Espectáculo
Paloma san Basilio se despedirá de los dominicanos

La polifacética artista española Paloma San Basilio agota su última gira como intérprete. La República Dominicana, país que ha marcado su carrera artística, forma parte esencial de esta despedida.
El próximo 23 de mayo, la galardonada cantante, actriz y escritora se presentará en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito con su propuesta escénica titulada “Gracias”.
San Basilio regresa a suelo dominicano junto a su productor local, César Suárez Pizano. Durante el concierto, sus admiradores podrán disfrutar de emblemáticos temas como “No llores por mí Argentina”, “Demasiado herida” y “Por qué me abandonaste”.
A pesar de su retiro como cantante, la artista se mantiene activa en otras facetas. La semana pasada estrenó su segunda novela “Uxoa, el secreto del valle”, y a finales de año volverá a las tablas con un proyecto teatral.
En entrevista con Diario Libre, San Basilio compartió su visión sobre el cierre de este ciclo artístico y su conexión con el público dominicano.
—Quisiéramos que nos comparta algunos detalles de esta gira y lo que representa incluir a República Dominicana.
Por supuesto. Yo amo ese país. He ido tantas veces… Desde el principio, cuando César Suárez me llevó, ya nunca dejé de volver. Es un país maravilloso y me siento como en casa.
En este tour “Gracias”, República Dominicana tenía que estar. El Teatro Nacional me ha regalado noches maravillosas, y este concierto es un agradecimiento por estos 50 años a tanta gente que ha estado siempre ahí.
Es mi manera de decir gracias a esos teatros que nunca están vacíos, a los medios como tú que siempre han sido un vehículo para comunicarme con el público. Había tanto por agradecer, que “Gracias” me pareció el mejor título para esta despedida.
—Cuando mira hacia atrás en estos 50 años de carrera, ¿cuál es la reflexión de todo ese viaje?
Mira, Severo, desde antes de la pandemia no hacía gira en España. Ya llevamos más de ocho conciertos y vamos hacia los 40. Todos los teatros llenos, entradas vendidas con antelación.
Cuando salgo y me reciben de pie… ahí es cuando dices: “Ha valido la pena. He dejado algo”. Esa emoción compensa los momentos difíciles, los viajes, el cansancio. El respeto y el cariño de la gente es el mayor resumen de mi carrera.
—Usted pertenece a una élite que no necesitó lanzar un disco cada año para mantenerse vigente.
Me di cuenta muy pronto de que no podía depender de un disco. Hubo un momento en que un director me castigó tres años sin sacar uno porque no quise cantar lo que él quería.
Así que decidí ganarme el escenario a pulso: cantando desde el corazón, dejando la piel, respetando al público. Mis conciertos son directos, sin trampa ni playback.
Un disco puede funcionar o no, y muchas veces ni siquiera está bajo tu control. Pero lo que haces en un escenario, lo que le das al público, eso es tuyo y nadie te lo puede quitar.
—Siempre ha sido una artista honesta. ¿Qué rol juega la honestidad en el arte?
La honestidad es esencial, no solo para un artista, sino para cualquier ser humano. Da igual si vendes gasolina o estás sobre un escenario.
Es tu esencia, lo que te permite convivir contigo mismo. A veces tienes que decir que no a cosas tentadoras, a propuestas mediáticas.
Pero nadie te quita la tranquilidad de estar a gusto en tu piel.
Cuando eres un referente, tienes una responsabilidad. Tu mensaje se expande, y por eso hay que ser aún más honesto. Engañar al público nunca es una buena idea.
—¿Qué ha representado para usted ser reconocida fuera de España, como en América Latina, y en especial República Dominicana?
Siempre he sido una viajera empedernida. Viajar me salva, me da oxígeno. Cuando me ofrecieron venir a América por primera vez, sentí que era una privilegiada. Siempre lo digo: América son mis alas. Esta paloma no habría volado tanto sin América.
Amo esos países que siempre me han dado un espacio. Me encanta el acento, la música, el olor, la comida.
Y por eso también creo que todos tenemos derecho a buscar una mejor vida en otros lugares, como yo lo hice.
—¿Cómo ve el mundo hoy? ¿Hay algo que le preocupe?
Me preocupan los populismos. El populismo es usar el sentimiento colectivo para beneficio personal. Veo dirigentes que usan cualquier lenguaje para alcanzar poder. Me inquieta cómo se están debilitando las democracias bajo autocracias disfrazadas.
Cuando no hay separación de poderes y todo gira en torno a una sola figura, el ciudadano queda indefenso. El siglo XXI necesita otra forma de liderazgo, más colectivo, más justo.
—¿Hacia dónde continúa la gira después de su parada en Santo Domingo?
Luego de República Dominicana estaremos en Costa Rica, Guatemala, Puerto Rico y Ecuador. Después regreso a España, donde continúan los conciertos hasta finales de octubre. En noviembre comenzaré los ensayos de una obra de teatro donde interpretaré a Dulcinea.
—Para concluir, ¿cómo asume esta nueva etapa desde el teatro y la literatura?
Quiero seguir aprendiendo e investigando hasta dónde puedo llegar. Me encanta la interpretación.
Cada canción que canto es una pequeña obra de teatro, pero ahora quiero despojarla de la música. Desde noviembre estaré girando con ese personaje y, posiblemente, escribiendo mi próxima novela.
Hoy es un día muy feliz para mí porque ya está a la venta mi segunda novela, “El secreto del valle”.
Y quiero seguir escribiendo… porque todavía tengo mucho por aprender.