hombres de negro’ no perdieron la cara al choque en ningún instante . De Ridder y del ex-MoraBanc, Gielo despertaron al equipo a golpe de triple. Un parcial de 2-10 dio la vuelta al electrónico para colocar el 13-14. Hlinason sigue de baja y se añadió en las ausencias Rabaseda. Luz empezó a asomar, aunque en el duelo de bases, Pantzar no se quedó atrás. Kuric también anotó desde el arco para el MoraBanc y el primer cuarto finalizó con máxima igualdad con el 21-23.

El segundo cuarto se descorchó con errores por ambos bandos. En los primeros cinco minutos sólo anotó un triple Kuric, un tiro libre Llovet y tres puntos Doumbouya por parte del MoraBanc y del Surne Bilbao únicamente vio aro Rahkman. Los de Ponsarnau empezaban a tener demasiada dependencia de éste. El choque se reactivó y llegó el dominio de los del Principado. Pero del 34-28 se pasó a un parcial de 5-13 de los visitantes con el acierto de Gielo y Rahkman. El bocinazo final del primer tiempo fue acompañado por una jugada de crack de Cazalon, con un regate con látigo a su par para notar de tres: 39-41.

RESUMEN

84 – MoraBanc Andorra (21+18+25+20): Shannon Evans II (11), Harding (14), ‘Chumi’ Ortega (2), Doumbouya (19) y Dos Anjos (2) -cinco inicial-; Lammers (7), Okoye (4), Rafa Luz (16), Goudou-Sinha (-), Kuric (6), Nacho Llovet (3) y Ferran Bassas (-).

81 – Surne Bilbao Basket (23+18+20+20): Frey (5), Abdur-Rahkman (8), Zoran Dragic (8), De Ridder (5) y Marvin Jones (13) -cinco inicial-; Sylla (2), Pantzar (12), Gielo (10), Cazalon (3), Rubén Domínguez (13), Bagayoko (-) y Kullumae (2).

Árbitros: Carlos Cortés, Rubén Sánchez Mohedas y Iyán González. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 27 de la Liga ACB disputado en el Pabellón Toni Martí ante 3.259 espectadores.

Había mucha irregularidad por ambos bandos. La igualdad fue máxima en la reanudación. Un toma y daca emocionante, un intercambio de golpes en ataque entre dos equipos con la necesidad de conseguir la victoria para huir de la zona peligrosa, aunque esta cada vez parece más reservada para Granada y Coruña. Se ha roto la clasificación por abajo, con un abismo de cuatro triunfos del ante penúltimo sobre el abismo. Harding, una estrella de esta Liga, emergió tras permanecer dos cuartos desaparecido. Los visitantes llegaron a ganar por 4 puntos en dos oportunidades, pero los de Joan Plaza no se dejaron ir en ningún momento y, bajo el liderazgo de Luz, respondían a las acometidas vizcaínas. De hecho, el hispano-brasileño fue el jugador decisivo para llegar con ventaja al inicio del último cuarto con el parcial de 11-4, para el 64-61.

En el último cuarto, a partir de los cinco minutos se reactivó el pulso a golpe de triple. Empezó Rubén Domínguez con uno, respondió Doumbouya y después en el otro lado volvió a acertar el gaditano y le siguió Harding para el 73-70. El alero del Surne acabó su show particular con dos puntos más y ocho seguidos para el 73-72. Llovet seguía tirando de picardía, de jugarretas de veterano. El tramo final fue un cara y cruz. Harding situó el 80-76, pero Jones respondió con un mate en el otro lado de la pista. A 34 segundos de la conclusión Pantzar hizo una de esas canastas que ponen a un jugador en otra dimensión, un mate a una mano pleno de potencia ante un taponador como Lammers. Sacó un 2+1: 82-81. Pero Harding respondió con una gran entrada a canasta cambiándose el balón de mano en el impulso final. Pidió el bloqueo directo de Lammers sobre su izquierda. Su defensor, Rahkam, el mejor en esa faceta de los bilbaínos, quedó enganchado y en el cambio de asignación Jones le dio el pasillo hacia la canasta, y tampoco acertaron las ayudas de Pantzar, que llegó tarde, Gielo y Cazalon. Ponsarnau pudo dar instrucciones a modo de tiempo muerto mientras los árbitros revisaban lo que quedaba: 19 segundos. Decidió Plaza arriesgar y no pidió hacer falta. Pantzar sacó de fondo a Rahkman, este subió la pelota, y mientras Llovet hacía flopping ante un leve toque de Gielo, el escolta se la devolvió al base sueco. Este pudo entregar la bola a Rubén, que se elevó ante Luz, pero no acertó. Al menos, el average es para él y sus compañeros.

