El Bodo la vuelve a liar

El Bodo/Glimt vuelve a hacer daño a la capital italiana. Tras el histórico 6-1 infligido a la Roma en octubre de 2021, esta vez fue la Lazio la que cayó en casa de los noruegos, con un 2-0 que complica seriamente su clasificación a las semifinales de la Europa League y supone una enorme decepción.

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 Tras el 6-1 a la Roma de Mourinho en 2021, el equipo noruego tumbó al otro conjunto de la capital italiana, la Lazio, con un 2-0 que incluso se queda corto por lo que se vio.  

El Bodo/Glimt vuelve a hacer daño a la capital italiana. Tras el histórico 6-1 infligido a la Roma en octubre de 2021, esta vez fue la Lazio la que cayó en casa de los noruegos, con un 2-0 que complica seriamente su clasificación a las semifinales de la Europa League y supone una enorme decepción.

Los de Baroni llegaban con ilusión tras una victoria en el campo del Atalanta que había puesto fin a una racha muy complicada (tres empates y una derrota, un 5-0 en casa del Bolonia), pero, al parecer, el equipo aún no ha levantado cabeza. Los de Knutsen, en cambio, confirman que en casa dan miedo. Esta temporada, ya habían caído en el Aspmyra Stadion equipos como Oporto, Besiktas y Olympiacos.

Los italianos salieron de inicio con Pedro actuando por detrás de Dia, en un 4-2-3-1 con mucha calidad (Isaksen y Zaccagni se movían por las bandas), pero que apenas logró generar peligro en la primera mitad. Los locales, en cambio, pusieron enseguida a prueba a Mandas con un disparo de Hauge, y llegaron al descanso con más posesión, más tiros y más pases.

La situación de la Lazio empeoró nada más comenzar la segunda parte: en el 48′, Saltnes abrió la lata culminando una bonita jugada colectiva con un disparo preciso tras asistencia de Blomberg. La reacción de los biancocelesti, algo más activos con Castellanos en el campo, no fue suficiente para acercarse al empate, y Hauge, ex del Milan, tras haber rozado el larguero con un disparo, fabricó la jugada del 2-0. El noruego se deshizo de Vecino y dejó solo ante Mandas a Saltnes, que con una vaselina aumentó la ventaja en el 69′, después de haber desperdiciado otras dos ocasiones claras.

Increíblemente, en lugar de buscar el 2-1 que habría cambiado la cara del partido de vuelta, la Lazio sufrió aún más en los últimos 20 minutos. Los italianos deben darle las gracias a su portero, que salvó milagrosamente nuevos intentos de Saltnes y Bjortuft, y dentro de una semana, en el Olímpico, necesitarán una remontada con tres goles de ventaja para alcanzar las semifinales. Buscarán la hazaña después de disputar el derbi con la Roma que les espera el domingo y tiene un valor enorme también en la lucha por los puestos europeos. Se avecinan días durísimos para Baroni.

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