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Cine

Llevo toda mi vida equivocada por culpa de esta película de terror: una saga de varias películas sobre un peligro que no existe

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A excepción de algunos clásicos como Los pájaros de Alfred Hitchcock o la inolvidable Tiburón de Steven Spielberg, las películas sobre animales asesinos nunca han tenido una fama realmente buena, pero son un subgénero dentro del cine de terror que siempre ha encontrado su público y la mejo…

Artículo original publicado en SensaCine

​Un subgénero dentro del cine de terror poco apreciado pero que siempre ha encontrado su público  

Un subgénero dentro del cine de terror poco apreciado pero que siempre ha encontrado su público

A excepción de algunos clásicos como Los pájaros de Alfred Hitchcock o la inolvidable Tiburón de Steven Spielberg, las películas sobre animales asesinos nunca han tenido una fama realmente buena, pero son un subgénero dentro del cine de terror que siempre ha encontrado su público y la mejor prueba es que la lista es larga: murciélagos, arañas, pulpos, hormigas, enormes serpientes y un largo etcétera que en los últimos tiempos terminó derivando en mezclas locas como Sharknado, Pirañaconda o Robocroc.

Dejando a un lado la broma de las últimas mencionadas, he de decir que, fueran de mejor o peor calidad, siempre me he sentido atraída por las películas en las que un animal se convierte en una peligrosa pesadilla. De pequeña me aterrorizaba pensar en series aparentemente inofensivos como las hormigas atacando en gigantescas hordas y no podía evitar meterme en el agua pensando que pudiera aparecer algún tipo de pez sediento de sangre, por mucho que lo más terrorífico que hubiera visto hasta entonces fuera una medusa de tamaño estándar.

Sin embargo, aunque a medida que iba creciendo iba comprendiendo que todo era ficción, siempre pensé que las criaturas protagonistas de una de estas películas sí suponían un peligro real: las pirañas.

Estrenada en 1978 bajo la batuta de Joe Dante, la popular película de culto Pirañarelataba cómo un enorme grupo de pirañas carnívoras entraban accidentalmente en las aguas de un club de vacaciones, causando estragos entre los huéspedes y muchos, muchos muertos. La película era un auténtico festival de sangre, pero aún así fue un éxito comercial y dio lugar a una saga que continuó, primero, con una secuela dirigida por el mismísimo James Cameron -su primera película- y posteriormente con dos remakes, uno en 1995, Piraña, y otro, Piraña 3D, en 2010 que aprovechó el tirón del 3D y que tuvo su propia secuela al año siguiente Piraña 3DD.

Ninguna de estas películas eran pirañas al uso. Por ejemplo, en la primera Piraña las pirañas habían sido alteradas genéticamente y en Piraña 3D se trataba de pirañas prehistóricas de más de 2 millones de años que habían salido a la superficie tras una fractura en el fondo de un lago. Sin embargo, aunque ambas situaciones eran, por así decirlo, bastante películeras, yo siempre había pensado que si te encontrabas nadando en unas aguas en las que hubiese pirañas corrías grave peligro de ser devorado. Pero resulta que no.

Mario de Wonder, el famoso YouTuber y creador de contenido experto en animales que se presenta como «tu biólogo y zoólogo de confianza» en sus redes sociales, ha sido uno de los últimos en desmontar el mito en su reciente visita al podcast The Wild Project, donde Jordi Wild le ha preguntado qué hay de cierto en esas escenas que tantas veces hemos visto en ficción de un banco de pirañas pudiendo dejar un cuerpo en un esqueleto.

«Es muy peliculero», responde convencido. «Las pirañas no son ni siquiera depredadoras de mamíferos. De hecho, son más bien vegetarianas y pueden comer peces de vez en cuando. Es una cosa muy curiosa. ¿Qué pasa? Que, bajo estrés, con miedo, pueden atacar y, de hecho, hay casos documentados de mordiscos de piraña. 100% documentada creo que no hay ninguna muerte por piraña y la gente se baña en el Amazonas donde hay pirañas y no hay ningún problema porque es raro que una piraña te muerda, a no ser que se sienta amenazada».

Asimismo, Bill Sullivan, profesor de farmacología y toxicología en la Universidad de Indiana escribió sobre ello en un artículo para The Conversation explicando que las pirañas no tenían el comportamiento que les da la fama tras una escena de la serie Miércoles de Netflix: «En realidad, no todas las pirañas son carnívoras, y los raros ataques a humanos suelen limitarse a una sola mordedura. Gregory A. Lewbart, profesor de medicina acuática, de vida silvestre y zoológica de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, nadó una vez con pirañas en la Amazonia ecuatoriana, como mucha gente hace a diario sin incidentes. ‘Los ataques mortales son extremadamente raros o no han ocurrido’, me dijo Lewbart. ‘Parece que los únicos humanos consumidos por pirañas son personas que ya murieron ahogadas’.

 

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