Connect with us

Deportes

Mbappé se borra, el Madrid no

Published

on

El Madrid conjuró el peligro real de no jugar los encuentros por su orden. En un partido obrero, con más de media hora con un hombre menos por un momento de enajenación mental de Mbappé, se mantuvo en la Liga. Fue un chupito de dopamina antes del Himalaya que le espera el miércoles. Ancelotti solo puso a Bellingham y Vinicius al final, pero la victoria no es atribuible a sus fantásticos, sino a la disciplina defensiva que no ha practicado mucho el equipo, al todopoderoso Valverde y a un Camavinga que, con Tchouameni guardándole la espalda, mejoró notablemente. Su gol determinó el reparto de los puntos en un partido con 33 faltas, empalagoso y mal arbitrado.

Las polémicas, el gol de Camavinga… Las fotos del Alavés-Real Madrid

Kylian Mbappé y Antonio Blanco acabaron expulsados por duras faltas. Eduardo Camavinga, el goleador del partido.

Seguir leyendo

Kylian Mbappé vio la cartulina roja por esta dura entrada a Antonio Blanco.
Este disparo de Camavinga le dio el triunfo al Madrid. El francés se autoexpulsó en la primera mitad, pero el equipo de Ancelotti supo defender el gol de Camavinga. Vinicius y Bellingham fueron suplentes.  

El francés se autoexpulsó en la primera mitad, pero el equipo de Ancelotti supo defender el gol de Camavinga. Vinicius y Bellingham fueron suplentes.

El Madrid conjuró el peligro real de no jugar los encuentros por su orden. En un partido obrero, con más de media hora con un hombre menos por un momento de enajenación mental de Mbappé, se mantuvo en la Liga. Fue un chupito de dopamina antes del Himalaya que le espera el miércoles. Ancelotti solo puso a Bellingham y Vinicius al final, pero la victoria no es atribuible a sus fantásticos, sino a la disciplina defensiva que no ha practicado mucho el equipo, al todopoderoso Valverde y a un Camavinga que, con Tchouameni guardándole la espalda, mejoró notablemente. Su gol determinó el reparto de los puntos en un partido con 33 faltas, empalagoso y mal arbitrado.

Hubo un tiempo en que Ancelotti se sentía incapaz de pisar ningún campo, el Bernabéu incluido, si no le acompañaba Vinicius. Sucedió cuando a sus ojos y a los de una inmensa mayoría, entre los que no se encontraban algunos de los que votaron al Balón de Oro, era el jugador más desequilibrante del mundo. En Mendizorroza, con la Liga suspendida de un hilo, le dejó en el banquillo. Fue una decisión híbrida: un descanso para sus piernas y un ratito al rincón de pensar después de una racha insólita en la carrera del brasileño. El descontento no estaba solo en la grada.

Sin él, con otro sospechoso habitual, Arda Güler, con Tchouameni y Camavinga juntos y con solo dos puntas, compareció el Madrid en Vitoria, prólogo con espinas del intento de remontada ante el Arsenal. Un equipo poco creativo, protegido en un 4-1-4-1, y con Mbappé en régimen de aislamiento entre la agresiva zaga del Alavés. La situación atacó a su sistema nervioso.

Un gol y una roja

Y es que eso, fiereza y máxima atención, fue el equipo de Coudet, al que le costó entrar en la familia por el cariño de la grada al destituido Luis García Plaza. El cuadro vitoriano intentó tomar ventaja por vía de apremio, con diez minutos de alto voltaje a los que le faltó remate. Esa es enfermedad crónica en los equipos del extremo sur de la tabla.

El Madrid no era ni frío ni calor. Apenas le llegaba nada, apenas creaba nada. Y a pesar de ello, estuvo dos veces al borde del gol. En una se atocinó Arda Güler, que echó a perder un gran envío largo de Rüdiger con un intentó de vaselina que solo cogió aire. En otra, el VAR intervino en favor del Alavés tras un gol de Asencio, que cabeceó en el segundo palo un córner lanzado por Rodrygo. Soto Grado no vio nada. En Las Rozas apreciaron una zancadilla de Rüdiger a Owono que impidió el salto del meta. Pareció infracción.

