Deporte Motor
Vienen curvas ante el gran cambio de reglas de 2026

Vienen curvas para la FIA y la F1. En el caso de los primeros, este jueves se supo que el adjunto a la presidencia Robert Reid ha presentado su dimisión por “incorrecciones en los estándares de buen gobierno” que desde la prensa británica apuntan directamente a Mohammed Ben Sulayem. El ya exdirigente británico ve “una erosión en los principios” del alto gobierno de la FIA y cuestiona directamente el hecho de que el organismo asumiera la promoción del Mundial de Rallycross. La FIA, a través de un portavoz, ha agradecido los trabajos prestados y ha justificado la relevancia del rallycross, con “más de 30 millones de espectadores repartidos en cien países”.
La FIA se reúne con los fabricantes de motores para simplificar el aporte eléctrico con los V10 de fondo. Sainz: “Si ahora todos piensan que esas reglas no son tan buenas…”.
Vienen curvas para la FIA y la F1. En el caso de los primeros, este jueves se supo que el adjunto a la presidencia Robert Reid ha presentado su dimisión por “incorrecciones en los estándares de buen gobierno” que desde la prensa británica apuntan directamente a Mohammed Ben Sulayem. El ya exdirigente británico ve “una erosión en los principios” del alto gobierno de la FIA y cuestiona directamente el hecho de que el organismo asumiera la promoción del Mundial de Rallycross. La FIA, a través de un portavoz, ha agradecido los trabajos prestados y ha justificado la relevancia del rallycross, con “más de 30 millones de espectadores repartidos en cien países”.
Mientras tanto, suena mucho más terrenal la preocupación alrededor de las reglas de 2026. Ben Sulayem fue el primero que habló de reintroducir los motores V10 simplificados en lugar de las complejas unidades de potencia actuales. El problema es que algunos fabricantes se han interesado, y lo están utilizando para simplificar, en la medida de lo posible, la configuración de los motores ya en 2026. Entre ellos, Red Bull y Mercedes. Este viernes, el presidente de la FIA ha invitado a todos los fabricantes a una reunión en Sakhir para discutir posturas y tratar de elaborar una hoja de ruta. Más allá del medio y largo plazo, no es descartable que se plantee un cambio en el reparto de potencia incluso para la próxima temporada. Se buscaba un 50% de aporte eléctrico que puede reducirse al 30% o el 20% para cumplir con unos estándares válidos para ver buenas carreras. Y eso, en última instancia, puede afectar a la manera de emplear la aerodinámica.

Entre quienes trataron el tema es representativa la opinión de Carlos Sainz, que además es director de la asociación de pilotos: “Como no me gusta lo que veo para 2026, viendo lo que el coche y el motor van a hacer y cómo va a funcionar todo, digo que sí, que prefiero un motor V10 más pronto que tarde. Aunque no es justo no dar una oportunidad a estas reglas si todos creen que son tan buenas. Aunque si ahora todos piensan que no son tan buenas… veremos qué deciden los jefes”.
Leclerc sonó todavía más crítico: “Yo puedo decir lo que pienso. Un V10 sería fantástico, lo que he visto para el año que viene no me parece muy emocionante y creo que la mayoría de pilotos compartimos esa opinión. Unos hablan más que otros por diferentes razones pero creo que todos estamos de acuerdo en que los V10 serían una mejor solución. Está claro que lo que estamos viendo (para 2026) no es genial, no solo para las carreras sino para todo en general. Incluso en términos de seguridad, en algunos casos, es bastante complejo. Creo que eso es lo que la FIA valorará, aunque no sé si queda tiempo suficiente para corregirlo”.
A vueltas con la sanción de la FIA
Carlos, que por cierto, tuvo sus más y sus menos con los comisarios de la FIA el pasado domingo después de recibir una multa de 10.000 euros por llegar tarde al himno nacional de Japón, algo que justificaron con informes médicos por molestias estomacales. “Creo que estoy muy de acuerdo con la puntualidad, especialmente con un himno nacional. Lo admití, dije que llegué tarde. Pero fueron cinco segundos y tener que pagar 10.000 euros, o lo que sea… para mí. Es una mierda, no sé si me sancionarán otra vez. Espero que al menos alguien me diga a dónde van esos 10.000 euros, que sea para una buena causa”. “La mierda salió cara”, bromeó a su lado Antonelli.