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El fútbol ‘juega’ la guerra arancelaria de Trump: “Afectará a cuánto se puede invertir en las plantillas”
Donald Trump ha provocado lo que apunta a ser un cambio de paradigma en el comercio internacional. Sus aranceles para todos los productos importados, una de sus medidas estrella recién llegado a su segundo mandato al frente del gigante norteamericano, están agitando a todas las empresas del planeta. Ningún sector se libra. Tampoco, el fútbol, para una medida que entrará en vigor el día 5 de abril con una imposición base de un 10% y que evolucionará de manera distinta para cada país o unión de estados, como la UE.
Donald Trump ha provocado lo que apunta a ser un cambio de paradigma en el comercio internacional. Sus aranceles para todos los productos importados, una de sus medidas estrella recién llegado a su segundo mandato al frente del gigante norteamericano, están agitando a todas las empresas del planeta. Ningún sector se libra. Tampoco, el fútbol, para una medida que entrará en vigor el día 5 de abril con una imposición base de un 10% y que evolucionará de manera distinta para cada país o unión de estados, como la UE.
“Ellos nos cobran, nosotros les cobramos. ¿Cómo puede alguien molestarse?”, justificó Trump mientras sujetaba una tabla gigante con el escudo de la Presidencia de Estados Unidos y una lista de países con dos columnas más a su derecha. En azul, los teóricos aranceles y demás tasas que distintos países cobran por los productos norteamericanos. En amarillo, las contramedidas de Trump añadiendo un gravamen por sus productos a cada país allí citado. En la lista y por este orden, aparecían China, su declarado enemigo en esta guerra, la Unión Europea (con un 20%), pero también una gran cantidad de países asiáticos más pequeños que cuentan con una notable cantidad de fábricas de textil como Vietnam, Taiwán… Así, hasta 60 países a los que el presidente número 47 considera culpables de “décadas de abuso comercial” contra Estados Unidos. El próximo 9, después de varios días con el arancel de un 10% base funcionando, estos porcentajes específicos a cada país se harán efectivos.
En busca de entender este nuevo escenario generado con estas medidas proteccionistas para la economía estadounidense en el deporte, AS ha contactado con analistas que desgranen las posibles consecuencias y también ha palpado las sensaciones de cómo ha caído esta medida en distintos actores: jugadores, clubes, agencias de representación, empresas dedicadas al deporte…
Una crisis “económica e identitaria”
Desde la Universidad Europea, José Bonal, profesor del Global Sport Management de la Universidad Europea, analiza la medida tomada por Trump y las consecuencias que esta podría tener. “Seguramente, estos aranceles sean devueltos por parte de Europa a Estados Unidos y se va a crear un mercado prácticamente local. Al final, se va a crear ‘eurofobia’ o ‘americanofobia’ y que nadie quiera consumir ciertas marcas. No creo que pase en el corto plazo, que habrá efectos económicos, pero en el medio plazo, a nivel identitario, se puede convertir en un problema. Si en Estados Unidos se genera la idea de que “Europa no nos quiere” puede generar esa ‘eurofobia’ y que a la hora de hacer ciertos contratos, la marca global prefiera ofrecérselo a una entidad o persona asiática o norteamericana frente a un europeo”, analiza. Esta circunstancia, asegura, también se puede dar al revés y que los clubes no quieran asociarse a un país que toma unas medidas que pueden perjudicar, por ejemplo, a sus empresarios locales y sus fuentes de ingresos a través de exportaciones.
“El mercado del Barça en Estados Unidos y en Asia es gigantesco y no creo que cambie el contrato con Nike”
José Bonal, profesor del Global Sport Management de la Universidad Europea
En esto, afirma Bonal, lo más probable es que se generen dos corrientes de opinión que sigan las marcas en busca de posicionarse en el mercado. “Trump genera sentimientos radicales tanto a favor como en contra y eso lo aprovecharán las marcas. Las peleas que se pueden despertar pro y anti-Trump son claves. Además de los aranceles, jugarán a nivel de ideología si me posiciono a favor o en contra de Trump. El ejemplo de Tesla es perfecto”, explica citando la bajada de ventas del coche de esta marca (hasta un 13%) e incluso los ataques vividos en Estados Unidos a distintos vehículos de la empresa de Elon Musk desde que este juega un papel activo y relevante junto a Trump.
Bonal considera, eso sí, que los grandes contratos con figuras del deporte europeo o grandes clubes como Madrid o Barcelona, que recién renovó con Nike, no correrán peligro. “El mercado del Barça en Estados Unidos y en Asia es gigantesco y no creo que cambie. Es un juego de números. No digo que no vaya a tener repercusión, tendrá, pero igual no grandes efectos”, sentencia.
