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«O me vilipendian o me ponen en un pedestal»: James Cameron acabó muy confundido con Hollywood tras arrasar con ‘Titanic’

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Todavía no ha superado a Steven Spielberg como el director más taquillero de todos los tiempos, pero James Cameron tiene el honor de que tres de las cuatro películas más taquilleras de todos los tiempos sean obra suya. La primera vez que uno de los largometrajes del reputado cineasta se conv…

Artículo original publicado en SensaCine

​El director se gastó 200 millones en hacer la película y fue mirado con escepticismo. Más tarde, circularon los rumores sobre su extrema exigencia. Mientras, el mundo se rendía a sus pies  

El director se gastó 200 millones en hacer la película y fue mirado con escepticismo. Más tarde, circularon los rumores sobre su extrema exigencia. Mientras, el mundo se rendía a sus pies

Todavía no ha superado a Steven Spielberg como el director más taquillero de todos los tiempos, pero James Cameron tiene el honor de que tres de las cuatro películas más taquilleras de todos los tiempos sean obra suya. La primera vez que uno de los largometrajes del reputado cineasta se convirtió en la cinta con mayor recaudación de la historia fue con Titanic en 1997, a la que solo bajaría del pedestal otra de sus películas, Avatar, en el año 2009. Actualmente, la ambiciosa producción sigue ocupando el primer puesto tras haberlo perdido brevemente frente a Vengadores: Endgame en 2019, mientras que la tercera película de la lista es su secuela tardía Avatar: El sentido del agua. Titanic actualmente ocupa el cuarto puesto, aunque una película de animación china lleva semanas amenazando su posición.

Uno de los cineastas más importantes de su generación, cuando James Cameron estrenó Titanic ya le avalaban películas de éxito como Terminator o Aliens, el regreso, pero fue con la película sobre el hundimiento del transatlántico con la que se vio bajo todos los focos. El director era el responsable de la mayor producción cinematográfica hasta la fecha y el filme resultó ser todo un fenómeno de masas.

Para sacar adelante Titanic fue necesario un presupuesto de 200 millones de dólares -que fueron recuperados con creces-, pero si la película resultó tan espectacular es porque James Cameron supo invertir cada céntimo. El director se dedicó en cuerpo y alma con cada detalle, aunque eso le llevó a ser demasiado exigente con sus trabajadores en ocasiones.

«Tendrías que pagarme mucho dinero para volver a trabajar con Jim», declaró Kate Winslet en 1997. Y aunque años más tarde aseguró en una entrevista con Rolling Stone que sus palabras habían sido malinterpretadas, sí admitió que que el cineasta «perdió los estribos» durante el rodaje, pero que lo hizo «por muy buenas razones».

James Cameron no fue ajeno en ningún momento a la reputación que se había ganado en Hollywood tras Titanic y habló sobre ello en una entrevista también con Rolling Stone en 1998. En sus declaraciones, el director reflexionó sobre lo volátil que podía llegar a ser la industria y que había experimentado en sus propias carnes viendo cómo había absoluto escepticismo sobre la ambiciosa producción y luego todo el mundo la elogiaba tras haber amasado 1.800 millones de dólares y 11 premios Oscar.

Ha sido una experiencia muy extraña. Me vilipendian o me ponen en un pedestal, a veces ambas cosas a la vez. Y, sin embargo, no soy ninguna de las dos. Simplemente soy yo; soy el mismo imbécil de siempre

Además, Cameron desmintió los rumores sobre su especie de «tortura» a los actores con los que trabaja. «Soy bastante incansable en la búsqueda de la mejor manera posible de hacer una escena», admitió. Sin embargo, como explicó, la única razón por la que es tan pasional es porque ha invertido todo en ellos: «Todo el mundo parece olvidar que yo escribí estos malditos personajes. Tengo una gran inversión creativa en el proceso de interpretación».

«He estado en el fondo del océano y creo que Hollywood es más extraño», comentaba con extrañeza.

 

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