Deportes
Manolo, el pegamento que une al Espanyol
Que en un club de fútbol todos vayan a una no debería ser excepcional. De hecho, en muchos clubes, no lo es. Pero si por algo se ha caracterizado el Espanyol en los últimos años, ya desde antes de llegar Chen, es en la inestabilidad que ha recorrido la entidad de punta a punta. Han desfilado técnicos, jugadores, directores deportivos, directivos y un largo etcétera de personas que, al fin y al cabo, forman el club. Con la única excepción de la afición, que nunca falla, el Espanyol ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ha cambiado demasiado.
El técnico, que seguirá si el equipo se salva, ha conseguido aglutinar a directiva, jugadores y afición
Que en un club de fútbol todos vayan a una no debería ser excepcional. De hecho, en muchos clubes, no lo es. Pero si por algo se ha caracterizado el Espanyol en los últimos años, ya desde antes de llegar Chen, es en la inestabilidad que ha recorrido la entidad de punta a punta. Han desfilado técnicos, jugadores, directores deportivos, directivos y un largo etcétera de personas que, al fin y al cabo, forman el club. Con la única excepción de la afición, que nunca falla, el Espanyol ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ha cambiado demasiado.
Los cambios no cesarán este verano, buena parte del primer equipo acaba contrato o cesión, pero sí que hay un factor diferencial desde hace ya un año: Manolo González. El técnico ha conseguido una unanimidad sin precedentes en cuanto a su figura. O, por lo menos, con unos precedentes muy lejanos. Todos en el Espanyol están a muerte con Manolo. Los jugadores primero, la dirección deportiva después y la afición.
La convicción de los jugadores en su técnico es total. Lo verbalizan cada vez que tienen ocasión, pero lo demuestran jornada tras jornada. Primero con el juego (y los resultados) que quiere su entrenador. Todos se sacrifican por el planteamiento que decida el técnico e incluso aquellos que no juegan o juegan menos están en esa línea. Las bromas en el banquillo antes del duelo contra el Rayo, la piña tras el cuarto gol o la celebración en el vestuario son una prueba fehaciente de ellos. El equipo cree en Manolo.
También una dirección deportiva encabezada por Fran Garagarza que, no hay que olvidarlo, es quien firmó a Manolo González para que fuera el entrenador del filial perico. Fue él también quien apostó por darle las riendas del primer equipo en un momento límite y quien, lógicamente, mantuvo su confianza una vez logrado el ascenso. Manolo es, de hecho, un técnico perfecto para el plan que quiere implementar Garagarza: conoce perfectamente a los jugadores del filial, apuesta por ellos, y es plenamente consciente de las limitaciones económicas que afectan a la confección de la plantilla. Y no se queja, se adapta a ello.
Finalmente, la afición. La conexión entre técnico y grada ha sido prácticamente absoluta desde el primer día y pese a ser cuestionado cuando los resultados no salían, algo lógico, la inmensa mayoría de los pericos están con el entrenador. Y, más importante si cabe, se han identificado plenamente con él y con su equipo. Manolo es entrenador del Espanyol sí, pero es que es del Espanyol. Y eso en un mundo profesional no es tan normal de ver. Sus celebraciones espontáneas, además, han magnificado todavía más esa sensación. Hoy Manolo es el pilar del Espanyol.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