Un problema en la construcción de estadios que esquiva el Valencia
Los impactos directos serán en ingresos y en reputación y está por ver su alcance. Los indirectos tampoco son para nada triviales. Según analiza para AS Gabriel San Miguel, director de Ciencia y Bienestar de beBartlet, los clubes que estén reformando sus instalaciones, construyendo un nuevo estadio o tengan en mente hacer esta gran obra también se podrían ver afectados por estas medidas. “Los aranceles sobre el acero y el aluminio pueden incrementar los costos de construcción de nuevas instalaciones deportivas o la renovación de las existentes, afectando los presupuestos y potencialmente retrasando proyectos”, apunta. Todo, recuerda, cuando a Estados Unidos le llega el Mundial en algo más de un año y los Juegos Olímpicos en 2028. En España, hay dos grandes estadios en reformas: el Camp Nou y el Nou Mestalla. Y además, un Mundial en un horizonte no muy lejano (2030), un evento siempre traer aparejadas las reformas y ‘lavados de cara’ de sus sedes.
Como AS informó en exclusiva este viernes, el Valencia ha esquivado buena parte del impacto de estas medidas a nivel de materiales y ya trabaja para minimizar los daños económicos que aún pueda sufrir en la construcción del Nou Mestalla. Según pudo saber este diario, el club valencianista ya acelera los encargos de plástico, un producto que tiene visos de dispararse por la subida del coste de la energía, para la elaboración de las 70.000 butacas del estadio. De ahí que el club y FCC, la constructora, se planteen adelantar los plazos de un pedido que estaba previsto para dentro de unos meses. El Valencia, a consulta de AS al respecto del impacto de los aranceles de Trump en la que será su nueva casa, señala varios factores por lo que ‘esquiva’ en gran medida las secuelas de la guerra comercial iniciada por la administración de Estados Unidos. El acero necesario para la construcción del estadio, punto importante, está ya contratado. Además, según se matiza de fuentes conocedoras de los pormenores del proyecto de ejecución, la mayoría de los encargos ya están firmados y los suministros, en un alto porcentaje son “principalmente europeos”. Es más, se recalca que “ninguno procede de Estados Unidos”.
Un caso desde dentro: el Depor ya recibe el impacto en varias áreas
Desde Riazor y en un notable ejercicio de transparencia, Paulo Dinis, director de estrategia, ingresos y control en el Deportivo de La Coruña, atiende a AS para analizar una situación concreta que sufre este club. A raíz de la inestabilidad generada por este anuncio desde Estados Unidos, el propio Deportivo ya ha visto como no ha logrado obtener un beneficio mensual que venía registrando en una de sus inversiones. “El mes de marzo, a raíz de esto, ha sido un desastre. Venía de resultados positivos en unas inversiones realizadas con un excedente de tesorería en busca de mantener el valor e incluso generar beneficios. Funcionaba, pero en marzo casi tengo un 1% negativo. Ha destruido una parte de esta tesorería que no se iba a tocar en 12 meses. Afortunadamente, la situación está controlada. Este es un club que está saneado y que estaba buscando aquí una fuente de ingresos y ahora ha recibido este impacto”, asegura.
A nivel de infraestructuras, el Deportivo trata de sacar hacia delante su Ciudad Deportiva. Este proyecto, afirma Dinis, ya está viéndose afectado. En un escenario similar al ya expuesto con el Valencia, el club coruñés vive una situación distinta con los proveedores de materiales para llevar a cabo las obras, ya que los precios de los materiales están aumentando con efecto inmediato y ellos no tenían cerrados los contratos por el punto del proyecto en el que se encuentran. “Otras cosas en las que nos impacta es en los proyectos de infraestructura. A nosotros y a muchos otros clubes de LaLiga por el plan previsto con CVC. Estamos en licitaciones para la Ciudad Deportiva y las constructoras me están pidiendo incluir cláusulas de revisión de precios respecto a la inflación o piden aumentar su colchón. La situación de los materiales genera incertidumbre ya”, explica. Además del acuerdo con el fondo de inversión, que propone que haya mejoras en este aspecto en los clubes, también señala la importancia que jugará este factor en las obras de mejora que los clubes planeen de cara al Mundial 2030.
Además de los problemas inmediatos ya narrados, Dinis explica que uno de los conflictos a medio plazo a los que se va a tener que enfrentar el fútbol español se puede dar en la venta de los derechos de televisión, una de la fuente de ingresos más importante para los clubes. “Una gran parte de ingresos generados con estos derechos son internacionales y uno de los mercados más importantes es el de Estados Unidos. Si esto sigue así, Trump seguirá en la próxima renovación del contrato y no sabemos como influirán estas medidas en el acuerdo televisivo en un mercado que es clave para nosotros”, recalca.
