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Flick, el hombre tranquilo

Acabe como acabe la temporada, lo que ha quedado claro es que en Hansi Flick el Barcelona ha encontrado a un entrenador que sabe mantener el equilibrio dentro del vestuario. Un hombre que tras acabar el partido contra el Betis tuvo la serenidad de calmar a sus jugadores que, frustrados por el resultado se quejaron amargamente al árbitro por su gestión del partido y del descuento y que minutos después comparecía en sala de prensa para relativizar el resultado al tiempo que seguía firme en su propósito de aspirar a todo. Flick piensa, y lo hace en grande.
El técnico alemán controla el entorno volcánico del Barcelona como pocos a base de explicar las cosas con naturalidad. Tan pronto frena a sus jugadores, como les elogia.
Acabe como acabe la temporada, lo que ha quedado claro es que en Hansi Flick el Barcelona ha encontrado a un entrenador que sabe mantener el equilibrio dentro del vestuario. Un hombre que tras acabar el partido contra el Betis tuvo la serenidad de calmar a sus jugadores que, frustrados por el resultado se quejaron amargamente al árbitro por su gestión del partido y del descuento y que minutos después comparecía en sala de prensa para relativizar el resultado al tiempo que seguía firme en su propósito de aspirar a todo. Flick piensa, y lo hace en grande.
Es el alemán un hombre que acaba de llegar a LaLiga, pero que no se deja llevar por las trampas de los titulares llamativos. Tras el partido contra el Betis le buscaron las cosquillas preguntándole sobre el Real Madrid, próximo rival en la final de Copa y equipo ante el cual el Barça muy probablemente se jugará LaLiga el 11 de mayo. Y no cayó. Obvió el tema del Madrid y del Clásico y se limitó a elogiar el esfuerzo de sus jugadores de los que dijo que “estoy orgulloso del esfuerzo que han hecho en estos cuatro días”.
Una manera de reconocer lo evidente, que el equipo anda cansado por la acumulación de partidos, pero al mismo tiempo daba esperanzas a la afición, porque los objetivos de máximos siguen ahí y vienen semanas clave. El Barcelona juega el miércoles la ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund que se ventilan en una semana; lidera LaLiga con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid y siete respecto al Atlético de Madrid y está en la final de Copa ante los blancos.
Todo esto lo afirma el técnico con una prudencia que dista mucho de la euforia. Es más, en un ejercicio más de equilibrio convirtió el empate ante el Betis en una buena noticia.
“Este resultado es bueno: un partido menos, un punto más. Queríamos ganar, pero no ha podido ser y es un baño de humildad que nos recuerda que esto va a ser muy duro y hay que tener los pies en el suelo”, dijo.
Y es que al entrenador alemán no le pasó por alto que después de la derrota del Madrid en casa ante el Valencia y con el duelo contra el Betis por iniciarse en ciertos sectores del barcelonismo se empezaba a hablar de nueve puntos de ventaja y a hacer cuentas de cuando se podría ser campeón.
Con la tranquilidad habitual, Flick desactivo este mensaje al tiempo que reconocía que el equipo está cansado mientras lo compensaba afirmando que se puede soñar con todo. Sin alzar la voz. Equilibrio puro por parte del alemán.
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