Baloncesto
Las calculadoras echan humo
Las calculadoras echan humo en vísperas de la última jornada de la fase regular de la Euroliga. Las combinaciones de clasificación son múltiples. Así que quizá sea más sencillo empezar a escribir de las pocas cosas que ya son inamovibles. Hay ocho equipos que llegan eliminados a la cita final, entre ellos el Baskonia. Los diez restantes jugarán play in o playoff, o ambas cosas, por lo que todavía tienen abiertas las puertas de la Final Four y la lucha por el título, entre ellos el Real Madrid y el Barça. Dentro de esa decena, ya se conoce el nombre de los tres primeros clasificados, y como resultado han atado el factor cancha para el cruce de cuartos, aunque se desconoce el orden: Olympiacos, Fenerbahçe y Panathinaikos. A partir de ahí, todo es incertidumbre.
El principal caramelo de la última jornada de la fase regular de la Euroliga es la cuarta plaza, a la que todavía aspiran el Madrid y el Barça para asegurar el factor cancha.
Las calculadoras echan humo en vísperas de la última jornada de la fase regular de la Euroliga. Las combinaciones de clasificación son múltiples. Así que quizá sea más sencillo empezar a escribir de las pocas cosas que ya son inamovibles. Hay ocho equipos que llegan eliminados a la cita final, entre ellosel Baskonia. Los diez restantes jugarán play in o playoff, o ambas cosas, por lo que todavía tienen abiertas las puertas de la Final Four y la lucha por el título, entre ellos el Real Madrid y el Barça. Dentro de esa decena, ya se conoce el nombre de los tres primeros clasificados, y como resultado han atado el factor cancha para el cruce de cuartos, aunque se desconoce el orden: Olympiacos, Fenerbahçe y Panathinaikos. A partir de ahí, todo es incertidumbre.
El principal caramelo es la cuarta plaza, por aquello de jugar en casa, a la que todavía aspiran blancos y azulgranas, aunque su actual ocupante, el Mónaco, depende de sí mismo. Las cábalas son una locura. Si ponemos el cercano ejemplo del Real Madrid, aún puede terminar en esa ansiada cuarta posición, pero también puede caer a la novena y, en consecuencia, al play in. Es más: puede acabar séptimo ganando este jueves en su visita al Partizán, o puede ser quinto perdiendo en Belgrado. Un auténtico embrollo que se solucionará en 24 horas de emociones, entre el jueves y el viernes, porque la Euroliga, fiel a su filosofía, no unifica ningún horario entre los implicados.
Más importante que las frías matemáticas, son las ardientes sensaciones. Seis jornadas antes, después de su última derrota continental ante el Panathinaikos, el Madrid estaba en puestos de eliminación: el duodécimo. Después de cinco triunfos consecutivos, que hoy pueden ser seis, aspira a todo. No lo digo yo, lo dice Chus Mateo: “Aún podemos ser campeones de Europa”.Un pensamiento que diez equipos todavía pueden repetir sin complejos.
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