Prudencia y ‘frenazos’ de inversiones en la industria y el resto de clubes
Nike y Adidas, históricos rivales y gigantes del sector, han sido dos de las empresas del sector deportivo más afectadas por la noticia de la imposición de aranceles a una notable cantidad de países asiáticos donde deslocalizaron sus fábricas siendo uno de sus centros neurálgicos, Vietnam, una de las economías más ‘ahogadas’ con un gravamen del 46% a los productos allí fabricados. Ambas han sufrido bajadas en bolsa después del anuncio del presidente Trump. La marca de las tres rayas, alemana, cayó un 9% en el día del anuncio. La del ‘Swoosh’, norteamericana, fundada y con base en Oregon, un 11%. En esta se calculan unas pérdidas de hasta 12.000 millones de dólares en bolsa al tener su producción en países que fueron afectados por esta medida.
“El 70% de españoles viven con inquietud esta situación y su posible impacto”
Conclusiones de una encuesta realizada por Cluster17
En el caso de España, empresas que operan en Estados Unidos con contratos de patrocinio y también a nivel de ventas de material contestan a pregunta de AS que dan por hecho que sufrirán los mismos efectos “que toda la economía mundial”, pero se mueven con prudencia y evitando profundizar, al menos públicamente, en posibles consecuencias que esto pueda tener directamente para ellos o decisiones que vayan a llevar a cabo a raíz de este movimiento desde el gigante americano. En general, como todos los sectores, andan con pies de plomo y a la espera de acontecimientos. Su primera decisión es no involucrarse públicamente o tomar una postura de manera rápida.
Además del caso del Deportivo, en clubes de Primera y Segunda División consultados por este periódico, el impacto de estas medidas tan recientes aún está por valorar convenientemente por parte de sus mandatarios, aunque en primera instancia si comparten el diagnóstico general de cierta incertidumbre. Según indican a AS, creen que tanto las consecuencias como las posibles acciones a llevar a cabo se darán más en el medio plazo que de manera inmediata. Este es el mismo ‘’feedback’ que reciben por parte de las marcas de proveedores de ropa deportiva en concreto. Fuentes de LaLiga confirman esta versión de manera generalizada de que esta medida tomada en Washington aún no ha llevado ni a la propia institución ni a los clubes que la componen a tomar medidas muy concretas. Transmiten que nadie ha levantado la voz por este asunto. Como decimos, reina la cautela mezclada con incertidumbre ante este nuevo escenario.
Este ajuste que tanto afecta a la producción textil en Asia, aseguran fuentes de dentro del fútbol, puede abrir una nueva oportunidad en el medio plazo de cara a volver a trabajar con marcas locales bien a nivel europeo o nacional como sucedía antaño. Como siempre en los negocios, todo dependerá de que los números cuadren.
“Subir el precio de las camisetas a los aficionados por esto no nos haría ninguna gracia”
Paulo Dinis, director de estrategia, ingresos y control en el Deportivo de La Coruña
En la situación actual, aunque aún esperan evoluciones, fuentes internas de otro club de LaLiga insisten en que si hay una subida de precios en esta cadena de suministros, el consumidor será el que termine pagando. A los clubes se les encarecerá su material de trabajo (equipaciones, balones…), pero también podría haber aumentos de precio en la venta de productos oficiales de estos mismos en sus tiendas, siempre dependiendo de lo que varíe el margen de beneficio que manejen los equipos. Aún es una decisión a tomar. Pero, sí, la camiseta de su equipo, el bien más preciado de cualquier amante de unos colores y también de los coleccionistas, es susceptible de una subida de precio.
“Puede pasar. Nosotros tenemos un acuerdo diferente de otros clubes, pero a mi ‘partner’ le va a suceder esto y puede que me pida renegociar el acuerdo con el club o subir el precio al aficionado, que no nos hace gracia. En este sector se trabaja con antelación y de cara a este verano, cuando vaya a empezar la siguiente temporada, los clubes o las marcas seguramente ya tengan todo cerrado con precios ya acordados. Ahora, cualquier plan para las temporadas siguientes… Pienso que los fabricantes van a querer cubrirse, tener colchón y eso impactará el precio de las camisetas para el aficionado. También puede trastocar el margen de ganancias del club con este producto. Esto afecta directamente a cuánto se puede invertir luego en la plantilla”, explica Dinis a AS. El directivo explica en buena medida como de trascendente es esta decisión de la Casa Blanca. Tanto que impactará directamente en una competición de algo, fútbol, que Estados Unidos ni siquiera llama por el mismo nombre (’soccer’) que el abonado que acude religiosamente a los estadios de cualquier club de Primera, Segunda, Primera RFEF y el resto de categorías y que puede acabar pagando parte de esta fiesta arancelaria iniciada a miles de kilómetros.
