Deportes
Motín en el Oporto
Horas duras e intensas para el Oporto, que perdió el clásico ante el Benfica y quedó a 12 puntos del liderato. Una dura derrota ante el eterno rival que generó una rebelión entre los jugadores y el técnico contra la dirigencia del club, en manos de André Villas-Boas. El presidente obligó a sus jugadores a quedar concentrados como castigo tras el choque y los futbolistas se negaron en unos momentos de alta tensión.
Los jugadores del conjunto luso se levantan contra el club ante la obligación de quedar concentrados por caer derrotados en el clásico ante el Benfica.
Horas duras e intensas para el Oporto, que perdió el clásico ante el Benfica y quedó a 12 puntos del liderato. Una dura derrota ante el eterno rival que generó una rebelión entre los jugadores y el técnico contra la dirigencia del club, en manos de André Villas-Boas. El presidente obligó a sus jugadores a quedar concentrados como castigo tras el choque y los futbolistas se negaron en unos momentos de alta tensión.
Según ha informado el medio luso Record, Vilas-Boas pidió a sus jugadores que debían demostrar hacia el exterior un acto de contrición acudiendo al hotel de concentración y renunciando al día libre con el que contaban este lunes. En un primer momento el técnico Martín Anselmi aseguró en rueda de prensa que se trataba de un acto voluntario pero cuando regresó al vestuario informó de la obligatoriedad de la decisión tomada por parte de la presidencia.
Los jugadores, los de mayor peso en el vestuario, se negaron y la tensión creció ya que muchos de los familiares presenciaron el partido en la tribuna y aguardaban para acudir a sus domicilios para descansar y aprovechar la jornada de lunes libre. Tampoco el cuerpo técnico vio esta decisión de manera positiva pero ya durante la madrugada se cerraron las condiciones para que el plantel se desplazara al Hotel Solverde en bloque.
Reporta también Record que entre la dirigencia esta derrota frente al Benfica cayó como un jarro de agua fría ya que estaban depositadas muchas esperanzas en lograr los tres puntos. Además, no gustaron las actitudes de los jugadores en un momento en el que “por primera vez en mucho tiempo, los sueldos y todos las primas por rendimiento estaban al día”.
El Oporto ocupa la tercera posición en liga y no tiene opciones de disputar la próxima Champions League, lo que supone un varapalo deportivo y económico ante rivales como Benfica y Sporting. Y la situación se podría tornar aún más dramática por el Braga suma los mismos puntos en la cuarta plaza y le podría desbancar de la Europa League.
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