Fueron dos fogonazos en un partido plano, de transición, de víspera, que preludiaron el gol de Camavinga, cuyo secreto fue la circulación de la pelota. Valverde y Arda Güler sacaron de punto a la zaga vitoriana al primer toque y el francés, desde el borde del área, metió su izquierda con un toque de gran precisión. Esa posición de interior que le resta responsabilidad defensiva, su punto débil, le favorece mucho.

El Madrid parecía haber conseguido lo más difícil cuando Mbappé, que andaba ya desconectado del juego y buscando pelea, perdió la cabeza y le metió los tacos en la espinilla a Blanco de modo alevoso, brutal e inexplicable. El VAR volvió a hacer sonar la campana y el equipo de Ancelotti se quedó con diez, con Güler como único punta. Al Madrid, cuyo ataque se había reducido a las buenas intenciones de Rodrygo en la izquierda, la banda que más le apetece, le esperaba un largo periodo de resistencia, sinónimo de desgaste, lo último que necesitaba antes de su duelo ante el Arsenal.

El Alavés, en la primera mitad, corrió mucho y produjo poco. Su único peligro fue una rosca de Carlos Vicente que no se enroscó lo suficiente.

Diez contra diez

El Madrid pasó del bloque bajo al bajísimo, cercano al encierro en su área. Le costó al equipo blanco salir de ahí a vuelta del descanso. Y cuando Coudet metió un segundo punta, Toni Martínez, Ancelotti empezó a tirar de sus principales, Bellingham y Vinicius.

La versión más solidaria estaba sujetando a un Madrid ordenado, entregado al sacrificio y con una buena actitud defensiva, no solo en sus centrales sino también en Lucas Vázquez y Fran García, laterales B y suplentes en el Emirates. De aquellos momentos de agobio solo sacó el Alavés dos cabezazos sin colocación de Toni Martínez y Kike García.

Ahí se fue su gran oportunidad porque a veinte minutos del final el equipo de Coudet también se quedó con diez cuando Manu Sánchez le puso los tacos en el gemelo a Vinicius. Soto Grado, en tarde desastrosa, no pitó ni falta. Actuó tras denuncia del VAR sobre una acción menos brutal que la de Mbappé, pero también punible. Al menos sí estuvo atento a los gritos de la grada contra Asensio. Paró el partido y puso en marcha la megafonía.

De ahí al final se acomodó el Madrid con su juego de toque, alejó al Alavés de su área con el juego inteligente de Vinicius y Bellingham y amarró una victoria que le mantiene en el campeonato. También tuvo minutos Ceballos. Esta vez, aunque sin brillantea, no se ahorró kilómetros. La afición y Ancelotti lo agradecen, pero la gesta ante el Arsenal merecerá mucho más.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Cambios

Toni Martínez (59′, Carlos Martín), Vinícius Júnior (61′, Rodrygo), Jude Bellingham (62′, Arda Güler), Moussa Diarra (75′, Abdel Abqar), Ander Guevara (75′, Joan Jordán), Brahim Díaz (76′, Fran García), Pau Cabanes (82′, Carles Aleñá), Carlos Benavídez (82′, Antonio Blanco), Dani Ceballos (91′, Federico Valverde)

Goles

0-1, 33′: Camavinga

Tarjetas

Arbitro: César Soto Grado
Arbitro VAR: Jesús Gil Manzano, Javier Iglesias Villanueva
Kylian Mbappe (37′,Roja), Joan Jordán (41′,Amarilla), Carlos Martín (54′,Amarilla), Manu Sánchez (69′,Roja), Nahuel Tenaglia (76′,Amarilla), Camavinga (79′,Amarilla), Lucas Vázquez (87′,Amarilla), Vinicius Junior (94′,Amarilla), Courtois (96′,Amarilla), Santiago Mouriño (97′,Amarilla)

Clasificación

Clasificación PT PJ PG PE PP
15

35 30 9 8 13
16

34 31 9 7 15
17

30 31 7 9 15
18

29 31 7 8 16
19

28 31 6 10 15
Clasificación PT PJ PG PE PP
1

70 31 22 4 5
2

66 31 20 6 5
3

60 30 17 9 4
4

54 30 14 12 4
5

48 29 13 9 7

 

Continue Reading
Advertisement