Plaza: “Aún no estamos para fiestas”

Plaza volvió a enviar un mensaje de prudencia; “Estoy contento por el triunfo, pero aún no estamos para fiestas”. El experimentado técnico barcelonés fue autocrítico y todo basado en la máxima prudencia siempre. “Pensamos que aún nos faltan dos victorias. Hemos atrapado al Bilbao, pero no tenemos el average aunque lo importante era ganar”.

Elogio a sus jugadores, pero con el freno puesto. “Ha habido buena predisposición, buenos momentos, especialmente en el tercer cuarto, pero está buena actitud hay que alargarla durante los 40 minutos. No podemos permitirnos ciertas cosas obvias como perder balones y fallar muchos tiros libres. Hay cosas mejorables”.

Sobre la semana complicada que ha vivido la plantilla con muchos jugadores con molestias y con la baja de última hora de Chougkaz, Joan Plaza tiro de ironía. “He mirado a veces y veía a Francesc Solana por allí cerca para tenerlo como opción. Defensivamente hemos estado agresivos aunque hemos vuelto a hacer pocas faltas. No puedo encontrar a faltar a nadie. Ha sido una semana difícil con un buen final”. También hablo del buen partido de Doumbouya. “Estoy agradecido por su partido, pero él sabe que tiene cosas aún por mejorar. Por ejemplo, ser más constante y ahora que todo esto lo haga más hasta final de temporada”.

La permanencia aún no está conseguida. “Ya nos lo pensamos cuando ganamos en Murcia. Tenemos que tener un perfil más humilde y nos pagan para ir a tope cada puto partido. Tenemos que ir siempre a tope. Ahora queremos ir a Madrid a ganar y no a pasear el perrito”, sentenció Plaza.

Posarnau: “Lo más positivo, el average”

Ponsarnau buscó la lectura positiva después de la derrota. “Lo más positivo ha sido salvar el ‘average’”, dijo. En el partido de la primera vuelta, el Surne Bilbao Basket venció por 8 y aquí ha perdido por tres. “Ha sido un partido muy igualado con iniciativas de poca duración. Eso sí, tengo que lamentarme de los últimos momentos del partido dónde hemos perdido nuestras esencias”, dijo.

También explico la última jugada dónde no pidió tiempo muerto el de Tàrrega: “No pedí tiempo muerto y me equivoqué porque pensaba que nos harían falta. Luego ya no hemos sido clarividentes en esa última jugada de ataque”. El entrenador ilerdense analizó algunos momentos de un partido de máxima igualdad. “Nosotros hemos tenido un momento de inspiración de Gielo y ellos han contado con la capacidad anotadora de Doumbouya. Además Okoye, que tiene un buen chasis, nos ha defendido muy bien″.

Y tiró de ironia para hablar del gran partido de Doumbouya. “Lo hemos defendido mejor que en el partido de la primera vuelta y pese a ello nos ha anotado más puntos. Tiene mucho talento ofensivo”, comentó. El objetivo fue ganar la batalla interior. “Marvin Jones va cogiendo ritmo competitivo y los dos chavales (Sylla y Bagayoko) han hecho un partido serio”. Fuera de casa, el Surne Bilbao no saca los partidos adelante como en Miribilla y este partido era importante también para ellos por ser contra un rival directo aunque la final del miércoles también estaba en mente. “Era importante y clave para nosotros ganar aquí. Tenemos una deuda pendiente con los partidos de visitante y no hemos sabido gestionar las posesiones claves. En el vestuario no he hablado del partido al final ya que también nos hace ilusión la final. Queremos aprovechar este cambio de foco”, sentenció Jaume Ponsarnau.

 

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