Espectáculo
Tragedia de la discoteca Jet Set: se debe comunicar sin dañar

Si algo nos ha mostrado el trágico incidente de la discoteca Jet Set, desde el punto de vista comunicacional, es que tener más acceso a la información no significa necesariamente estar mejor informados.
La democratización de los medios ha permitido la existencia de una cantidad abrumadora de plataformas informativas. A esto se suma que cualquier persona con un dispositivo con acceso a internet puede no solo recibir, sino también emitir información.
Sin embargo, esto no garantiza que cada emisor actúe con conciencia ni produzca de manera responsable mensajes, imágenes, historias u opiniones.
Regulación que protege la dignidad de los fallecidos
Fotos y videos de cadáveres y personas visiblemente heridas se compartieron en redes sociales sin la más mínima empatía, ignorando que la muerte o una tragedia, no le arrebata la dignidad a nadie.
La Ley 192-19 prohíbe explícitamente la difusión de imágenes de personas fallecidas.
En su artículo 7 establece que los familiares o personas autorizadas pueden interponer demandas en defensa del honor, la intimidad o la imagen del fallecido, si se divulga su imagen sin autorización y en circunstancias que vulneren su dignidad o la de su entorno.
Si bien plataformas como Facebook, Instagram, X o YouTube prohíben este tipo de contenido gráfico o humillante, el verdadero problema es que muchas veces el material se difunde antes de poder ser moderado.
La alfabetización mediática e informacional como vacuna
En medio del mar de contenidos, algunos medios informaron con responsabilidad. Sin embargo, muchos destacaron por su falta de tacto, ética y cuidado hacia las víctimas.
En ese contexto, desde el Centro de Análisis y Estudio de la Comunicación (Caesco) realizamos tres guías oportunas: cómo informar responsablemente sobre accidentes y desastres, cómo cuidar la salud mental al consumir noticias trágicas y cómo respetar el dolor ajeno desde la ciudadanía.
Estas guías son herramientas prácticas y replicables de Alfabetización Mediática e Informacional, cuyo objetivo es formar personas capaces no solo de buscar, evaluar y utilizar información, sino también de comprender críticamente los medios y participar de forma ética en los entornos digitales.
Una ciudadanía alfabetizada mediáticamente promueve la empatía, el respeto y la responsabilidad. En situaciones como la vivida, donde cientos de personas perdieron la vida, se vuelve urgente contar con una sociedad capaz de narrar con cuidado, sin revictimizar, construyendo relatos que sanen, informen y activen la solidaridad.
El contenido y su impacto psicológico
A raíz del lamentable suceso en la discoteca, los medios de comunicación realizaron coberturas especiales con jornadas casi ininterrumpidas. La sociedad fue bombardeada con imágenes, audios y videos a través de todos los canales posibles. Esta infoxicación, especialmente en eventos trágicos, tiene un impacto psicológico real.
La psicóloga clínica Miriam Fondeur advierte que la exposición constante a eventos traumáticos a través de los medios puede generar estrés agudo, ansiedad, angustia y un duelo profundo.
Ver en tiempo real los rescates, las reacciones de los familiares, la incertidumbre por los desaparecidos, puede derivar en insomnio y hasta el debut de trastornos mentales. “Vivimos un duelo vicario o fatiga por compasión”, señala la doctora.
En este contexto, recomienda alejarse de las redes sociales, dejar de consumir contenidos que reactivan una y otra vez el dolor, para dar espacio a procesar las emociones: “Estamos todos impactados porque conocemos a alguien que ya no está, y el pensar en cómo murió nos sumerge en una pena muy profunda”, apunta.
El poder de comunicar sin dañar
Renée Hobbs, pionera en alfabetización mediática en Estados Unidos, enfatiza que todos somos productores y consumidores de contenidos y que la alfabetización debe empoderarnos en ambos roles.
Para Hobbs, la empatía es clave para evaluar y producir contenidos de manera ética. Enseñar a ponerse en el lugar del otro no solo mejora la comprensión crítica, sino también la capacidad de comunicar sin causar daño.
La cobertura mediática del incidente en Jet Set debe hacernos reflexionar no solo sobre el papel de los medios de comunicación, sino también sobre las habilidades técnicas, críticas y emocionales de la ciudadanía para crear y compartir contenido que respete la dignidad humana.
Como sociedad, debemos cuestionar nuestras decisiones éticas al compartir textos, videos, memes o audios. Y hacernos preguntas esenciales:
- ¿Tiene valor este contenido?
- ¿Puede herir a alguien?
- ¿Qué impacto estoy provocando?
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