Arnold Schwarzenegger nació en Austria hace 77 años, aunque, ganar el título del campeonato de culturismo Míster Universo en varias ocasiones, se trasladó muy joven a Estados Unidos, a la edad de 21 años, donde sigue residiendo a día de hoy e incluso ha ejercido como Gobernador del Estado de California. Según ha contado en ocasiones el actor, trasladarse a América supuso cumplir el deseo con el que soñaba cuando ya era niño, pero entonces no podía imaginar que acabaría convirtiendo en una de las mayores estrellas de Hollywood de los 80 y 90.
Cuando Schwarzenegger llegó a Estados Unidos ya lucía un físico imponente que le había hecho ganar varios títulos y comenzó a ganar fama en su faceta como fisioculturista, llegando a convertirse en uno de los mejores de la historia. Siete veces ganador del premio Mr. Olympia, máxima competición de culturismo, el entonces futuro actor se retiró a finales de los años 70, cuando ya había comenzado a hacer sus primeros trabajos como actor.
Sin embargo, la película que catapultó su carrera no llegaría hasta 1982, cuando protagonizó Conan, el Bárbaro de John Milius. Tras ella, Schwarzenagger protagonizaría la película Terminator a las órdenes de James Cameron, lo que terminó de convertirle en el héroe de acción de moda.
Antes de llegar a Estados Unidos y convertirse él mismo en una estrella, Schwarzenegger ya admiraba e idolatraba a un famoso actor y posterior director, tal y como recordó él mismo en una entrevista con Rotten Tomatoes en 2017 en la que enumeró sus películas favoritas. En principio solo tenía que nombrar cinco, pero finalmente no pudo evitar mencionar también la inolvidable Sin perdón, por la que Clint Eastwood ganaría sus primeros Oscar a Mejor película y Mejor director:
Clint es mi ídolo. Siempre lo he idolatrado desde antes de venir a Estados Unidos. Me encantaban sus películas del oeste y seguía su carrera muy de cerca, luego nos hicimos amigos y le admiré de verdad
«Es tremendamente hábil como productor, como director, la música que hace para sus películas, la actuación, la dirección… en fin, todo. Es un tipo muy sólido. Se convirtió en una especie de auténtico genio».
Entre otras de las películas seleccionadas por Schwarzenegger había una amplia variedad: desde la familiar obra de ciencia ficción de Spielberg E.T. El Extraterreste hasta la obra maestra del cine El Padrino, pasando por otras tan conocidas y queridas como Sonrisas y lágrimas, Westworld y Titanic.
