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La revancha de Raphinha
Raphinha no pasó la frontera del banquillo el pasado domingo en Montjuïc. Sus piernas están cansadas y Flick lo advirtió después de una charla con el brasileño, que quiso estar en la convocatoria, pero ni siquiera realizó el clásico rondo con los suplentes antes del partido. Al final del mismo, hizo ejercicios de carrera continua. El ‘11’ del Barça, ‘10’ de la verdeamarela, tiene fatiga, pero va a ser muy difícil sacarlo del once mañana en la vuelta de la semifinal de Copa contra el Atlético de Madrid. Raphinha, que en verano llegó a tener un pie fuera hasta que el fichaje de Nico Williams se frustró, y Flick le dijo que creía en él, está firmando la mejor temporada de toda su carrera. Sus 27 goles y 20 asistencias en 42 partidos son números de crack. Una reciente entrevista en France Football confirma que es candidato al Balón de Oro, pero al brasileño, igual que al Barça, le falta por rematar la temporada.
El brasileño se reencontrará, una semana después del 4-1, con De Paul, Molina, Julián y Simeone. Viajaron juntos desde Argentina después del partido. Raphinha no jugó contra Osasuna y Girona por molestias.
Raphinha no pasó la frontera del banquillo el pasado domingo en Montjuïc. Sus piernas están cansadas y Flick lo advirtió después de una charla con el brasileño, que quiso estar en la convocatoria, pero ni siquiera realizó el clásico rondo con los suplentes antes del partido. Al final del mismo, hizo ejercicios de carrera continua. El ‘11’ del Barça, ‘10’ de la verdeamarela, tiene fatiga, pero va a ser muy difícil sacarlo del once mañana en la vuelta de la semifinal de Copa contra el Atlético de Madrid. Raphinha, que en verano llegó a tener un pie fuera hasta que el fichaje de Nico Williams se frustró, y Flick le dijo que creía en él, está firmando la mejor temporada de toda su carrera. Sus 27 goles y 20 asistencias en 42 partidos son números de crack. Una reciente entrevista en France Football confirma que es candidato al Balón de Oro, pero al brasileño, igual que al Barça, le falta por rematar la temporada.
El partido de mañana no es uno más para Raphinha. La semana pasada, salió casi a empujones del barrio de Núñez. Allí, en el Monumental de Buenos Aires, algunos jugadores de Argentina le afearon, con palabras y algún empujoncito como el del Dibu Martínez, su pasada de frenada en una conversación con el mito Romario. “Les daremos una paliza, dentro y fuera de la cancha si es necesario”, dijo en un ambiente distendido el extremo zurdo, que no tiene pelos en la lengua (“si me atacan, respondo”, había dicho en Lisboa después del 4-5 contra el Benfica), pero que esta vez se dejó ir demasiado. “Poné a Raphinha, la ‘p’ que te parió”, se burló la afición argentina del jugador, haciendo ver que su partido había resultado intrascendente.
En la Argentina que reventó a Brasil (4-1) jugaron con acierto Nahuel Molina, Giuliano Simeone, Rodrigo de Paul y Julián Alvarez. Los cuatro, además, volvieron en el mismo avión privado que el brasileño. Las cosas en el fútbol suelen acabar en el campo, y seguramente eso pasó en el vuelo de regreso. Pero también vuelven a empezar en el césped. Raphinha, que no estuvo fino en el último partido de Liga del Metropolitano, pero empujó y empujó hasta el último aliento, cuando robó el balón del 2-4 de Ferran, debe ser uno de los jugadores clave del partido.
Deberá enfocar bien sus ganas de revancha y plasmarlas no en rabia, sino en rendimiento deportivo. Seguramente, de eso se encargará Hansi Flick, excelente motivador en el cara a cara. Otra cosa es saber cómo estarán las piernas del jugador, que no ha querido perderse nada durante la temporada, al punto de que ya está a punto de llegar a los 4.000 minutos (3.969’), pero que ahora necesita un último aliento para lo que queda. Veremos si se lo dan sus piernas.
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