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Un empate de 540 minutos

Es un empate infinito. Eterno. Eran cinco partidos y ya son seis. 540 minutos sin cara ni cruz. El Castilla, siempre de canto. Y eso, en la guarida de un dragón como el Ibiza, es mucho. Pero eso, en la carrera por el playoff, no es tanto (a tres puntos, pero tras el Mérida-Sevilla Atlético estará a cuatro o a seis). Si en Can Misses hubiera jueces, les habría costado encontrar al ganador. Golpes, no demasiados. Un palo por púgil, Astals y Fortuny, y un milagro por portero, Ramón Juan y De Luis. Respeto, mucho. El resultado, un vaso a medias. Ni lleno ni vacío. Una justicia que aleja objetivos. Al Ibiza, el ascenso directo. Al Castilla, pelear por él.
El Castilla logra una meritoria igualada en la guarida del Ibiza de Paco Jémez. La sexta consecutiva, que les deja a cuatro puntos del playoff y a los locales del primer puesto. Astals y Fortuny, al palo.
Es un empate infinito. Eterno. Eran cinco partidos y ya son seis. 540 minutos sin cara ni cruz. El Castilla, siempre de canto. Y eso, en la guarida de un dragón como el Ibiza, es mucho. Pero eso, en la carrera por el playoff, no es tanto (a tres puntos, pero tras el Mérida-Sevilla Atlético estará a cuatro o a seis). Si en Can Misses hubiera jueces, les habría costado encontrar al ganador. Golpes, no demasiados. Un palo por púgil, Astals y Fortuny, y un milagro por portero, Ramón Juan y De Luis. Respeto, mucho. El resultado, un vaso a medias. Ni lleno ni vacío. Una justicia que aleja objetivos. Al Ibiza, el ascenso directo. Al Castilla, pelear por él.
Y eso que lo buscaron los de Raúl. Contra un arsenal lleno de pólvora: Gallar, Mo Dauda… Contra Bebé, un cañonero cuyos zapatazos aún retumban en Vallecas. Contra un Ibiza al que Paco Jémez imprimió colmillos con su llegada, pero que ha perdido algo de filo en los últimos partidos. De las siete victorias consecutivas, a cuatro días sin conocerla. Y eso deja la medalla de oro, el Ceuta, a cuatro puntos. Dos derrotas y dos empates. El último, ante un Castilla que, por momentos, mereció más.
Recuperaba el Siete a Chema y Yusi tras sanción. Directos al once. Como Borja Alonso en lugar de un Manuel Ángel expulsado en Yecla. Como Mario de Luis, de vuelta con Fran González aún ‘resacoso’ de su estreno con los mayores ante el Valencia. Once casi de gala con las ideas claras, inhibir y morder. La primera premisa del Ibiza es presionar. Mucho. Hasta asfixiar. Pero sin Doménech y Olabe perdió pulmones. Le costó encontrar la respiración. Porque los naranjas se la quitaron. Sin demasiado colmillo, pero con dominio. Territorial, al menos. Defender con balón para apagar a un Jémez que mata por él.
El zurdazo de Yusi
Y ese runrún sin sobresaltos llegó la ocasión más clara del primero tiempo. Un zapatazo de Yusi que sacó milagrosamente Ramón Juan. La pegó duro, con el cañón que tiene en la izquierda, y el portero se fue abajo con firmeza y reflejos. Protagonista doble además, Ramón Juan. Un minuto después retenía en el área pequeña una cesión, pero el árbitro entendió que la presión de Borja Alonso fue falta. Discutible, tanto como los primeros 45 minutos ibicencos. Mario de Luis, un espectador.
Los palos y la aparición de SuperMario
No le gustó a Paco Jémez el guion y movió el árbol. El principal, táctico. Bebé dejó definitivamente la banda izquierda y pasó a la derecha. O al medio. En todas partes, en realidad. Porque tenía libertad total. Y encontró en Astals, carrilero con alma de extremo, su mejor socio. El exrayista era un martillo y el lateral un puñal. Los peores minutos madrileños, más allá de un jugadón de Gonzalo que sigue con el rifle encasquillado (son ya siete partidos sin gol para el pichichi). Y en un servicio del segundo llegó la ilusión en Can Misses. Centro largo, un caramelo, al que no llegó Mario de Luis y que repelió la madera. Sorprendió tanto, que Dauda, solo en el área pequeña, no supo reaccionar. Pero sí lo hizo el Castilla, con la zurda de Pol Fortuny. Prácticamente en la jugada siguiente, zapatazo de Pol que olía a 0-1…, pero entre Ramón Juan y el palo evitaron el drama en las pitiusas.
Un golpe al mentón que no tumbó a un Ibiza al alza. Que subió varias marchas y empezó a ganar terreno. A, ahora sí, embotellar al rival. El filial, con unos imperiales Jacobo Ramón y Edgar Pujol, lograron poner vendas antes de que aparecieran las heridas. Pero la hemorragia pudo llegar sobre la bocina. Primero, Gori, solo en el área la mandó fuera con la zurda. Era el 91′, pero hubo tiempo para una más. Y en el único despiste defensivo visitante, Mo Dauda se inventó un autopase y se plantó ante De Luis. Con todo Ibiza cantando gol, SuperMario se adelantó. Triple silbatazo y, una vez más, empate. La historia interminable del Castilla. Un empate que ya dura 540 minutos. Y en el horizonte, miniderbi ante el Atlético B…
RESUMEN
Entrenador: Paco Jémez.
Castilla: Mario de Luis; Mario Rivas, Jacobo, Edgar Pujol; David Jiménez (Lorenzo, 86′), Chema Andrés, Yusi (Valdepeñas, 71′); Borja Alonso (Zúñiga, 46′), Pol Fortuny, Víctor Muñoz (Campos, 86′); y Gonzalo.
Entrenador: Raúl.
Sin goles.
Árbitro: Pérez Peraza (Tenerife). Amonestó a Borja Alonso (37′) y Chema Andrés (91′).
Estadio: Can Misses.
Clasificación

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Un miniderbi a la vuelta de la esquina

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