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Los números no cuadran: la polémica fórmula arancelaria de Trump desconcierta a economistas

La fórmula económica de la Casa Blanca utiliza letras griegas para dar apariencia académica, pero esconde un cálculo que ignora los aranceles reales.
Economistas especializados en comercio internacional expresaron su desconcierto este jueves (03.04.2025) ante la nueva fórmula publicada por la Casa Blanca para calcular desequilibrios comerciales e imponer sanciones a sus socios comerciales globales. Este mecanismo matemático, que será aplicado uniformemente a todos los países para justificar los aranceles anunciados por Estados Unidos, ha provocado un aluvión de críticas entre expertos, incluido el Premio Nobel de Economía Paul Krugman.
Con unas gráficas exhibidas en la Rosaleda de la Casa Blanca, el presidente Donald Trump presentó la justificación de cómo su administración impondría aranceles a socios que abarcan desde grandes potencias como China y Europa hasta las naciones más pequeñas. Sin embargo, las cifras esgrimidas guardan escasa relación con los niveles arancelarios reales.
«Esto es a la economía lo que el creacionismo a la biología y la astrología a la astronomía», publicó el exsecretario del Tesoro Larry Summers en la red social X.
Discrepancias entre aranceles reales y cifras de la Casa Blanca
Si bien el gráfico de Trump afirma que China impone un arancel del 67 % a los productos estadounidenses, los datos de la Organización Mundial del Comercio muestran que el arancel promedio de China en 2024 fue de tan solo 4,9 %. Existen discrepancias similares para la Unión Europea (39 % frente al 1,7 %) e India (52 % frente al 6,2 %).
Funcionarios de la administración estadounidense explicaron que incorporaron factores más allá de los aranceles, como las normas ambientales y la manipulación de divisas y barreras comerciales.
Este cálculo no tiene en cuenta la especificidad de las relaciones comerciales. «La fórmula se basa en el valor relativo del excedente comercial con Estados Unidos», confirman los economistas del Deutsche Bank.
Metodología controversial del déficit comercial bilateral
El representante comercial de Estados Unidos publicó una fórmula con letras griegas para dar cierta credibilidad académica a los cálculos, una fórmula que, de hecho, no incluía los niveles arancelarios como factor.
Siguiendo la filosofía comercial de Trump, la fórmula considera el déficit comercial de un país con Estados Unidos como evidencia de injusticia.
Los funcionarios de la administración republicana dividieron este déficit entre el valor de los bienes importados de ese país para determinar lo que denominan «la tasa arancelaria necesaria» para equilibrar los déficits bilaterales.
Incluyeron además otras variables, pero las configuraron de forma que se anularan mutuamente.
Trump afirmó que su gobierno redujo a la mitad la cifra resultante porque «somos amables», al tiempo que impuso un impuesto fijo del 10 % a los países con los que Estados Unidos mantiene un superávit comercial.
Críticas de economistas y Nobel a la política comercial
«Hay tantos errores en este enfoque que es difícil saber por dónde empezar», escribió en su blog el premio Nobel Paul Krugman, un economista frecuentemente crítico hacia Trump. Krugman subraya que los cálculos solo tienen en cuenta los bienes comercializados, omitiendo los servicios.
La postura del presidente en este tema refleja su opinión de que los déficits comerciales acarrean pérdidas de empleos en Estados Unidos ante la producción extranjera, un punto de vista que contradice los principios económicos con que se manejan habitualmente los economistas desde la Segunda Guerra Mundial.
Para la mayoría de ellos, las creencias de Trump desestiman las complejidades de la economía estadounidense, la más grande del mundo, donde una empresa como Apple fabrica el 90 % de sus productos en el extranjero, pero genera una enorme riqueza en el país.
FEW (AFP, LUSA)
La fórmula económica de la Casa Blanca utiliza letras griegas para dar apariencia académica, pero esconde un cálculo que ignora los aranceles reales.