Economia
La disparidad en los precios de la comida en playas de Boca Chica

Aprovechar las tardes soleadas para visitar las playas de Boca Chica y disfrutar de pescados o mariscos en una tumbona con vista al mar, puede ser una experiencia agradable, aunque a veces se ve empañada por el alto costo de estos productos del mar y la presencia de los llamados “buscones”, quienes suelen aprovecharse de los visitantes, elevando los precios de los productos.
Ante esta situación, el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) informó el 18 de marzo que llevaría a cabo operativos en los negocios de alimentos de este municipio para proteger a los visitantes de precios “abusivos”.
Pero, ¿cuál es la verdadera situación en el lugar?
Este sábado, un equipo de Diario Libre visitó dos playas muy concurridas del municipio y constató que, en la Plaza de los Vendedores de la playa Boca Chica, los restaurantes mantienen un formato similar en la presentación de los menús.
Sin embargo, entre un local y otro se pueden encontrar diferencias de hasta 100 pesos por plato. Además, en los establecimientos ubicados a orillas del mar y en los más alejados de la playa, la disparidad en los precios puede llegar hasta los 400 pesos.
Según un vendedor del restaurante El Nativo, recientemente los sindicatos de los trabajadores de la playa se reunieron con las autoridades municipales y con Pro Consumidor para regular los precios.
Pro Consumidor estableció un plazo de 15 días para que los establecimientos exhiban de manera clara y visible los precios de sus productos, tanto por unidad como por libra. Además, advirtió que, una vez vencido el plazo, aquellos negocios que no cumplan con la disposición serán suspendidos hasta que reúnan las condiciones necesarias.
En ese sentido, muchos restaurantes no colocan sus precios en carteles visibles dentro de sus locales; sin embargo, sus vendedores proporcionan la carta con los costos cuando el cliente la solicita.
Precios
Entre los platos más populares están los pescados, principalmente el pez loro y la tilapia, que suelen venderse fritos. En el comercio Sonia y Mario Playa, a orillas del mar, el pez loro puede costar 1,100 pesos por libra.
Mientras que en El Nativo, el servicio cuesta 900 pesos independientemente del peso del pescado, de acuerdo con sus respectivos menús. En el caso de la tilapia, su precio es de 850 pesos en el primer restaurante y de 650 en el segundo.
Por otro lado, en los puestos de «La Isleta«, ubicados un poco más alejados de la playa, los precios del pez loro oscilan entre 600 y 750 pesos, mientras que la tilapia puede costar entre 400 y 600 pesos.
Cada restaurante tiene diferentes condiciones. Algunos disponen de mesas o sillones cerca de la playa, los cuales no tienen costo adicional si el cliente consume el mínimo requerido. También proporcionan camareros, quienes, con su convincente narrativa y amabilidad, pueden vender cualquier servicio.
Playa Andrés
Al ingresar a la playa de Boca Chica, te puede recibir la amabilidad de un hombre, el conocido “buscón”, quien te guía hasta una de sus mesas y te ofrece un menú. Aunque similar al de la playa anterior, los precios siguen siendo distintos.
A diferencia de la primera zona, en esta área la organización de los sindicatos no es tan visible. Los vendedores ambulantes y otros comerciantes de la playa no están identificados con camisetas de colores, como en el primer caso.
Los buscones, como el que recibió al equipo de prensa, se dedican a asistir al consumidor, pero a cambio cobran los comestibles a un precio mayor y, además, exigen un beneficio por su servicio.
Este hombre, vestido de gris, mostró un menú de un local llamado The Darline – Criollo; sin embargo, los alimentos que vendía los adquiría en otro establecimiento.
En aquel restaurante, un servicio de tilapia costaba 650 pesos, mientras que en la carta figuraba a 850 . Según él, el precio podía variar más, ya que ya no lo vendían por libra, como se indicaba originalmente en el menú.
Uno de los vendedores del local donde este intermediario compraba los mariscos indicó que “con ellos (buscones), los precios son diferentes”.
Asimismo, entre un local y otro de la playa Andrés se perciben variaciones de entre 100 y 150 pesos en el mismo producto, a pesar de que la distancia entre los negocios no es considerable.
