En el año 2010 un matrimonio con tres hijos de Indiana, Michael y Kristine Barnett, adoptaron a Natalia Grace, una niña ucraniana de 7 años con enanismo, y la abandonaron a su suerte un año después sospechando que en realidad se trataba de una adulta que estaba intentando estafarles. El caso, muy similar a la historia real de Barbora Skrlová de 2007 en la que se basa la película La huérfana, fue muy sonado a nivel mediático cuando los Barnett fueron acusados en 2019 de negligencia de una persona dependiente y en 2023 se estrenó un documental fruto de un arduo proceso de investigación, El curioso caso de Natalia Grace, en Discovery+ (en España está disponible en Max) que sigue el caso hasta la actualidad en sus tres temporadas.
Ahora, el caso de Natalia Grace se ha convertido en el eje central de una nueva serie de ficción de Hulu, Una buena familia americana, protagonizada por Ellen Pompeo, Mark Duplass e Imogen Faith Reid, que se estrena hoy en Disney+.
Una nueva apuesta por el ‘true crime’ que relata en 8 episodios un caso desconcertante como pocos en torno al que, más de cinco años después, sigue habiendo muchos interrogantes.
Primera serie de la protagonista de Anatomía de Grey desde que hace 20 años se comprometiese con el papel de Meredith Grey hasta tal punto que no volvería a interpretar ningún otro, en Una buena familia americana Pompeo interpreta a Kristine Barnett, probablemente, junto a la propia Natalia, la figura más importante de la compleja historia.
Kristine, que ya tenía tres hijos cuando adoptó a Natalia y que en 2013 publicó un libro sobre su experiencia criando un niño con autismo (The Spark: A Mother’s Story of Nurturing Genius and Autism (La chispa: la historia de una madre criando el genio y el autismo), comenzó a sospechar de Natalia al poco de su llegada a la familia, cuando, según su versión, se percataron de hechos que llevaban a pensar que la niña no solo no tenía la edad que ponía en el certificado de nacimiento ucraniano que le había proporcionado la agencia de adopción, sino que en realidad era una adulta. Los Barnett contaron que la niña tenía vello púbico, que les había ocultado que ya tenía el periodo, y que su comportamiento problemático acabó siendo una amenaza real para ellos, puesto que Natalia había intentado asesinarlos. Así, Kristine movió cielo y tierra para demostrar la verdadera edad de la niña y en 2012lograron cambiar legalmente la edad de Grace en su certificado de nacimiento para indicar que nació en 1989, aumentando su edad de 8 a 22 años. Después le alquilaron un apartamento para que comenzase a vivir por su cuenta y se mudaron de la ciudad.
La serie que ahora estrena Disney+ relata los hechos a través de dos líneas temporales: por un lado en la que sucedieron los hechos en 2010, y por otro a partir del año 2019, cuando los padres fueron acusados por negligencia, lo que permite al espectador poner en duda desde el principio la versión de los Barnett. El suceso, a través de los distintos puntos de vista de los involucrados, genera un desconcierto y duda constante: desde el punto de vista de Kristine, está claro que la niña no es quien dice ser, pero ¿realmente la Sra. Barnett era el ser de luz bondadoso y desinteresado que estaba empeñada en hacer creer a todo el mundo que era?
Sin embargo, aunque no dudo de que a priori Una buena familia americana tiene buenas intenciones en su intento por ficcionar la trágica historia en un formato de multiperspectiva, definitivamente se queda lejos de conseguir hacer un relato serio sobre una historia que estuvo repleta de errores y generó mucho sufrimiento. En su lugar, la serie relata el caso de forma sensacionalista y superficial de la mano de los elementos que en su día hicieron que fuera tan mediático y que sí, engancha, pero definitivamente no encuentro ninguna razón por la que recomendaría a nadie ver esta serie y no irse directamente al reciente documental de Discovery+.
De hecho, si conoces bien la historia real de Natalia Grace y los Barnett, probablemente te cueste aguantar la absurda dinámica familiar que plantea la serie desde su inicio, con personajes absolutamente impostados y exagerados que casi parecen una caricatura de la «buena familia americana» a la que hacen referencia en el título.
Por el contrario, si no conoces el caso de real o solo de pasada, Una buena familia americana tiene una gran baza a su favor: que se trata de una historia real absolutamente desconcertante y llena de misterios que nos hace desear desentrañarla al milímetro desde que entramos en contacto cpn ella.