Deportes
El Girona entra en pánico
El Girona no encuentra la vía de agua, ya son ocho jornadas de Liga seguidas sin ganar (cinco derrotas y tres empates), y hay peligro de hundimiento. La derrota del pasado sábado contra el Alavés (0-1) ha dejado todavía más maltrecho a un equipo abatido. Los golpes de realidad este curso parecen no tener fin y el miedo al descenso ya se nota en el ambiente.
La sensación de descenso cada vez es más real. Los equipos de la zona baja de la tabla suman y el margen se estrecha. Encadenan ocho jornadas sin ganar. Hay paralelismos con el curso 2018-19, el del descenso.
El Girona no encuentra la vía de agua, ya son ocho jornadas de Liga seguidas sin ganar (cinco derrotas y tres empates), y hay peligro de hundimiento. La derrota del pasado sábado contra el Alavés (0-1) ha dejado todavía más maltrecho a un equipo abatido. Los golpes de realidad este curso parecen no tener fin y el miedo al descenso ya se nota en el ambiente.
No es para menos y es que el margen con el descenso cada vez es menor. Normal teniendo en cuenta que en lo que se lleva de 2025, el Girona solo ha sido capaz de ganar dos partidos (Alavés y Las Palmas). El resto, siete derrotas y tres empates. Los números no salen y a falta de ocho jornadas hay miedo a bajar. A la espera de lo que hagan esta jornada Las Palmas (se enfrenta este domingo a la Real Sociedad) y Leganés (juega el lunes contra Osasuna), el margen respecto al descenso es de siete puntos y muchos lo querrían, pero el problema que tiene el conjunto rojiblanco son las sensaciones. Los triunfos no llegan y el juego, y mentalidad, del equipo no permiten ser optimistas. Míchel tiene trabajo por delante y ya se está encargando de pedir “responsabilidad” a sus jugadores. No es momento de agachar la cabeza y darlo todo por perdido. Todo lo contrario porque si hay un equipo que depende de sí mismo para salvarse es el Girona.
Ahora, normal, que el futuro se vea oscuro porque la cifra de partidos seguidos sin ganar ya está en ocho. Es la peor racha de Míchel como entrenador del Girona en Primera y para ver una serie peor de un técnico rojiblanco toca remontarse hasta la campaña 2018-19. Con Eusebio Sacristán en el banquillo, el Girona estuvo diez partidos sin vencer y fue fatal porque se acabó con el descenso a Segunda. Actualmente se ven paralelismos, pero lo ‘positivo’ es que hay margen de maniobra.
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