Aprovechar las tardes soleadas para visitar las playas de Boca Chica y disfrutar de pescados o mariscos en una tumbona con vista al mar, puede ser una experiencia agradable, aunque a veces se ve empañada por el alto costo de estos productos del mar y la presencia de los llamados “buscones”, quienes suelen aprovecharse de los visitantes, elevando los precios de los productos.Ante esta situación, el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) informó el 18 de marzo que llevaría a cabo operativos en los negocios de alimentos de este municipio para proteger a los visitantes de precios “abusivos”.Pero, ¿cuál es la verdadera situación en el lugar?Este sábado, un equipo de Diario Libre visitó dos playas muy concurridas del municipio y constató que, en la Plaza de los Vendedores de la playa Boca Chica, los restaurantes mantienen un formato similar en la presentación de los menús.Sin embargo, entre un local y otro se pueden encontrar diferencias de hasta 100 pesos por plato. Además, en los establecimientos ubicados a orillas del mar y en los más alejados de la playa, la disparidad en los precios puede llegar hasta los 400 pesos.Según un vendedor del restaurante El Nativo, recientemente los sindicatos de los trabajadores de la playa se reunieron con las autoridades municipales y con Pro Consumidor para regular los precios.Pro Consumidor estableció un plazo de 15 días para que los establecimientos exhiban de manera clara y visible los precios de sus productos, tanto por unidad como por libra. Además, advirtió que, una vez vencido el plazo, aquellos negocios que no cumplan con la disposición serán suspendidos hasta que reúnan las condiciones necesarias.En ese sentido, muchos restaurantes no colocan sus precios en carteles visibles dentro de sus locales; sin embargo, sus vendedores proporcionan la carta con los costos cuando el cliente la solicita.PreciosEntre los platos más populares están los pescados, principalmente el pez loro y la tilapia, que suelen venderse fritos. En el comercio Sonia y Mario Playa, a orillas del mar, el pez loro puede costar 1,100 pesos por libra.Mientras que en El Nativo, el servicio cuesta 900 pesos independientemente del peso del pescado, de acuerdo con sus respectivos menús. En el caso de la tilapia, su precio es de 850 pesos en el primer restaurante y de 650 en el segundo. https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/29/whatsapp-image-2025-03-29-at-31051-pm-fbf4db2d.jpegPez tilapia de venta en La Isleta, Playa Boca Chica (DIARIO LIBRE / LUDUIS TAPIA )https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/29/whatsapp-image-2025-03-29-at-52657-pm-d22a2cee.jpegMenú de uno de los restaurantes cercanos a la playa en Boca Chica (DIARIO LIBRE / LUDUIS TAPIA ) Por otro lado, en los puestos de «La Isleta», ubicados un poco más alejados de la playa, los precios del pez loro oscilan entre 600 y 750 pesos, mientras que la tilapia puede costar entre 400 y 600 pesos.Cada restaurante tiene diferentes condiciones. Algunos disponen de mesas o sillones cerca de la playa, los cuales no tienen costo adicional si el cliente consume el mínimo requerido. También proporcionan camareros, quienes, con su convincente narrativa y amabilidad, pueden vender cualquier servicio. RELACIONADAS Negocios Pro Consumidor da 15 días a negocios de Boca Chica para publicar precios de forma clara y visible Playa AndrésAl ingresar a la playa de Boca Chica, te puede recibir la amabilidad de un hombre, el conocido “buscón”, quien te guía hasta una de sus mesas y te ofrece un menú. Aunque similar al de la playa anterior, los precios siguen siendo distintos.A diferencia de la primera zona, en esta área la organización de los sindicatos no es tan visible. Los vendedores ambulantes y otros comerciantes de la playa no están identificados con camisetas de colores, como en el primer caso.Los buscones, como el que recibió al equipo de prensa, se dedican a asistir al consumidor, pero a cambio cobran los comestibles a un precio mayor y, además, exigen un beneficio por su servicio.Este hombre, vestido de gris, mostró un menú de un local llamado The Darline – Criollo; sin embargo, los alimentos que vendía los adquiría en otro establecimiento. https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/29/whatsapp-image-2025-03-29-at-52701-pm-1a2954e6.jpegPlaya de Andrés en Boca Chica (DIARIO LIBRE / CAYENA GONZÁLEZ)https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/29/whatsapp-image-2025-03-29-at-52659-pm-918a1a1c.jpegPez tilapia y Loro a la venta en playa Andrés en Boca Chica (DIARIO LIBRE / CAYENA GONZÁLEZ)https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/29/whatsapp-image-2025-03-29-at-10322-pm-0ddc523b.jpegMenú de un presunto negocio en playa Andrés (DIARIO LIBRE / LUDUIS TAPIA) En aquel restaurante, un servicio de tilapia costaba 650 pesos, mientras que en la carta figuraba a 850 . Según él, el precio podía variar más, ya que ya no lo vendían por libra, como se indicaba originalmente en el menú.Uno de los vendedores del local donde este intermediario compraba los mariscos indicó que “con ellos (buscones), los precios son diferentes”.Asimismo, entre un local y otro de la playa Andrés se perciben variaciones de entre 100 y 150 pesos en el mismo producto, a pesar de que la distancia entre los negocios no es considerable. Economía, Negocios, Cayena González, Boca Chica, precios, Pro Consumidor, Playas de Boca Chica