Esta citada cautela dentro de los clubes, por supuesto, no es igual a despreocupación. Tampoco en la sociedad española. De hecho, según una encuesta realizada por Cluster17, el 70% de los españoles viven con inquietud esta situación y su posible impacto en las empresas nacionales. Esto sucede en el ciudadano de a pie y también, en los despachos. Si en el fútbol, de momento, impera esta sensación de pensar a medio plazo, aunque se ven ya movimientos ‘en corto’ marcados por este nuevo escenario, AS si conoce casos de empresas dedicadas a otros deportes que ya han reaccionado frenando inversiones que tenían planeadas en Estados Unidos tras hacerse efectiva esta decisión de la Administración Trump.
Sin demasiados problemas para UEFA o FIFA
Las dos grandes instituciones que regulan el fútbol mundial y el europeo, UEFA y FIFA, no sufrirán de manera directa esta medida estrella de Donald Trump. Sus dos grandes buques insignia a la hora de generar ingresos, Mundial y Liga de Campeones, están a salvo.
En el caso del Mundial 2026, FIFA cuenta con el favor del máximo mandatario. Gianni Infantino, presidente de la institución, acudió a la investidura del presidente Trump, les une una buena relación personal y además, ha instalado parte de la estructura de la institución en Miami, Florida. Al facturar dentro de EE.UU. y tener este Mundial más que cerrado con este país, FIFA es, prácticamente, un ‘estado unido’ más en esta cuestión. Creen que su acercamiento a la administración le permitirá salvar los problemas que pueda haber con las sedes de Canadá y México, ya que el torneo será compartido entre los tres países.
UEFA podría temer pérdidas de ingresos en el mercado norteamericano a causa de esto, pero no es el caso. La confederación europea solo tiene un gran negocio con EE.UU: la venta de derechos de emisión de sus torneos. Esto lo hace a través de la empresa estadounidense Relevent, que actúa como intermediaria. La empresa ‘made in USA’, contratada antes del anuncio de los aranceles, le evitará este tipo de problemas. Además, no tienen más negocios directos con Estados Unidos que se puedan ver afectados. Obviamente, ambas instituciones sufrirán los efectos macroeconómicos derivados de esta decisión, pero tienen más seguridad en el futuro inmediato que los demás.
Incertidumbre entre los agentes por los posibles patrocinios
Desde hace décadas, las marcas y los deportistas viven en una estrecha relación beneficiosa para ambos. Una que podría cambiar sus términos a raíz de estas medidas. Las empresas del sector que suelen patrocinar a deportistas pueden ver afectados sus ingresos y también podría variar la cuantía de sus contratos. Desde las agencias de futbolistas hablan de un escenario de “incertidumbre”. “Afecta a todo el comercio internacional, más allá del mercado del deporte. Al final, hay que esperar a las decisiones que tomen los gobiernos. Es un escenario que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial…”, afirman fuentes del sector. Cuentan que viven “una incertidumbre igual que el consumidor final de cualquier tipo de producto”.
Más fuentes consultadas por AS desde la parte de la representación de jugadores tienen la certeza de que si estos aranceles acaban en una pérdida de ingresos, esta podría suponer un cambio de estrategia a nivel global, pero ven difícil que repercuta en las grandes figuras deportivas por el gran beneficio que generan. “A un gran jugador van a seguir pagándole lo mismo, si no es una marca, será otra”, reconocen. Consideran que el impacto será menor que el de la pandemia de Covid-19, donde ya hubo una reestructuración del modelo de patrocinio que afectó, entre otros, principalmente a jugadores profesionales de fútbol que no militaban en los clubes top de las principales ligas. Según explican desde el mundo de la representación, los futbolistas vieron reducido el equipamiento que las marcas les mandaban a lo largo de la temporada de manera notable. Esta posible vía de actuación también es confirmada ‘off the record’ por más actores importantes en el fútbol. “Si las compañías ven que afecta a sus márgenes de ganancia, tendrán menos recursos para invertir. O recortan ‘assets’ que patrocinan o recortan en lo que invierten en esos ‘assets’. Está claro”, afirman a este diario.
Desde prácticamente todos los ámbitos del fútbol y también de otros deportes, las oportunidades ya no se ven igual de claras en la tierra que así decían que las ofrecía. Trump lanza lo que él entiende como su contraataque. Para el resto, toca ir al duelo, tratar de controlar este balón, ver el contexto general del partido e intentar sacarla jugada lo mejor posible en busca de, quizá, nuevos goles. Ante un partido obligado a jugar, la estrategia está por definir. En los primeros minutos, parece que toca defender.
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