Deportes
Una Copa para salvarse
Tres semanas después el Atleti despierta y en la habitación ya solo queda la Copa. La temporada de las quince victorias seguidas se ha convertido en la de la bipolaridad, ese subir y bajar a las nubes tan rojiblanco con tres tramos: el inicio en bajada, el pico de octubre a enero y la sima de nuevo ahora. Ya sin Champions y sin Liga, en alto solo queda una cosa. La Copa. Ese trago para levantarse. Un santo grial. Un elixir. El oasis en el desierto en el que la temporada se ha convertido en las últimas semanas.
El Atlético se aferra al partido del Barcelona este miércoles para tratar de salvar la temporada 24-25.
Tres semanas después el Atleti despierta y en la habitación ya solo queda la Copa. La temporada de las quince victorias seguidas se ha convertido en la de la bipolaridad, ese subir y bajar a las nubes tan rojiblanco con tres tramos: el inicio en bajada, el pico de octubre a enero y la sima de nuevo ahora. Ya sin Champions y sin Liga, en alto solo queda una cosa. La Copa. Ese trago para levantarse. Un santo grial. Un elixir. El oasis en el desierto en el que la temporada se ha convertido en las últimas semanas.
Si la Liga contabilizara solo los resultados de la segunda vuelta, el equipo del Cholo sería el 12º en la tabla y ahí se explica en por qué se le ha ido la Liga. Si el 12 de enero se proclamaba campeón de invierno tras ganarle a Osasuna, el siguiente partido en Butarque suponía no solo la derrota que cortaba la racha de quince victorias, también el inicio de una cuesta que no ha terminado: el Atleti solo ha ganado tres partidos (Mallorca, Valencia y Athletic) de los últimos diez de Liga que ha jugado, con tres derrotas (ante el Leganés, Getafe y Barcelona) y cuatro empates (Villarreal, Madrid, Celta y Espanyol) que le han alejado de la cabeza de un modo definitivo. El Barcelona, líder, está a nueve puntos y el Madrid, segundo, a seis. Los del Cholo, además, han comenzado a mirar atrás y no solo arriba: sus perseguidores recortan. El Athletic está a cuatro puntos solo.
El dejar de pensar solo partido a partido (jugar el derbi de Getafe en la Liga con el de Europa y la Champions ante el Madrid en la cabeza o hacerlo en Cornellá pensando en el Barça el miércoles, por ejemplo) oscureció una temporada con solo ya un camino a Neptuno, el de la Copa. Y en eso se concentra Simeone. En levantar a sus jugadores del revés de Cornellá para que tengan la cabeza, el cuerpo y las piernas solo en ese partido que se ha convertido en vital: la vuelta de semifinales ante el Barça este miércoles (21:30). En la Copa. El 4-4 no da ventaja a ninguno. Y la temporada rojiblanca pasará por aquí. De levantarse el jueves 3 sin nada más que pensar que solo en el plato de junio, y lo que pueda deparar ese nuevo Mundial de Clubes que el Atleti juega en Estados Unidos y el Barça no, o hacerlo con el viaje a Neptuno a una parada: la de la final del 26 de abril en Sevilla de la Copa del Rey.
La última fue en 2013
Esa con la que el Cholo ha forrado la cabeza y el ánimo de sus jugadores. El Atlético es históricamente un equipo copero, con diez títulos en su palmarés, pero desde la última ya ha pasado tiempo: doce años. Doce de aquel gol de Miranda en la prórroga que le dio a los rojiblancos el título ante el Real Madrid, en esta 24-25 uno de los dos posibles rivales que se encontraría ese 26 de abril (ganó en la ida ante la Real 0-1) y cuya presencia en la final podría servirle a los rojiblancos para devolver el golpe en la Champions. Pero, claro, para ello debe ganar al Barça antes.
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